EMPRESAS
La empresa de comercio electrónico sigue la estela de Amazon en EE.UU. y competirá con grandes cadenas en Argentina
Mercado Libre ya definió un nuevo universo donde expandirse. Además de los clasificados online, la venta de productos y el millonario sector de las finanzas digitales, la empresa fundada por Marcos Galperin, hoy valuada en US$ 38.440 millones, aprovechó el escenario derivado de la pandemia del coronavirus para acelerar su avance sobre el negocio de los supermercados.
La compañía había anunciado su hoja de ruta meses atrás, y avanzó con perfil bajo en las últimas semanas, con la introducción de este renovado rubro en su plataforma. Supermercado Libre es el nombre de este segmento, que fue lanzado en México en 2019 y ahora se habilitó en Argentina.
Si bien este negocio había sido confirmado para 2020, desde la compañía admiten que adelantaron el desarrollo por el cambio de hábito de los argentinos por la cuarentena obligatoria que comenzó el 20 de marzo y aceleró la venta online de alimentos y productos de consumo masivo.
«Estamos haciendo crecer el segmento. Este desarrollo es la primera fase de una estrategia orientada a fortalecer nuestra propuesta de productos de supermercado que se estará consolidando en los próximos meses», confirmaron desde la empresa, que planea meterse fuerte en el rubro de acá a fin de año con la expansión a más categorías, como productos de almacén. Por el momento no ofrecen productos frescos.
La apuesta inicial de Mercado Libre, que en el primer trimestre del año facturó US$ 625,1 millones a nivel regional (con un crecimiento del 70,5%), fue el rediseño del sitio y el flujo de navegación para el segmento de bienes de consumo masivo que ya estaban a la venta en la plataforma. De este modo, emula el recorrido en góndolas y categorías y el armado de un carrito de compras, como ya lo presentan otros competidores en el segmento.
Se trata, sin embargo, de un paso que puede cambiar la dinámica del sector: Mercado Libre es el mayor sitio de comercio electrónico de la región, y en el primer trimestre del año vendió más de 105,7 millones de productos. Según informó la compañía, las categorías consumo masivo, junto a insumos de salud y juguetes, fueron las más dinámicas en los primeros tres meses del año, con crecimientos mayores al 100%.
La apuesta de Mercado Libre busca apalancarse en su red logística. Con un centro de almacenamiento propio, ofrece a los usuarios envío a domicilio gratis en compras de más de 2.500 pesos argentinos (US$ 37).
Con esta movida, Mercado Libre está siguiendo los pasos de lo que hizo Amazon en EE.UU. La compañía fundada por Jeff Bezos ingresó de lleno a este mercado con la compra de una cadena tradicional como Whole Foods y el lanzamiento de su propia propuesta de retail, Amazon Go, que funciona en forma 100% automatizada.
Impacto para todos
El ingreso de Mercado Libre al negocio supermercadista podría reavivar las peleas con los gremios por el encuadre sindical de sus empleados. Un primer round se vivió hace un año cuando la empresa se enfrentó con el jefe de los camioneros Hugo Moyano, tras cerrar un acuerdo con la Unión de Trabajadores de Carga y Descarga por los 80 operarios de su centro de distribución.
Por su parte, la Bancaria también cargó contra Mercado Libre cuando anunció el lanzamiento de su servicio Mercado Pago. Ahora la gran batalla pasará por ver si el nuevo supermercado quedará encuadrado bajo el Sindicato de Comercio, que ya tiene un pie en la firma.
El avance de la compañía también puede sacudir a los grandes supermercados, muchos de los cuales ya comenzaron a desarrollar aceleradamente su venta online.
El líder es Coto Digital, que ya representa el 7% de la facturación de la cadena. A fines del año pasado, su dueño Alfredo Coto anunció su decisión de potenciar sus ventas online con el lanzamiento de la plataforma Coto Web, que buscará posicionarse como un marketplace, con la mira puesta en Mercado Libre y Amazon.
La venta online de alimentos vivió una explosión con la cuarentena. En promedio, las entregas se cuadruplicaron, aunque las cadenas reconocen que si el servicio no creció más fue porque tuvieron que restringir la toma de órdenes de compra porque no dan abasto para afrontar todas las entregas.