Los trabajadores extranjeros despedidos de empresas tecnológicas en EE.UU., cuyos visados dependen de su empleo, están luchando por encontrar nuevos puestos para evitar verse obligados a desarraigar su vida y dejar el país.
Más de 150.000 empleos basados en EE.UU. desaparecieron en los meses recientes, proporcionándole un golpe económico a Silicon Valley que no se veía desde la burbuja del punto com que estalló a comienzos de la década del 2000.
Conforme la enorme ola de despidos se extiende entre las firmas tecnológicas de EE.UU., muchos de quienes se quedaron sin empleo permanecen en el país con visas H1-B u otras que están supeditadas a sus trabajos, según las congresistas de California, Anna Eshoo y Zoe Lofgren.
Ambas escribieron una carta instando a las autoridades migratorias estadounidenses a por lo menos duplicar el plazo de 60 días que les permite a los trabajadores extranjeros, portadores de visas de trabajo, conseguir nuevos empleos.
Sin un nuevo empleo en una compañía que les pueda conseguir una visa, los trabajadores despedidos tendrán que abandonar el país.
«Están entrando en pánico completamente», dice la abogada de inmigración radicada en Seattle, Tahmina Watson. «Están en una absoluta encrucijada porque no saben lo que van a hacer».
Según Eshoo y Lofgren, los trabajadores extranjeros representan casi un cuarto de la fuerza laboral en ciencia y tecnología en ese país. Con frecuencia, los empleados de tecnología se han radicado y empezado una familia en EE.UU., señalaron a la AFP sus defensores.
«Ellos pasaron de ser familias con dos ingresos a ser familias sin ingresos, con hipotecas, matrimonios, pagos de vehículo y niños», dice Watson. «Sesenta días no es tiempo suficiente para solucionar tus asuntos; no es suficiente para encontrar otro trabajo y luego aplicar a otra visa H1-B».
La Fundación para Estudios de la India y la Diáspora India publicó una petición en el portal Change.org pidiéndole al presidente estadounidense, Joe Biden, extender el periodo de gracia de la visa por un año por razones humanitarias.
La petición ha conseguido más de 2.300 firmas desde el miércoles de la semana pasada. «Mi petición aquí es para que se aumente el periodo de gracia y los dejen resolver», dice el director de la fundación, Khanderao Kand.
Mientras los recortes de los gigantes de la tecnología como Alphabet, Amazon y Microsoft ocupa los titulares, las empresas más jóvenes también están despidiendo gente, señala Reza Malekzadeh, presidente de French Tech San Francisco.
Fuga de cerebros
La economía estadounidense se verá afectada si hay un éxodo de talentos tecnológicos migrantes, argumentan los defensores.
Más de la mitad de las compañías tecnológicas multimillonarias fueron fundadas por migrantes, escribieron Eshoo y Lofgren en su carta dirigida a los líderes del Servicio de Ciudadanía e Inmigración de EE.UU..
«Para garantizar que las compañías exitosas del futuro estén basadas en EE.UU., debemos prevenir que suceda esta fuga de cerebros», pide la carta.
Silicon Valley cuenta con muchos migrantes de China, Europa e India, muchos de los cuales no son solo empleados sino creadores de empleo, con empresas nacientes o capital inversionista, dice Kand.
El talento obligado a dejar EE.UU., que de paso se va con sus familias y sueños, se radicarán en otra parte y probablemente no volverán, advierte.
Darle al talento migrante la oportunidad de quedarse podría derivar en que se impulse un boom de startups, teniendo en cuenta que algunos de quienes fueron despedidos pueden emprender con su propia compañía, señala Watson.
«Si perdemos este talento, creo que nos afectará en el futuro porque estas personas se darán cuenta de que no les interesan a EE.UU», añade el abogado.
Entre las tácticas que usan los nuevos desempleados están cambiar a visas de turismo, que les otorgan seis meses para encontrar trabajo o resolver trámites, según Watson.
«Si no encuentran otro trabajo, les da tiempo para vender su automóvil, terminar su contrato de arrendamiento, hacer lo que necesiten o intentar tramites para irse a Canadá».
«Mientras nosotros les cerramos las puertas a los migrantes, Canadá está haciendo lo contrario al acogerlos», concluye.
AFP