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Diego Ferreira

Blockchain, la tecnología sobre la que se sustenta el bitcoin, es proclamada como el futuro para muchas industrias y negocios. El coleccionismo se sumó a esa lista, ante el entusiasmo que las «figuritas digitales» basadas en ese desarrollo ha despertado tanto en los fanáticos de los deportes como en un cada vez más amplio grupo de inversores que incluye atletas, clubes y ligas de fama global.

Este furor tiene su origen en la sigla NFT —token no fungible, en inglés—, un concepto que define a activos digitales que al contar con tecnología blockchain aseguran su autenticidad y las hacen imposibles de alterar o copiar.

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Este nuevo coleccionismo digital explotó entre los seguidores más jóvenes del basquetbol estadounidense. La NBAy su plataforma de NFT, Top Shop, han sido pioneros de esta tendencia. Desarrollados por la empresa tecnológica Dapper Labs, los «NBA Top Shop Moments» son clips de repeticiones de jugadas que se venden en el sitio como si fueran figuritas y en ocasiones a precios insólitos.

En febrero, Jesse Schwarz, un fanático de LeBron James, desembolsó US$ 208.000 para quedarse con un NFT que muestra al astro de Los Angeles Lakers protagonizando una espectacular hundida.

Al igual que con las clásicas figuritas impresas, las piezas de Top Shop se venden en forma individual o en paquetes. Aquellos NFT de edición limitada, y por ende más difíciles de conseguir, son los que logran un mayor valor de venta y reventa.

Desde su estreno en octubre, Top Shop no ha hecho más que crecer. La plataforma conquistó a más de 250.000 fanáticos activos, ya superó los 3 millones de transacciones y registró ventas estimadas extraoficialmente en US$ 400 millones.

En paralelo, los equipos comienzan a explotar esta fiebre de coleccionismo digital. Los Golden State Warriors anunciaron a fines de abril el lanzamiento de sus NFT, en este caso no vinculados a clips de video sino a objetos físicos: réplicas de los anillos de sus seis campeonatos de NBA, y entradas de los 10 partidos más importantes de la historia de la franquicia. El merchandising se subastó el 1º de mayo con fines benéficos y solo se podía pujar por los ítems con la criptomoneda Ethereum.

Los jugadores de la NBA no se han quedado atrás; la estrella de los Portland Trail Blazers, Damian Lillard, lanzó su propia colección de NFT, mientras que otras figuras como Kevin Durant y Klay Thompson han invertido en Dapper Labs en los últimos meses. A fines de marzo, la compañía superó los US$ 350 millones de capitalización, según el sitio The Verge.

Entretanto, la compañía ya tiene un acuerdo firmado con el Ultimate Fighting Championship (UFC) para aplicar su tecnología blockchain a productos coleccionables.

Este «boom» está atrayendo el interés de grandes equipos y deportistas más allá de la NBA.

El ídolo del fútbol americano Tom Bradycofundó una compañía de NFT llamada Autograph que venderá imágenes digitales propias y de otros deportistas y celebridades, indicó CNN.

Poderosos clubes de fútbol como Real Madrid, Liverpool, París Saint-Germain, Bayern Múnich o Juventus se han asociado con la compañía francesa Sorare, donde los futbolistas del Barcelona Gerard Piqué y Antoine Griezmann y los exjugadores Oliver Bierhoff y Rio Ferdinand ya son inversores. El producto estrella de la empresa es un juego virtual que combina los rendimientos de los jugadores de carne y hueso con cartas digitales de NFT.

La tecnología está llevando al coleccionismo al siguiente nivel.