AFTER WORK

"Para todo mal, coma pan; para todo bien, también". La inscripción está en el packaging de Atelier Casa de Pan y —ante la duda— vale comprobar qué efecto producen las delicias que elabora la casa que está en Chaná y Jackson.

El local de la esquina está recién inaugurado, aunque las cuatro panaderas —Virginia Giménez, Victoria Medina, Beatriz Villanueva y Micaela Arroyo— contaban con cuatro años de experiencia y habían conquistado paladares desde un emprendimiento anterior.

«Antes estuvimos con Cataleya en Mercado Ferrando», contó Medina, que ahora se instaló en la «esquinita», en un sitio donde se nota el amor que le ponen a cada producto que ofrecen al público. Por ahora la modalidad de Atelier Casa de Pan es de pick up, pero las emprendedoras prevén instalar mesas y también servir café para que sus clientes puedan acomodarse en su panadería artesanal.

«Ofrecemos productos que tienen muy buena aceptación y lo producimos a la vista», detalló Medina, una de las responsables de la iniciativa que tiene tres grandes líneas de trabajo: panadería de fermentación natural, bollería y pastelería.

A la hora de elegir, los panes y focaccias son tentadores. Amasados todos los días, están a la vista, invitan con sus colores y texturas, pero también con un aroma único. Las medialunas (de manteca, esponjosas, bañadas en almíbar de naranja), los clásicos croissants de hojaldre francés y los bizcochos rellenos de —abundante— queso no tienen igual.

En pastelería, también hay variadas opciones: desde un crumble de manzana a una carrot cake que es uno de los caballitos de batalla del Atelier.

Atelier Casa de Pan abre de lunes a sábado entre las 9.00 y las 19.00 horas. Para no llegar a casa de manos vacías, vale comprar como para picotear en la vereda las delicias recién salidas del horno y además llevar un poco más para que llegue algún producto a la mesa. Y si hay fila, tenga paciencia, porque la espera seguro vale la pena.
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