«Me iba súper bien en Uruguay y nunca pensé en emigrar, pero me enamoré y siempre tuve mucha confianza en mí profesionalmente. Soy muy persistente, entonces emigré». Así recuerda Belén Settembri su decisión de dejar el país. Hoy reside con su familia en Emiratos Árabes Unidos, donde brinda capacitaciones en coaching y liderazgo para empresas.
Su carrera ha tenido varias etapas, algunas en Uruguay y otras en el exterior: fue periodista y ocupó puestos ejecutivos en el sector de la energía, el entretenimiento y la consultoría. Un factor importante en su trayectoria ha sido la formación, asegura. Como periodista, tuvo la oportunidad de hacer un curso de negociación en la Universidad de Harvard, y ganó un concurso para estudiar en Columbia. Actualmente, sigue ligada al mundo académico en su rol de docente en la Escuela de Negocios IEEM.
Emigró por amor
Cuando Settembri se enamoró de quien hoy es su esposo, un suizo, pidió licencia por tres meses sin goce de sueldo en su trabajo en Montevideo y se fue a Zurich, donde finalmente se instaló. Allí trabajó en una asociación de compañías de petróleo y gas natural, y para la FIFA durante el Mundial de 2006, a través de una firma que vendía paquetes de lujo para que empresas ofrecieran servicios a sus invitados en los estadios.
Gracias a un contacto suizo, conoció la consultora Boston Consulting Group (BCG), donde ingresó como gerenta del área de Servicios de Carrera para Europa, Oriente Medio y África. BCG sigue el modelo «up or out», es decir, si los empleados no ascienden, deben irse de la organización. En su rol, Settembri se encargaba de dar un servicio de coaching y liderazgo para quienes debían dejar la firma.
«Suiza era la excelencia absoluta, y ese tipo de empresa (BCG) tenía estándares muy altos. Eso está bueno porque una se destaca porque está muy acostumbrada a que las cosas no salgan siempre desde el principio y a tener un alto grado de autorresponsabilidad. La insistencia, medida, me ayudó mucho a encontrar trabajo y en un lugar muy bueno. Otra cosa que me ayudó mucho es mi nivel de sociabilización y de crear buenas relaciones laborales. Nuestra idiosincrasia ayuda mucho a crear confianza», valoró.
Resiliencia
En 2011, BCG la trasladó a Dubái, donde el área de consultoría era muy fuerte y altamente competitiva, porque «era muy difícil retener buenos recursos», explicó. Junto a su esposo y su hija, se mudaron a Emiratos Árabes Unidos. «Al principio era una aventura de dos años, y ya llevamos 14», confesó.
Settembri llegó a Dubái embarazada de su segundo hijo, quien nació prematuro y debió pasar cuatro meses hospitalizado. «Fue un momento muy duro, estábamos recién llegados, pero eso marcó un poco mi futuro», recordó. Tras esa situación devastadora, finalmente no ingresó a trabajar en BCG en Dubái.
Mientras atravesaba ese difícil momento, le recomendaron que practicara reiki y así conoció a una coach coactiva. El proceso la ayudó «inmensamente», destacó, y cuando terminó quiso profundizar en el coaching. Se formó y comenzó a trabajar con el equipo del hospital en el que su hijo había nacido, para capacitar al personal de enfermería a la hora de dar apoyo a padres que vivieran situaciones como la que ella y su esposo habían atravesado. Hizo un acuerdo con un laboratorio y desarrolló un material de formación para las áreas de cuidados intensivos que se compartió en muchos hospitales de Medio Oriente. Continuó capacitándose y la convocaron para ser educadora en Coaches Training Institute, «la escuela más grande de coaching que nació en EE.UU.». Con su experiencia, empezó a desarrollar talleres sobre liderazgo, programas de coaching ejecutivo y fundó Shift Unfolders, que trabaja para clientes de diversas industrias en países árabes.

La emprendedora reflexionó sobre su receta para liderar. «La curiosidad es clave, especialmente en un mundo tan volátil. La capacidad de crear buenas relaciones de confianza y la ética me parecen fundamentales. También, el estar siempre aprendiendo sobre liderazgo y la forma de hacer buenas preguntas», afirmó.
Radicada en Dubái desde 2011, Settembri comenta que disfruta mucho del país, donde ha aprendido sobre una cultura diferente a la latina y en la que ve a muchas mujeres liderar negocios. «A veces se ve una generalización del mundo árabe, pero estas son tremendas líderes, que no tienen nada de débiles y que hacen funcionar empresas de millones», concluyó.
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