BYD, el mayor fabricante mundial de vehículos de nuevas energías, anunció una inversión de 3.000 millones de reales (unos US$ 600 millones) para instalar tres plantas de producción en Camaçari, Bahía, estado nororiental de Brasil.

La ciudad, con cerca de 300.000 habitantes, albergará el mayor centro industrial de BYD fuera de China, según aseguró la compañía la semana pasada durante un evento en el que participó su fundador y CEO, Wang Chuanfu, la vicepresidenta ejecutiva y CEO para América, Stella Li, el presidente de BYD Brasil, Tyler Li y el vicepresidente de Brasil, Geraldo Alckmin, entre otras autoridades nacionales.

Las tres fábricas producirán chasis de autobuses, camiones eléctricos, vehículos eléctricos e híbridos y procesarán fosfato de litio y hierro. El plan es iniciar la producción a fines de 2024 o inicios de 2025, con una capacidad instalada de 150.000 vehículos por año durante la primera fase. Además, sumarán un Centro de Investigación y Desarrollo en Salvador.

Según comentó Stella Li a El Empresario, la inversión llega en un momento de transición del mundo hacia «la movilidad sostenible», y optaron por Brasil por ser uno de los «grandes actores de la industria automotriz» y el mercado más importante de la región con 2,4 millones de automóviles vendidos por año. Pero sobre todo por el potencial de los «eléctricos».

A su vez, Li estima que esta inversión incidirá a la baja en los precios de estos vehículos en el Uruguay debido a la cercanía con Brasil. Según Li, Uruguay «tiene todo para potenciar la electrificación» en la movilidad, aunque reconoció que, al igual que otros países del continente, el gobierno debería promover el uso mediante incentivos fiscales a compradores finales y la construcción de una red de cargadores más robusta, entre otras acciones.

En paralelo, remarcó la apuesta que ha hecho la marca en Uruguay, la cual seguirá con un plan de inversión de US$ 5 millones en un plazo de tres a cuatro años.

Li se incorporó a BYD en 1996 como responsable de marketing para las exportaciones mundiales. Un año después, abrió la primera oficina de la empresa en el extranjero, en Hong Kong, y en 1999 fundó la primera oficina europea en Rotterdam. En 2011, estableció la sede de BYD en Los Ángeles.

A continuación, un extracto de la entrevista.

-¿Por qué llega esta inversión ahora en Brasil?, la primera de la compañía en América Latina?
-El mundo entero está en proceso de transformación de la industria automotriz. Por ejemplo, en China la penetración de los vehículos eléctricos en setiembre ya alcanza el 38%, en Europa supera el 20%. Estamos en una fase de transición hacia la movilidad sostenible, por eso miramos hacia Brasil, uno de los grandes actores en la industria automotriz, incluyendo la fabricación, y el mercado más grande con 2,4 millones de automóviles vendidos al año. Además, llevamos más de 10 años en el país introduciendo autobuses, camiones y paneles solares. Hemos notado que la gente, la política y los consumidores tienen un fuerte interés en la iniciativa ecológica. Hemos lanzando varios modelos, pero el más popular es el Dolphin; se vende uno cada cinco minutos. Hemos vendido alrededor de 5.000 hasta ahora. Por ello, vemos un gran potencial en Brasil para movilidad eléctrica.

-¿Qué oportunidades y desafíos observa BYD en América Latina para la movilidad eléctrica?
-Creo que falta una dirección sostenible y sólida por parte de los gobiernos en Latam. Todos los países, los gobiernos, deberían tal vez, dar un paso adelante para impulsar realmente una gran infraestructura de carga pública, así como necesitás tener una red de gasolinerías para los autos. En segundo lugar, sumar incentivos para los coches eléctricos, como en Europa. Ahí además, el gobierno se ocupa de la recarga y da una plaza de aparcamiento gratuita. Incluso, hay gobiernos que dan el incentivo en efectivo para impulsar primero la adopción de estos vehículos. Esto es lo que hacen China, Europa y Tailandia. Otro caso es California, donde si conduces un vehículo eléctrico puedes ir al carril de vehículos compartidos y se ahorra mucho tiempo en el tráfico. Estos tipos de acuerdos no tienen costopara el gobierno. Y una vez que las personas comiencen a usar vehículos eléctricos sentirán el rendimiento y luego el ahorro.

-Además de la planta de producción, en Brasil instalarán un Centro de I+D (Investigación y Desarrollo), ¿qué papel jugará en la estrategia de la empresa?
-Queremos invertir en muchas funciones aquí y necesitamos enfocarnos en I+D para comprender las necesidades de los consumidores. Nadie puede desarrollar un automóvil especial para cada país sin estar en el mercado.

-¿La estrategia de BYD de ampliar su línea de productos se relaciona con su plan de expansión global?
-Es un valor central, diría. Si observas la historia de BYD, es una empresa única. Somos la única en el mundo que posee la tecnología de baterías en casa y nuestro sistema de control. BYD tradicionalmente ha hecho muchas partes para teléfonos celulares, tenemos otra empresa independiente llamada BYD Electronics que produce el 20% de los teléfonos inteligentes a nivel mundial. BYD es una empresa de ingeniería. Contamos con 90.000 ingenieros de I+D, que representan más del 10% de la plantilla de BYD y trabajan en 11 institutos diferentes. Generamos 15 patentes al día. Por lo tanto, BYD no es solo automóviles; tenemos la capacidad de combinar todas estas tecnologías. Tenemos una posición de liderazgo muy sólida en autobuses eléctricos, vendemos globalmente tanto autobuses eléctricos como camiones eléctricos y fabricamos montacargas. Por lo tanto, la gama de productos de BYD nos permite avanzar rápidamente en innovación.

Gentileza BYD

-¿Cómo impactará esta inversión en Brasil en el precio y la accesibilidad de sus modelos en Uruguay?
-Tendrá un impacto inmediato. El país que más se beneficiará será Uruguay, ya que está cerca y podemos aprovechar un acuerdo de comercio libre. Espero que una vez que tengamos la capacidad de fabricación podamos utilizar esta producción para abastecer ese mercado de automóviles. Nos permitiría ahorrar muchos costos de envío e impuestos.

-Uruguay es un mercado importante para BYD, tiene una participación del 50% en vehículos eléctricos. ¿Cuáles son los factores para lograr ese éxito y qué estrategias ha utilizado?
-Hemos tenido el mejor socio (Sadar), que comparte nuestra visión y cree en el futuro de la electrificación. En los primeros dos años, invirtió mucho en publicidad y realizó muchas pruebas de manejo para que la gente comprendiera qué es un vehículo eléctrico. Además, brindaron servicios adicionales y la mejor atención al cliente. Ahora estamos hablando con Santiago (Guelfi, director BYD Uruguay) que necesitamos duplicar nuestra presencia en la red de concesionarios y aumentar la publicidad para educar sobre lo que es BYD, la empresa más grande el mundo. Vamos a jugar fuerte en Uruguay.

-¿Cuánto invertirán?
-Tenemos previsto invertir al menos US$ 5 millones en publicidad, nuevos concesionarios y servicios en los próximos tres o cuatro años.

Stella Lí, vicepresidenta ejecutiva y CEO para América de BYD

Gentileza de BYD

"En Uruguay, hemos tenido el mejor socio (Sadar), que comparte nuestra visión y cree en el futuro de la electrificación"

-¿Qué potencial ve para la movilidad eléctrica en Uruguay?
-Uruguay debería impulsar la electrificación al 100% en vehículos, ya que depende en gran medida de la importación de productos. Produce electricidad e importa petróleo y otros. Lo único que se produce localmente es la electricidad por lo que debería ofrecer más incentivos para que los consumidores cambien a vehículos eléctricos. Además, el gobierno debería implementar políticas similares a las de Europa y otros lugares, como California, que, para 2030, no se puedan vender más automóviles de gasolina. Uruguay no es un país grande y los vehículos eléctricos pueden cubrir distancias de 500 a 700 kilómetros, lo cual es más que suficiente. Instalar estaciones de carga en las carreteras y áreas públicas sería una medida clave para que las personas no se preocupen por la ansiedad de quedarse sin carga. El país puede alcanzar fácilmente el objetivo de electrificación del 100%.

-¿Y cuáles son las perspectivas de futuro a nivel mundial para los vehículos eléctricos?
-En China, para casi finales del próximo año, pensamos que el 50% de los nuevos autos serán eléctricos. Esto debería ocurrir en Uruguay y en todos los países, es una cuestión de tiempo. En Uruguay, un país pequeño, esto puede suceder rápidamente. En un país grande como Brasil, esperemos que una vez que veamos la curva de crecimiento, tardemos 10 años en pasar del 0% al 1% o 2%, pero del 2% al 10% serán solo tres años. Luego, tras superar el 10% se acelerará rápidamente. Pero esto también depende de los incentivos del gobierno.