Por Laura Ponasso
«Muchachos, esta vez vamos más lejos: vamos a Europa». Así lo dijo Felipe Herrera Zoppi (43), CEO y cofundador de SpaceGuru, en una reunión frente a su board de directores. Hoy, dos años después, la compañía echó raíces en Madrid y ya cuenta con alrededor de 300 clientes.
SpaceGuru fue creada a inicios de 2020, en el marco de la pandemia de Covid-19, por Herrera Zoppi y Livia Armani, con el fin de atacar el problema de la acumulación de objetos en los hogares. «Tenemos una mina de oro. Al implementar el trabajo remoto, las personas se darán cuenta de todo lo que les sobra, le dijo el equipo de Marketing a los emprendedores. Y bajo esa idea, apoyada en una inversión de US$1 millón -realizada por varios empresarios de renombre, uno de ellos Martín Migoya, CEO de Globant- activaron el proyecto.
La premisa de fondo era clara: ante el crecimiento constante de la población, en los principales centros urbanos, los espacios se volvieron cada vez más reducidos y costosos. En ese marco, SpaceGuru se consolidó como una empresa de economía circular: funciona como una baulera en la que las personas pueden almacenar sus pertenencias y mediante una aplicación, en que tienen el detalle de todas ellas, pueden recuperarlas, donarlas o venderlas con un solo click.
La empresa captó una inversión de US$ 1 millón para iniciar el proyecto.
España
«En Europa, la cultura de la economía circular está muy instalada desde hace mucho tiempo», señaló Herrera Zoppi. Y graficó: «En 2022, Carrefour lanzó Carrefour Ocasión, un espacio piloto dentro de los supermercados que fomenta la compra y venta de segunda mano. En ese ámbito, le pregunté a una mujer por qué optaba por un producto usado, que tenía el precio que cualquier otro, y me explicó que, simplemente no quería uno nuevo».
SpaceGuru plantó bandera en Madrid en 2022, a partir de una nueva ronda de negocios, que duplicó el monto de inversión de la primera. Para ello, además, la firma participó del programa Acelerar España, que impulsa la internacionalización de startups argentinas y le dio acceso a una amplia red de emprendedores argentinos.
Del B2C al B2B

En paralelo, los emprendedores pusieron también la lupa sobre el segmento privado y en septiembre pasado, desde SpaceGuru, lanzaron una solución de gestión de activos de oficinas que hoy tiene entre sus principales clientes a Globant y Mercado Libre en Argentina. «Identificamos un nicho inexplorado y una necesidad latente de las empresas de tener visibilidad y un control responsable sobre sus objetos: tras la pandemia: muchas compañías no volvieron a ocupar sus oficinas al 100% y les quedaron incluso pisos vacíos totalmente amueblados», explicó Herrera Zoppi. Y resaltó: «No existía otra propuesta llave en mano como la nuestra».
Se trata de una solución SaaS (software as a service), que reúne características similares respecto de la desarrollada para el segmento B2C (empresa a usuario final). Desde la app, los clientes pueden gestionar diferentes depósitos y ubicaciones, acceder al listado de objetos en cada espacio y al detalle de cada uno de ellos, gracias al sistema de etiquetado con tecnología RFID que facilita la trazabilidad de cada uno. De este modo, además, la propuesta simplifica una operación que normalmente requiere la contratación de diferentes proveedores, de transporte, de storage, de inventariado y de sistema de gestión.
Para el emprendedor, la compañía da respuesta además a una necesidad frecuente y la cual se traduce en una garantía de mercado. «Cada un periodo estimado de cinco años, las compañías renuevan su equipamiento y el mobiliario ‘viejo’ es muchas veces acumulado. Desde SpaceGuru, solucionamos este problema mediante un enfoque circular».
Empresa ya almacenó unos 80.000 objetos
Actualmente, SpaceGuru tiene unos 7.000 clientes entre los segmentos B2B (Empresa a empresa) y B2C (empresa a cliente final), en Argentina y en España, y apunta a duplicar los números para el próximo año.
A lo largo de este período, lleva almacenados más de 80.000 objetos, de los cuales el 20% «está circulando».
A su vez, con un depósito de 50.000 metros cúbicos ubicado en Ezeiza (Buenos Aires) y un equipo conformado por 45 personas, en 2023 cerró con una facturación que rondó los $540 millones.