Oriundo de Rivera, con raíces muy cercanas al campo, el uruguayo Francisco Ramírez hoy vive en España donde trabaja como operations manager para España y Portugal en Cotecna, multinacional suiza líder en análisis e inspecciones de mercancías.
Con 30 años, tiene a su cargo 10 personas en forma directa y otras 50 de manera indirecta. En paralelo, está culminando un Executive MBA mientras cursa un posgrado en Análisis Ambiental y Huella de Carbono y es voluntario en la Asociación Española de Huella de Carbono.
El camino que ha recorrido desde su Rivera natal a Barcelona tiene como base un denominador común: tomar cada desafío como una oportunidad para crecer.
Esa trayectoria la resume en las palabras que su madre le dijo cuando era niño y que aplica en cada momento de su vida: «Lo que te propongas, con fe, lo vas a conseguir». La elección de la frase no es casual. Se la mencionó cuando, a sus cuatro años, afrontó el que tal vez haya sido su mayor reto, vencer un cáncer. «Me diagnosticaron un linfoma de Hodgkin, un tipo de cáncer que se desarrolla en el sistema linfático», recordó. Los médicos, por un lado, la Fundación Peluffo Giguens, por otro, lograron que pudiera salir adelante, y fue entonces que acuñó esa máxima como forma de vida.
Consecuente con ese mensaje, en 2007, y con tan solo 15 años, decidió que era momento de trazar su propio camino lejos de sus padres y su ciudad. «La idea fue mudarme a otra ciudad para estudiar un bachillerato agrícola forestal y vivir como pupilo en un internado en Tacuarembó», dijo.
Según comentó Ramírez, esa experiencia lo transformó para siempre. Como de lunes a viernes compartía tiempo y vivencias con casi 50 jóvenes y seguía un estricto régimen de horarios, aprendió a ser organizado. En ese período, también se desarrolló en tareas relacionadas al agro como el trabajo en el tambo, el cuidado de huerta y las labores en el taller de maquinaria y forestación.
Tres años después, a sus 18 años y con el diploma de Bachiller Tecnológico Agrícola Forestal bajo el brazo, Ramírez decidió cursar una Tecnicatura Agrícola Ganadera en una escuela agraria de Sarandí Grande, epicentro de la lechería en Uruguay. Y esa experiencia le permitió conocer de primera mano todo lo referente a la producción agropecuaria.
Fue entonces cuando se propuso dar un paso más, y además de independencia de espacio, decidió que era hora de concretar la independencia económica. «Los fines de semana trabajaba en diversos tambos de la zona, en esquilas, entre otras tareas», indicó.
De pyme al exterior
En 2013 se graduó como Técnico Agrícola Ganadero y según recuerda, no tenía otro horizonte que ser administrador de alguna estancia pero el destino le tenía otro plan. La empresa «El Cimarrau» en Ombúes de Lavalle, Colonia, le ofreció unirse a su equipo de Investigación y Desarrollo (I+D) en la producción de soja bajo riego, un giro «inesperado» y «muy desafiante» para su formación y carrera. «Marcó el inicio de una nueva etapa donde pude aplicar mis conocimientos de forma práctica en un campo que iba más allá de mis experiencias y expectativas iniciales», resaltó.
Pero la empresa se fundió y Ramírez, una vez más, encontró un escollo que logró transformar en una oportunidad. Ingresó como comercial para acopio de granos en Palmitas (Soriano) en la multinacional estadounidense ADM, especializada en la venta de cereales y oleaginosas. Aunque no tenía experiencia en el mundo comercial de commodities, aceptó para aprender. En ese afán de crecimiento profesional realizó el Programa de Dirección Comercial de Agronegocios en Universidad ORT. Los frutos de sus esfuerzos se vieron reflejados en los resultados. La empresa superó varios récords de negocios en la región oeste del país.
Tras esta etapa y a sus 25 años, le llegó una oportunidad diferente: su primera experiencia en el exterior en The Grain Leader (en Paraguay). Aceptó y allí conoció a su actual esposa. En 2019 retornaron a Uruguay y Ramírez se sumó al equipo de Garmet, firma comercializadora de cereales del Grupo Pérez Companc. A fines de 2022 decidieron darle otro impulso a sus carreras y se mudaron a España, donde, desde junio de este año Ramírez es parte de la multinacional suiza.
En solo 10 años, pasó por empresas familiares, multilocales y multinacionales, y según asegura «todo es fruto de la preparación». «El que se prepara, estudia y trabaja, es el que mejor visualiza lo que quiere y percibe mucho antes las oportunidades que se le presentan», cerró.