Hace poco más de tres años que el uruguayo Guillermo Lozano vive en México, donde lidera una nueva área tecnológica dentro del gigante mundial de la belleza, L’Oréal Groupe, empresa en la que ingresó a trabajar en 2008 mientras era estudiante universitario. Desde Ciudad de México, está al frente del equipo de Resiliencia y Excelencia en Ejecución de la Plataforma de IT & Tech para América de la compañía.
Con 19 años y mientras estudiaba Ingeniería de Sistemas en la Universidad ORT, trabajó en la empresa de transporte de su madre, durante un período en el que ella estuvo enferma. Trasladaba a clientes a puntos turísticos como Punta del Este o Colonia, realizaba tours y les mostraba a visitantes extranjeros las riquezas culturales del país. Cuando su madre se recuperó, y mientras él preparaba el final de su tesis de grado, Lozano decidió entrar en una bolsa de trabajo de la universidad, y allí encontró la oportunidad de ingresar en L’Oréal como pasante. «En mayo de 2008 empezó la historia que sigo viviendo hoy», recordó a El Empresario.
Esa pasantía le permitió conseguir su primer trabajo fijo en el área de tecnología de la compañía, donde se desarrolló hasta 2011. Ese año, en busca de oportunidades de crecimiento, dejó su puesto para trabajar en TimacAgro, una firma francesa especializada en nutrición animal y vegetal que opera en Juanicó, Canelones. Sin embargo, Lozano permaneció allí menos de un año porque su exjefe de L’Oréal lo fue a buscar para que volviera a la empresa, y aceptó.
Siempre dentro del sector tecnológico, hasta 2014 se desempeñó enfocado en el mercado local, pero ese año tuvo la oportunidad de comenzar a trabajar con equipos del exterior en el marco de una transformación tecnológica que la compañía quería impulsar para «capitalizar la sinergia que genera el talento de las personas de diferentes países en estrategias tecnológicas más globales», explicó. En 2015, tomó un puesto regional y desde Montevideo empezó a trabajar con equipos multiculturales dedicados a la ingeniería de las telecomunicaciones.
Nuevo rol, nuevo país
Con los años, su rol cambió y sus responsabilidades también. Así, trabajó en varios proyectos tecnológicos y luego pasó a liderar el área de infraestructura para el continente, hasta que en 2018 comenzó a evaluar la idea de irse a vivir en el exterior. L’Oréal le planteó la necesidad de tener más presencia en México, su mayor mercado a nivel de inversión regional, y donde opera el equipo tecnológico que trabaja para Latinoamérica. Sin embargo, no fue hasta 2021 que Lozano, su esposa e hija dejaron Montevideo para mudarse a Ciudad de México, donde fueron muy bien recibidos, según destacó. «El pueblo mexicano es muy cálido, nos recibieron con los brazos abiertos», resaltó.

Adaptarse a la rutina del nuevo país no le resultó difícil, ya que la modalidad de trabajo híbrida no era desconocida para él. Además, generó una buena conexión con el país, donde además nació su segundo hijo.
Dos de los grandes valores de su trabajo es la multiculturalidad de su equipo y la posibilidad que brinda L’Oréal de que los colaboradores expresen sus ideas, comentó. «La exposición que nuestros equipos tienen con nuestros líderes globales es algo que no existe en cualquier cultura organizacional», indicó, y agregó: «siempre tuve la ventaja de tener buenas oportunidades dentro de la compañía».
Giro profesional
Con vasta experiencia en TI, Lozano dio un pequeño giro en su carrera dentro de L’Oréal y comenzó a enfocarse en la sostenibilidad de la tecnología, un área nueva en las divisiones de la compañía en Latinoamérica. Su trabajo consistió en empezar a entender cómo desarrollar estrategias en un sector poco maduro a nivel tecnológico pero en el que la empresa quería poner un fuerte énfasis. Uno de los mayores cambios que la compañía implementó en esa dirección fue llevar todas sus cargas de trabajo a la nube. Hoy el trabajo de Lozano incluye pensar en el ciclo de vida que tienen los equipos tecnológicos, bajo la premisa de «dar un paso más de eficiencia para generar la sinergia que permite seguir entregando de la manera más efectiva la operación de nuestras plataformas tecnológicas y, al mismo tiempo, que sean lo más resilientes posibles para que en el futuro no tengamos impactos en el negocio y que todo pueda ser mejor», detalló.
Al reflexionar sobre su carrera y su decisión de emigrar, señaló la importancia de estar abierto a las oportunidades, la formación y la curiosidad. «Es importante para los uruguayos poder tener la capacidad de abrir la visión y conocer otras culturas», concluyó.
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Fue periodista, trabajó para la industria petrolera, en un Mundial de Fútbol y se convirtió en empresaria en Dubái
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