ANÁLISIS
Herramientas prácticas para liderarse y liderar a otros de modo más efectivo
En este mundo en el que nos toca vivir, volátil, incierto, cambiante y ambiguo, somos desafiados a encontrar nuevas formas de afrontar el día a día.
El líder y su equipo, están sometidos a la presión extra de lograr resultados tanto para la organización como para ellos mismos, por lo cual tener una correcta gestión de sus emociones es imprescindible.
James Gross, director del Laboratorio de Psicofisiología de la Universidad de Stanford, explica que aplicar técnicas de gestión emocional a diario, es clave para evitar enfermedades como la depresión o el trastorno límite de personalidad.
Para hablar de gestión emocional, primero hay que comprender qué es cada concepto. Emoción, del latín emotio, significa movimiento o impulso. Son las que nos impulsan a lo largo de la vida y ante nuevos desafíos que consideramos importantes.
En el ámbito laboral, se hace necesario gestionar tanto las propias como las de los equipos y las organizaciones se han percatado de su importancia para encarar un nuevo negocio, mejorar los resultados o velar por un clima laboral adecuado.
Gestionarlas implica reconocerlas, identificar el factor desencadenante, comprender qué información tienen implícitas, aceptarlas y hacer algo con ellas.
Parece simple, pero no lo es. Es un ejercicio diario que la persona tiene que estar dispuesta a transitar y del cual no vale distraerse, porque de lo contrario puede llevar a conflictos y tensiones.
Es importante saber que, al igual que con cualquier entrenamiento, a medida que comenzamos a realizar el ejercicio de prestarnos atención y gestionarnos, se hace más fluido y los avances se van notando.
Las emociones no se pueden evitar, y por eso a mis clientes les sugiero que las acepten cuando llegan y se pregunten qué les están diciendo de sí mismos.
Hackeando tu Software
Me gusta imaginar mi cerebro como mi hardware y mis ideas, emociones, sentimientos y planes, como el software.
Para hackear el software comparto una herramienta que trabajo con clientes que quieren y/o necesitan adquirir habilidades de gestión emocional.
¡Es importante comprender que los procesos y las herramientas no son mágicas! La persona tiene que poner todo de sí para que dé resultado.
Una herramienta que funciona es llevar un bitácora emocional. Esto requiere del compromiso diario y le brinda a la persona información muy valiosa que le permitirá avanzar en su autogestión emocional.
Para completar la bitácora, necesitás cumplir estos pasos: primero, prestá mucha atención a las emociones que te llegan en el día y qué situaciones las generaron. Segundo, si te enojaste, detectá cuál fue el pensamiento que apareció en ese instante. Tercero, pensá cómo lo resolviste, y luego, qué aprendizaje te dejó la experiencia. Finalmente, reflexioná sobre qué vas a hacer la próxima vez que te suceda algo similar.
Puede ocurrir que no sabés muy bien de dónde sale sentirte como te sentís. En mi experiencia personal y profesional, podría deberse a la desconexión contigo mismo, con tu propósito o a cuestiones sin resolver de tu pasado.
Buscar ayuda profesional en estos casos es lo aconsejable. Hacer tu propio proceso de reencontrarte con quién sos y hacia dónde querés ir, es por momentos duro, pero necesario.
Para hackear tu software te aconsejo:
1) Reafirmate en tus virtudes: Pensá en lo que te provocó esa emoción pero reduciendo su significado negativo.
2) Conectate con una experiencia que te motive, y con un pensamiento que te genere sentimientos de gratitud.
3) Meditá.
4) Tómate un respiro entre una situación tensa y otra: Tu autocontrol no es ilimitado. Elige qué batallas librar.