Por Gabriela Rocha - grocha@elpais.com.uy
Con los años la gente se fatiga más con la misma rutina o la publicidad ha logrado despertar una necesidad latente. Sea como sea, las ventas de los complejos vitamínicos crecieron en valor 160% los últimos cuatro años pasando de US$ 1.790.000 en 2005 a US$ 4.650.0000 el último año móvil cerrado en abril.
Farmacias y laboratorios consultados por El Empresario le atribuyen a la comunicación de las marcas un papel fundamental para la suma de nuevos consumidores al rubro, aunque siguen siendo personas adultas de poder adquisitivo medio y alto, específicamente trabajadores o estudiantes que quieren paliar la fatiga que genera la sobrecarga de tareas y la mala alimentación.
Uno de los que marcó la delantera fue Pharmaton -del laboratorio Boehringer Ingelheim-, que luego de 30 años cambió su posicionamiento hace dos bajando 40% el precio y con una fuerte inversión en comunicación que lo asoció al deporte.
Como resultado, su porción de mercado trepó de 15% a 40%, por lo que es hoy la líder y además ubica a Uruguay dentro de los tres países de la región que más lo consumen.
Al ataque
La competencia no se quedó atrás. Rolando Satzke, gerente general de Bayer -que maneja la segunda marca del mercado Supradyn, además de Berocca-, admitió a El Empresario que el crecimiento del rubro se ha suscitado los últimos años por el "crecimiento de la actividad competitiva".
Para el caso de Berocca -que tiene menos vitaminas que Supradyn y se lo recomienda para el mejoramiento físico y mental y no tanto para la deficiencia alimenticia-, recién este año el laboratorio decidió su relanzamiento comercial, que incluyó una campaña publicitaria apoyada en la promoción entre los médicos.
Aunque la firma aún no ha podido evaluar los resultados, en farmacia Nueva, de Paso Molino, esta marca pasó de no vender una unidad el año pasado a 10 mensuales el último trimestre.
Satzke aprovechó para exhortar a tener cuidado con algunos complejos o alimentos que sobrevenden sus virtudes con la publicidad. "Lo que no hay detrás de la comunicación son estudios serios de que esas dosis de vitaminas combinadas de esa manera aportan esos resultados", sentenció.
Completan el mercado marcas como Dynamisan y otras que no se producen localmente, como High Potency, Dayamineral y Qualivitz. Estos productos también tienen buena salida y se caracterizan por ser más baratos; por ejemplo, 100 comprimidos de Qualivitz cuestan unos $ 300, mientras que 30 de Supradyn unos $ 270. Para estas marcas la zafra suele ser el verano, cuando más personas hacen deporte, aunque otros los compran todo el año y también hay quienes lo hacen en tiempos de exámenes o al empezar las clases.
Los países desarrollados llevan la delantera
"Esto no lo inventamos en Uruguay; en EE.UU. toman vitaminas en damajuanas hace años", exageró el dueño de la farmacia Cielmar, Gustavo Degeronimi, para explicar que el incremento de las ventas locales de estos complejos no es aislado de un fenómeno mundial.
Un estudio avala esta afirmación. Según el Swedish Herbal Institute, un laboratorio sueco especializado en fitomedicina, tanto en EE.UU. como en Europa cerca del 50% de la población los utiliza en su vida diaria, mientras que en América Latina la proporción no supera aún el 3%. Pese a esto, los especialistas aseguran que nada supera a una dieta sana y ejercicios y en varios países no faltan los casos de abuso.
Esto ha inspirado a la Unión Europea a regular la composición, publicidad y venta de estos productos.