NEGOCIOS
La cadena de EE.UU. desembarca en Nuevocentro como un nuevo jugador en comida rápida.
Crocante, enslice (rebanadas) y para comer al paso en formato de combo. Con esa receta desembarca Sbarro, la cadena de pizzerías de EE.UU., al mercado gastronómico uruguayo como parte de su plan de expansión internacional. La marca —fundada en 1956 y presente en casi 40 países— abrirá en la plaza de comidas de Nuevocentro Shopping a principios de octubre. Ése es solo el primer bocado ya que la firma prevé instalar entre siete y 10 locales en los próximos cinco años.
«¿Qué ofrecemos nosotros? Una forma nueva de comer pizza. Y ahí está uno de nuestros desafíos: impulsar la pizza por slice de estilo americano», apuntó Nicolás Torres, director de Sbarro Uruguay.
El corte de la pizza —cada una tiene unos 35 centímetros de diámetro y rinde seis porciones— es un diferencial de la marca pero no el único. De hecho, Sbarro no busca competir con la muzzarella que se sirve en bares y restaurantes sino que apunta a atender otra situación de consumo.
«La pizzería tradicional es un lugar adonde uno va, se sienta, es atendido por un mozo, pasa un tiempo allí y generalmente va con más gente (…) Nosotros somos otra cosa. Nos vemos más compitiendo en (la categoría de) comida rápida en la cual no hay una cadena de pizzerías desarrollada», explicó Torres. Hasta ahora el rubro fast food o quick service en Uruguay tenía a jugadores globales como McDonald’s, Burger King y Subway por lo que «cuando uno pensaba en comer algo rápido siempre se centraba en la hamburguesa y el sándwich», agregó. El objetivo de Sbarro es poner a la pizza en esa misma categoría.
Para posicionarse, los combos —un slice, pan de ajo (o dos rebanadas de pizza), más bebida mediana— valdrán unos $ 200. El menú contará con otras opciones como el stromboli (rollos de masa de pizza rellenos de jamón y queso o espinaca y queso, por ejemplo).
Si bien la filial uruguaya de Sbarro respetará los lineamientos de la casa matriz, la idea es adaptar la carta de gustos al paladar local. A sabores como pepperoni o ananá, habrá otros clásicos como queso, jamón y con aceitunas.
Además de la calidad del producto —la masa se elabora en el día—, la rapidez de servicio es un atributo de la marca. Para ello, los locales tienen un horno Turbochef que devuelve la pizza crocante y como recién salida del horno, en solo 40 segundos.
Desembarco
La elección de Nuevocentro para la llegada de Sbarro no es casual. La plaza de comidas del shopping cumple con los requisitos de buena ubicación, tránsito constante de público y metraje (cada local ocupa entre 50 y 100 metros cuadrados) que exige la marca.
Aunque el primer local contará con mesas y sillas para sus clientes, la cadena se basa en el take away.
Respecto a próximas aperturas, Torres adelantó que el plan a cinco años es desarrollar entre siete y 10 locales, ubicados en shopping o zonas de alto tránsito. En un paso posterior, la cadena incluso podría subfranquiciar sus locales —sobre todo en el interior del país— para expandir su presencia nacional y abrirse como un formato de negocio para emprendedores.
De hecho, Torres emprendió en 2015 cuando realizó el primer contacto con la cadena. Desde entonces hubo una inversión de tiempo y dinero. En este tipo de operaciones, el valor del canon que se paga por el uso de marca varía entre US$ 10.000 y US$ 20.000 por local, mientras que el royalty ronda el 5% de la venta. Adicionalmente, montar el local demandó una inversión de unos US$ 1.000 por metro cuadrado en decoración y equipamiento.
El proyecto en esta etapa empleará a 15 personas. La capacitación es clave; Torres hizo un entrenamiento de un mes en Miami, donde aprendió sobre la gestión de los locales pero también cómo se prepara la pizza. Previo a la apertura al público, llegará un equipo de Sbarro desde EE.UU. para ensayar con el personal lo que será la atención en un día de operativa normal.
A diferencia del maestro pizzero que se caracteriza por ser el único que sabe la receta, la clave de la cadena «es compartir el conocimiento» para replicar su modelo.