El magnate compra negocios, los mezcla en un solo conglomerado y separa solo los más exitosos.
Pregunta rápida: ¿Qué compañía generó más valor para sus accionistas en los últimos 20 años: Disney, Microsoft o InterActiveCorp (IAC)? Si respondió Disney o Microsoft, como la mayoría, está equivocado. La respuesta correcta es IAC, la ensalada de negocios de Internet de Barry Diller, que por mucho tiempo vivió a la sombra de gigantes como Amazon y Facebook.
Diller, pintoresco magnate de los medios convertido en evangelista de Internet de los primeros tiempos, de cierto modo construyó accidentalmente un modelo de negocio único: comprar empresas digitales, mezclarlos en un solo conglomerado y después separar los más exitosos, como el Grupo Match, compañía de citas en línea que lanzó su oferta pública inicial en noviembre, después de haberse desprendido de IAC. Match ahora tiene un valor de mercado de unos US$ 3.700 millones.
En 2008, Diller inició el gran experimento de separar IAC, que está radicada en Nueva York. De ahí salieron Expedia, TripAdvisor (desprendimiento de Expedia), Ticketmaster, LendingTree, Grupo Interval Leisure, HSN y ahora Match. En ese tiempo se consideraba que IAC estaba sufriendo de lo que algunos escépticos llamaban el "descuento Diller". Un artículo publicado en 2006 en la revista Barron’s, titulado "El dilema de Diller", sostenía que los bienes de IAC estaban muy subvaluados como conglomerado, pero incluso cuando empezó a dividir la compañía, las acciones de los desprendimientos al inicio estuvieron bajas.
Pero ahora las cifras cuentan otra historia. Si usted invirtió US$ 1.000 en IAC en agosto de 1995, cuando Diller inició el negocio —en la culminación del auge del punto com (que acabó por reventar)—, ahora usted tendría unos US$ 16.000, suponiendo que hubiera reinvertido los dividendos y conservara las acciones de las diversas compañías desprendidas de IAC. En cambio, si hubiera invertido US$ 1.000 en un fondo que siguiera al índice Nasdaq, ahora tendría unos US$ 4.800. Con Diller le hubiera ido más de tres veces mejor.
"Yo no tenía ninguna idea en la cabeza", aseguró Diller en una entrevista cuando se le preguntó si se había propuesto seguir este inusual modelo de negocios desde el principio. "Todo lo que he hecho es poner un pie enfrente del otro". Pero agregó que sí reconocía que IAC podía actuar como una especie de «volante central" para crear, comprar y financiar compañías para después desprenderlas. Se le ocurrió, reveló, cuando estaba hablando con el director general de Ticketmaster, que entonces, a mediados de la década pasada, era una compañía totalmente propiedad de IAC.
"Me di cuenta de eso" cuando el director de la unidad "llegó a mi oficina y me dijo que quería invertir dinero en tecnología y quería mi aprobación", relató Diller, pues esa inversión reduciría las ganancias operativas a la mitad. "Yo le dije: ‘¿Quieres decir que yo soy como tu papá y vienes a pedirme permiso de hacer esto?’".
Ese momento Diller decidió que el negocio estaría mejor como una entidad autónoma en el mercado público. Y así empezó lo que convirtió a IAC en una fábrica de empresas desprendidas. "En realidad soy un anti-aglomerante", afirmó Diller.
Él no es el único director general de medios cuyas tácticas anti-aglomerantes le han dado resultados. A otras tres compañías que se han desprendido activamente de bienes —Dish Network, Time Warner y Liberty Media— les ha ido aún mejor que a IAC en el mercado accionario.
Y los estrategas de Wall Street dicen que lo mismo podría aplicar otro gigante de Internet, Google, que recientemente reorganizó su estructura corporativa.
Pese a todos los desprendimientos, IAC sigue siendo un monolito de unas 159 marcas digitales, como Ask.com, About.com, Vimeo, Collegehumor.com, Dictionary.com y The Princeton Review. Hace pocas semanas, IAC intentó una adquisición hostil de Angie’s List, un repositorio en línea de reseñas sobre proveedores de reparaciones caseras y otros servicios. En su carta a la junta directiva de Angie’s List, IAC afirma que consideraría combinar Angie’s List con su negocio HomeAdvisor. Parece que Diller está buscando su próximo desprendimiento. The New York Times

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