Hace más de 50 años que la marca de helados Freddo se creó en Argentina, y más de 30 que comenzó a operar en Uruguay, uno de los varios países de América en los que tiene presencia, y donde «hay espacio para seguir creciendo», según comentó a El Empresario Raúl Mandía, presidente de Freddo.
La heladería cuenta con más de 200 locales en América, distribuidos entre Argentina, Chile, Brasil, Perú, Colombia, Panamá, México, EE.UU. y Uruguay, un vasto mercado en el que la compañía se encuentra en un proceso de expansión de su red física. Por ejemplo, en 2025, abrirá unas 20 sucursales en EE.UU.
Uruguay no se queda atrás y tras la remodelación del local de La Barra (Maldonado) y a pocos días de la inauguración de una sucursal en Piriápolis, la empresa proyecta más aperturas. Actualmente, hay más de 20 puntos de venta de Freddo en el país, cuatro son operados por la firma y el resto son franquiciados, un formato de negocio que la compañía utiliza en varios países.
El plan de crecimiento cuenta con el asesoramiento del estudio Svet, especializado en el desarrollo de franquicias.
Inversión
Mandía destacó que existen oportunidades para quienes quieran emprender apoyados en el modelo de franquicias de Freddo. Según explicó, el negocio resulta atractivo tanto para quienes buscan abrir su primer emprendimiento como para quienes ya tienen experiencia previa, por ejemplo en gastronomía, y quieren sumar una marca reconocida a su portafolio.
Para comprar una franquicia de Freddo, se requiere una inversión inicial que oscila entre US$ 80.000 y US$ 90.000. Esta cifra incluye un fee (canon) de ingreso, el entrenamiento del personal por parte de la empresa, la decoración del local, el equipamiento y el stock inicial de productos para comenzar a operar. Uno de los requisitos de la marca para comercializar su franquicia es que el local elegido para instalar la heladería tenga como mínimo una superficie de 40 metros cuadrados (m2). La inversión inicial variará dependiendo del espacio comercial elegido.
Este modelo de negocio tiene varios aspectos interesantes, apuntó el presidente de la compañía: por un lado, no se cobran regalías, por lo que «el negocio de las heladerías es rentable». Por otro, una tendencia de consumo ha favorecido la desestacionalización del helado, lo que genera oportunidades de venta durante todo el año y no solo en los meses de verano como ocurría hasta hace algunos años. «El helado es parte del consumo habitual de los uruguayos y es un producto muy noble», agregó.
Oportunidades
Freddo cuenta con locales independientes (sobre la calle) y también en centros comerciales, dos formatos que, según Mandía, «funcionan muy bien».
Sobre la expansión en el país, el empresario señaló_ que hay oportunidades en diferentes barrios de Montevideo como Prado, Centro o Malvín, en puntos del interior más allá de las zonas de costa como Salto o Paysandú y también en centros comerciales. Según comentó, la experiencia de Freddo en mercados internacionales como Argentina, Brasil o Perú demuestra que «los locales en shoppings son súper exitosos».
«Freddo es reconocida no solo por su calidad —es la síntesis del arte italiano de preparar un gelatto, con ingredientes de primera calidad—, sino también por innovar», dijo Mandía. Como ejemplo, mencionó que cada año se incorporan entre cinco y seis nuevos sabores al catálogo. Recientemente, la marca lanzó un helado de Aperol Spritz y una nueva línea de productos elaborados con creminos, una pasta a base de chocolate y frutos secos.