Liz Alderman
The New York Times
Los mejores atletas del mundo recibirán sus medallas de oro en losJuegos Olímpicos (JJ.OO.) de París mientras están parados sobre la basura. Envases de comida reciclados, para ser exactos.

Los podios olímpicos plateados que se usarán fueron creados en una pequeña fábrica en las afueras de París por una startup llamada Le Pavé utilizando plástico 100% reciclado.

«Hay una sobreabundancia de plástico que está dañando el medio ambiente, pero que también tiene un potencial económico demostrado si se puede reutilizar», destacó Maurius Hamelot, cofundador de Le Pavé.

Eso no es todo: la startup también fabricó 11.000 asientos de gradas para dos estadios cercanos que se construyeron para los Juegos, a partir de botellas de champú usadas y millones de tapas de botellas multicolores.

Hace unos años, la startup tenía tres empleados. Pero una llamada inesperada de los organizadores de la cita deportivo dio lugar a un contrato importante, y Le Pavé se amplió a una plantilla de 34 personas y abrió dos fábricas. En el proceso, se ha convertido en un modelo para el Comité Olímpico de París, que se ha comprometido a hacer de estos JJ.OO. los más verdes de la historia.

Hamelot ya había trabajado para convertir los residuos plásticos recogidos en los barrios parisinos en componentes de alta calidad para la construcción. Como estudiante de arquitectura en la Universidad de Versalles, había puesto su mirada en esa industria, una de las mayores fuentes de emisiones de carbono.

El emprendedor compró un horno de pizza usado y empezó a experimentar derritiendo plástico a partir de residuos electrónicos. En 2018, él y Jim Pasquet, amigos desde niños, crearon Le Pavé y ganaron varios concursos de innovación que los llevaron a La Ruche, una incubadora en París centrada en emprendimiento social, tecnología y artesanía.

En 2019, el dúo patentó una tecnología de moldeo por compresión térmica para su uso en la construcción. Poco después, Hamelot recibió una llamada de Solideo, la empresa que supervisa la infraestructura para París 2024.

Los organizadores, que buscaban reducir a la mitad las emisiones de CO2 en comparación con los Juegos anteriores, preguntaron si serían capaces de producir 11.000 sillas para un nuevo Centro Acuático Olímpico, y para el nuevo Adidas Arena, donde se realizarán competencias de gimnasia y bádminton.

Con dinero del BPI, un banco de inversión estatal francés, Le Pavé se instaló en una exfábrica de acero en Aubervilliers, un suburbio de bajos ingresos de París.

Hamelot y Pasquet trabajaron con 50 empresas de reciclaje para recolectar plástico usado, experimentando con docenas de prototipos y pruebas antes de firmar un acuerdo final con Solideo.

Armados con una filosofía que dice que trabajar localmente puede tener un gran impacto social, contrataron empleados del departamento de Seine-Saint-Denis, entre ellos personas desempleadas por largo tiempo, un refugiado y un exrecluso.

Le Pavé añadió una dimensión educativa, pidiendo a una ONG, Lemon Tree, que incluyera 50 escuelas primarias y secundarias. Unos 1.700 escolares recogieron 1 millón de tapas de botellas amarillas que se utilizaron para dar motas de color a las sillas blancas y negras del estadio.

La startup usó 100 toneladas métricas de botellas y tapas recicladas para fabricar paneles para los 11.000 asientos del estadio. Para crear los paneles utilizados para los 68 podios olímpicos, empleó 18 toneladas métricas de plástico reciclado y envases de alimentos de espuma plástica.

El proceso de reciclaje en sí deja una huella de carbono, incluso al calentar los hornos y cortar los paneles de plástico. Aun así, aseguró Pasquet, emite mucho menos dióxido de carbono que el uso de plástico virgen.

El plan de Le Pavé es crecer; ya abrió una segunda planta en la región de Borgoña (este), y sumará otras dos en el oeste y el sur.

Saber que sus ideas han cobrado vida para los JJ.OO. ha sido una gran motivación. «Tenemos la oportunidad de construir algo que durará años y años. Se trata de algo que es más grande que todos nosotros», remató Hamelot.