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Una esquina típica de Madrid, pero en Montevideo. La estética y los sabores de Plaza de Chueca evocan a la capital española. El emprendimiento gastronómico, liderado por Santiago Galvez y Mauro Vázquez (CEO de la cadena de tiendas Lemon), surgió en pandemia con una premisa clara: brindar una experiencia que transporte al comensal a una típica taberna madrileña.

La apuesta, que comenzó en mayo con la venta de tortillas españolas, surgió al influjo del crecimiento explosivo del delivery de comida en el contexto de la emergencia sanitaria. El inicio auspicioso llevó al emprendimiento a dar el paso de abrir un primer local al público en Mercado Williman (en septiembre) y un segundo en Mercado Prado (en diciembre).

Ahora el proyecto va a más: en marzo sumará una tercera apertura, la primera a la calle, en la esquina de Pablo de María y Maldonado.

El local tiene 100 metros cuadrados (m2) de salón y unos 60 m2 disponibles en las veredas para colocar mesas. Montar el restaurante demandará una inversión de unos US$ 100.000, estimó Vázquez.

Los planes apuntan a escalar el negocio de cara al futuro.

«Desde el principio, cuando Santi me contó la idea como una cosa entre amigos, muy informal, me pareció que tenía el potencial de escalarse muy rápido si funcionaba bien, como efectivamente está ocurriendo», comentó Vázquez.

De hecho, tanto los líderes del emprendimiento como sus socios están de acuerdo en que Plaza de Chueca no nació con la expectativa de «abrir uno o dos locales». «Tenemos toda la fe en este primer local a la calle, pero la idea es poder abarcar toda la zona de Montevideo en 2021», detalló Vázquez.

El próximo paso es abrir otro punto de venta en el este de la ciudad, probablemente en el barrio Carrasco. En función de las oportunidades de negocio que surjan se evaluarán otras aperturas, agregó. Ciudad Vieja y Pocitos pueden ser opciones a futuro.

Otra faceta para el desarrollo del negocio es el e-commerce; la empresa potenciará ese canal con una nueva plataforma en breve.

Con el nuevo local, los socios confían en ofrecer «la experiencia madrileña completa». «La idea es que la persona entre a un bar como el que puede encontrar en cualquier esquina de Madrid», explicó Galvez.

El menú en este caso constará de una decena de tipos de tortilla, variedades de croquetas, picadas, bocadillos, pinchos, distintos dulces y productos de cafetería. Y todo con un toque español, claro.

Según Galvez, el nuevo restaurante permitirá ampliar la propuesta gastronómica en relación a lo que ya ofrece Plaza de Chueca en las sucursales de los mercados gastronómicos. Allí la marca ofrece 10 gustos de tortillas de papas y cuatro de croquetas. Ambos son los platos fuertes de la casa a nivel de demanda del público.

La propuesta gastronómica maridará con una cuidada puesta en escena que busca realzar la «experiencia madrileña». El local estará decorado con azulejos pintados como es característico de las clásicas tabernas españolas, la selección de mobiliario y la iluminación darán un toque especial al local, coincidieron Galvez y Vázquez. La intención es crear un «ambiente descontracturado y simple, pero donde las cosas se hacen bien», indicó Vázquez.

La obra correrá por cuenta de Estudio Toro, firma de arquitectos que ya se encargó de los trabajos en los dos primeros locales de la marca.

Con esas cartas, Plaza de Chueca apuesta a posicionar a la tortilla de papas, con muchas variedades de sabores, como una nueva opción de comida en Uruguay.