El Liverpool domina la Premier League al cabo de la primera mitad de la temporada; le lleva seis puntos a sus más inmediatos perseguidores, Nottingham Forest y Arsenal, y tiene un partido pendiente, por lo que puede ampliar su ventaja.

El arrollador inicio del equipo dirigido por el técnico holandés Arne Slot (14 victorias, cuatro empates y una derrota) tiene como gran figura al delantero Mohamed Salah. El egipcio ha anotado 17 goles en el campeonato inglés y otros dos en la Champions League, donde los Reds son el mejor equipo de la competencia hasta el momento.

Salah es el «faraón» del Liverpool tras su llegada a Anfield en 2017. Sus 178 goles y múltiples títulos con el club -que incluyen una Champions y una Premier- lo han encumbrado al estatus de ídolo, convirtiéndose además en una de las estrellas que han consolidado la popularidad de la liga inglesa alrededor del mundo. Esta fama se refleja en sus redes sociales, donde «Mo» acumula unos 100 millones de seguidores. De hecho, sus 64 millones de followers en Instagram, lo convierten en el jugador de la Premier más popular en esa red social.

Esa combinación de éxito, notoriedad y buena imagen es lo que buscan las marcas en su afán de acercarse a los consumidores, lo que ha convertido a Salah en uno de los jugadores más codiciados por los equipos de marketing de distintas empresas de gran calibre.

Foto: AFP.

En la actualidad, el delantero representa a Adidas (es figura recurrente de sus campañas; una de ellas proyectó en 2021 su cara en el espectacular Burj Khalifa de Dubái), a la telefónica Vodafone (es su embajador en Egipto y Medio Oriente), así como a Pepsi, Uber, Oppo, DHL y Gucci, entre otras marcas. Esos acuerdos de patrocinio le reportaron al jugador US$ 18 millones el año pasado, cifra que se sumó su salario anual de US$ 35 millones, según detalla la revista Forbes. Los US$ 53 millones que cobró el año pasado lo colocaron entre los ocho futbolistas mejor pagados del mundo del 2024, un lista que encabeza el astro portugués Cristiano Ronaldo (US$ 235 millones).

La fortuna que el «11» genera fuera de la cancha no hace más que aumentar. Salah UK Commercial Limited, la empresa que gestiona una parte de los negocios fuera del fútbol que tiene el jugador, ganó 25 millones de libras esterlinas en el año fiscal cerrado en junio de 2023, frente a los 19,8 millones de 2022.

Además de facturar a través de sus apariciones comerciales, Salah también obtiene beneficios invirtiendo una parte de sus millones en desarrollos inmobiliarios. Su empresa MOS Real Estate posee múltiples propiedades en Inglaterra.

No todo el dinero que gana Salah termina en su cuenta bancaria. El jugador es reconocido por sus acciones de filantropía, especialmente sus donaciones a distintas instituciones, como hospitales y escuelas, en su pueblo natal, Nagrig.

El «faraón» del Liverpool es un crack dentro y fuera de la cancha.

Futuro incierto

A pesar de ser un ídolo indiscutido del Liverpool y de su gran rendimiento, esta temporada podría ser la última del delantero egipcio en el club de Anfield. El contrato del jugador expira el próximo 30 de junio y existen dudas acerca de su continuidad, ya que el propio Salah ha señalado a lo largo de la primera mitad de esta campaña, que podía estar viviendo sus últimos momentos con el equipo.

A principios de diciembre, la prensa informó que Salah se acercaba a renovar con el club, lo cual fue desmentido por el futbolista. «Todavía estamos muy lejos» de un acuerdo, reiteró esta semana.

Max Rossi

El egipcio inició su exitosa etapa en el equipo de Anfield en la campaña 2017-2018, tras firmar un contrato por cinco temporadas. En julio de 2022 se renegoció el acuerdo, prorrogándolo hasta junio de 2025 y dándole a Salah un sueldo anual de US$ 35 millones. Así, se transformó en el jugador mejor pagado de la historia del club.

La carrera profesional del goleador comenzó en el Basilea (Suiza) en 2012; dos años después pasó al Chelsea y recaló en Roma en 2015.

Los próximos meses serán decisivos no solo para ver si el sueño de los Reds de ganar la liga se concreta, sino también para determinar si el futuro del mítico «11» está en Anfield o lejos de allí.