¿La nueva India?

| América Latina puede tomar parte del floreciente negocio global de servicios tecnológicos

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El tema se puso de moda. Con la maduración del offshoring —la subcontratación de servicios de tecnología en localidades remotas geográficamente— llegó la hora del nearshoring. Es una variante del anterior, pero más enfocada en servicios con más agregación de valor y en que la cercanía geográfica y cultural entre el proveedor y el comprador cobra mayor importancia. Y con el nearshoring, América Latina parece tener una oportunidad de integrarse en el floreciente negocio de los servicios tecnológicos. "América Latina no se convertirá en 2005 en un gran centro de servicios offshore", señala un informe de la consultora en tecnologías de la información IDC. "En cambio, los desarrollos nearshore tomarán impulso, lo que fomentará el desarrollo de América Latina como centro de servicios offshore".

Este fenómeno se produce en medio de una interesante recuperación del mercado de tecnología en la región. Según datos de IDC, tras caer durante tres años, el gasto en tecnología creció un 14% en 2004 –U$S 26.400 millones– y crecerá un 8,5% en 2005. Un crecimiento sobre el que están las 100 empresas de tecnología con base en la región incluidas en el nuevo ránking de AméricaEconomía. Un tercio de las empresas del ránking son de origen latinoamericano y allí se encuentra el semillero regional de jugadores globales.

El desarrollo de servicios –software, aplicaciones, soluciones integrales de negocios– marca una nueva etapa en la tecnologización de la región y debe arrastrar a todas las empresas vinculadas a este sector, desde los fabricantes de hardware hasta las telecom.

Ahora, ¿cuál puede ser el rol de América Latina como proveedor offshore de servicios? En algo en que coinciden todos es que el camino inicial de India —tercerizar servicios básicos y con poco valor— no es el adecuado. "Es un negocio en el que la competitividad depende del valor hora/hombre y que las empresas de India hacen muy bien", dice Carlos Palloti, presidente de la Cámara de Empresas de Software y Servicios Informáticos (Cessi) de Argentina. "Argentina ha entrado últimamente en este campo, pero su competitividad es coyuntural, producto de la devaluación del peso. No somos estructuralmente más baratos que India o China".

Coincide Claudio Muruzábal, CEO de Neoris, la empresa de tecnología nacida al alero de la cementera mexicana Cemex. "No se justifica ir por el camino de India", dice. "El mejor enfoque es convertirse en un eslabón más alto en la cadena de servicios".

UN BIG SIX LATINO. Pero ¿hay espacio para esto? Muruzábal dice que según la experiencia de Neoris, sí la hay. "En los últimos cuatro años hemos demostrado que podemos ser una alternativa a las big five (las mayores firmas globales en el negocio de los servicios de tecnologías de la información) para las grandes empresas de la región e incluso para empresas de las economías centrales", dice.

zonamérica en el mapa. América Latina tiene algunas ventajas. Jones Lang LaSalle, una firma global de gestión inmobiliaria, realizó un estudio sobre las mejores ubicaciones para empresas de offshore. Si el criterio principal es sólo costos, las ciudades asiáticas arrasan; en quinto lugar, Buenos Aires es la primera ciudad latinoamericana en aparecer. Pero si al criterio de costos se le añade el de acceso a fuerza laboral calificada para servicios de mayor sofisticación, la lista cambia radicalmente a favor de los latinoamericanos: Manila se ubica en el primer puesto, pero los tres siguientes los ocupan ciudades de la región (So Paulo en segundo lugar, Ciudad de México en el tercero, y Buenos Aires, cuarto). En la región ya existe una zona especializada en esto: Zonamérica, en Montevideo. Las empresas instaladas en esa zona franca –con Tata Consultancy Services Iberoamerica (TCS), filial del gigante indio de servicios tecnológicos, a la cabeza– tienen muy pocos clientes en Uruguay. Desde Montevideo manejan un negocio regional. Además de Tata, allí están Sabre –el sistema de reservas aéreas–, que atiende toda América Latina, un nearshore típico, y RCI, una empresa de servicios de turismo. El caso de Tata es emblemático. "Hace tres años éramos siete personas en Uruguay. Hoy somos 350 y podríamos llegar a fin de año a 500", dice Mario Tucci, vicepresidente de TCS.

Una de las fórmulas para convertirse en eslabones más altos de la cadena de servicios es el combinar un servicio de consultores in situ, al lado del cliente, con consultores ubicados en bases nearshore. Ésta es una fórmula que, según Muruzábal, Neoris ha desarrollado con particular éxito. "Te permite ofrecer lo que llamamos blended rates (tarifas combinadas), más competitivas". (américa economía)

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