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El este metropolitano, el punto donde se fusionan Carrasco y el sureste de Canelones que ha cobrado un fuerte impulso inmobiliario en los últimos años, será escenario de un nuevo emprendimiento —esta vez, de la mano del estudio Kopel Sánchez— que implica en una primera etapa una inversión de US$ 20 millones.

Ventura Carrasco Tower contará con 19 niveles y 158 apartamentos, y se erigirá en el predio aledaño al edificio Faros de Carrasco en el límite entre ambos departamentos.

La nueva torre busca atender una «demanda insatisfecha» de monoambientes y apartamentos (de uno a cuatro dormitorios) con una propuesta más accesible que los proyectos que han caracterizado la expansión de Carrasco hacia el Este, según explicó Sebastián Sánchez, socio del estudio Kopel-Sánchez.

El producto está dirigido a residentes y familias jóvenes, así como a personas que trabajan enempresas de Carrasco, Parque Miramar o que están instaladas en Zonamerica, pero que no han podido acceder a una vivienda en esas zonas por su alto costo (la nueva torre maneja precios de US$ 98.000 para un monoambiente y de US$ 126.000 para una unidad de un dormitorio con cochera incluida).

Esas características, sumado a «bajos gastos comunes» y un amplio abanico de servicios y amenities, hacen del proyecto un «disruptor a lo que es la oferta de la zona», aseguró Sánchez, y recordó que la obra será el primer gran emprendimiento del estudio en Canelones.

Detectar un mercado potencial fue un punto de partida para encarar el proyecto. La eliminación del tope en los precios de las obras amparadas en la ley de vivienda promovida también jugó a favor.

Otro factor que inclinó la balanza fue el rol de la Intendencia de Canelones (IC), que actuó como un aliado en el proceso. «A ellos les interesó que viniera un grupo acostumbrado a hacer y no solo a proyectar», destacó Sánchez.

Julio Filippini, director general de la Agencia de Promoción a la Inversión del gobierno de Canelones, subrayó la relevancia de este proyecto que «es más que un edificio» y que se enmarca en la «puerta de entrada» al departamento.

El funcionario agregó que el desarrollo inmobiliario impactará en la creación de empleo durante su construcción así como con la instalación de servicios en la zona. Esa característica permitió que el emprendimiento se acogiera a un plan de beneficios y exenciones extra dispuesto por la IC para promover la inversión durante la pandemia.

La construcción de la torre significa además un impulso para el Parque Lineal Metropolitano, un espacio urbano que se proyecta en los alrededores del complejo.

La obra se desarrollará en dos etapas: la primera, que comenzará en marzo o abril se abocará a la torre de apartamentos; un año después se iniciará la segunda, centrada en un zócalo de cuatro niveles con comercios, viviendas y un wine bar en la terraza del cuarto piso.

Los apartamentos —todos con terraza— ofrecerán vistas al lago, a la rambla, a la zona este y a Montevideo.

Los servicios y amenities son un diferencial del proyecto, aseguró Sánchez. Por su espacio y diseño, la entrada de la torre evoca al hall de un hotel (incluso contará con conserjería). En la primera planta funcionarán un business center, un cowork, un salón de encuentro y un handyman room donde los residentes tendrán acceso a herramientas y maquinarias manuales.

En el entrepiso se prevé un salón de juegos para adultos y otro para niños, lavandería, gimnasio y área de housekeeping. La planta albergará salones para maquillaje, peluquería y barbería y masajes.

Esos servicios son parte del sistema de pago por uso; esto permitirá que los residentes solo paguen por los beneficios que utilicen, explicó Sánchez.
Quienes quieran disfrutar de actividades al aire libre podrán organizar reuniones en un quincho con barbacoa, parrillero y estufa exterior, darse un chapuzón en la piscina o aprovechar la huerta orgánica.

La primera fase del desarrollo inmobiliario tendrá una duración estimada de 30 meses por lo que la torre quedaría terminada hacia fines de 2023.