De ser un mayorista en la zona Once a convertirse en la empresa de accesorios de moda más grande de América Latina. De un primer local en una estación de tren a tener más de 800 tiendas en seis países. Blue Star Group (BSG) -la empresa madre de Todomoda e Isadora- nació del espíritu inquieto de Carlos Castelli, pero tomó impulso con la incorporación de sus hijos, Mariana y Martín. Todos se complementaron para convertir a esta compañía en la tercera más grande del mundo en su rubro, solo por detrás de la estadounidense Claire’s y la inglesa Accessorize.
«Mi padre empezó a trabajar como obrero en una fábrica a los 14 años. No terminó el secundario. Tiene un perfil de una persona que se formó a sí misma con mucho esfuerzo, con una cultura de mucha humildad, mucho trabajo y muchas ganas de progresar. Luego comenzó a crear sus propias compañías con su visión comercial, que le permitió resurgir de cada crisis económica del país. Cuando yo tenía 15 años, él empezó una nueva aventura, que era tener un mayorista en el Once, donde combinaba los productos de su fábrica con lo que empezaba a entrar de Oriente», cuenta Martín Castelli, presidente de BSG, acerca de los inicios de la empresa, a comienzos de los 90.
La visión del fundador era armar un autoservicio de moda basado en los productos que conseguía para el mayorista, un modelo que no existía en el mercado.
El local en la estación de tren de Once era popular por la cantidad de personas que pasaban por ahí. «Esa primera tienda la abre con música, con los parlantes hacia afuera sonando súper fuerte para llamar la atención. Los productos que ofrecía no eran tan lindos, pero había un enfoque muy comercial y el local quedaba cerca de la fábrica. Con mi hermana hacíamos la logística de ir y llevar cosas mientras estudiábamos y cada vez nos empezamos a involucrar más. Mi hermana quería empezar a diferenciar el producto, a trabajar más con los diseños, y yo me dediqué a programar el software para tener un sistema que nos permita recopilar información», agrega.
Desde entonces, la familia entendió que el eje principal de la cultura y del crecimiento de BSG debía pasar por la innovación y por el diseño de los productos. «Siempre crecimos con locales propios, nunca hicimos franquicias. Siempre reinvertimos las utilidades y tomamos deudas para crecer más rápido, porque veíamos que las tiendas funcionaban muy bien. También viajábamos por el mundo para compararnos con los jugadores más grandes y subir la vara», cuenta.
Salto internacional
La crisis de 2001 y las complicaciones para importar terminaron de convencer a la familia que la empresa no podía depender solo del mercado argentino.
El primer paso en el exterior se dio en México, a donde viajaba una familia amiga que se iba a dedicar a expandir la marca. Desde entonces, BSG abrió también en Chile, Perú, Brasil y Paraguay. Los próximos destinos serán Uruguay, Colombia y Centroamérica. «Queremos ser la empresa más relevante del mundo de accesorios de moda de lifestyle», dice el presidente de la firma.
En el exterior, la empresa también se expandió con la marca Isadora, que nació en 2004, y está enfocada en un público de edad universitaria en adelante, mientras que Todomoda está pensada para niños y adolescentes.
La compañía abrió también una oficina en España, donde está basado el CEO y la directora de marcas. «Madrid es la oficina de diseño y desarrollo de producto y es un hub de finanzas. Pero Argentina es nuestra casa matriz y es donde están las áreas de sistemas, producto y back office», dice Castelli. En total, BSG tiene 4500 empleados, de los cuales 1600 están en el país.
En Argentina la empresa fabrica los cosméticos, las pinzas de pelo, parte de la marroquinería y algunos productos textiles, como las medias. «No mucho de lo que se produce acá se puede exportar a otros países porque se encarece mucho con el flete. Actualmente, solo estamos exportando cosméticos, que sí está logrando ser competitivo», explica. Castelli.
En tanto, la empresa tiene en sus planes lanzar otra marca para este rubro de productos, que es la categoría de belleza y maquillaje. «Por ahora estamos en modo piloto y después es muy probable que le pongamos un nombre distinto, lo cual sería la tercera marca. Tenemos en carpeta varias ideas más que tienen que empezar a acelerarse, como productos para la casa, que ya en Todomoda e Isadora existe, pero se podría hacer un spin-off y empezar a desarrollarlo más», cerró.