ORT y Santander crearon una preincubadora de empresas

Una vuelta de tuerca más ajusta ahora, al menos desde el ámbito universitario, el mecanismo de generación de emprendedores, ítem subrayado como pocos en la agenda empresarial del país. Es que la Universidad ORT, con el apoyo del Banco Santander, inauguró ayer el Centro de Emprendimientos Tecnológicos (CET) con el objeto de impulsar la innovación de base tecnológica mediante el asesoramiento para la creación de emprendimientos concretos. La idea es bajar a tierra una idea y desarrollar luego el plan de negocios que la haga económicamente viable.

El CET que es el primero de su tipo a nivel de claustro privado, nace precisamente para cubrir el déficit de apoyo a emprendedores en la etapa de "preincubación", y por tanto dirigirá su apoyo a propuestas generadas por estudiantes y egresados de esa casa de estudios, vinculados con la comunicación audiovisual, el diseño gráfico, industrial y de modas, la electrónica, software y sistemas de información, telecomunicaciones y videojuegos.

"Porque, básicamente, estas son las áreas en las que está puesta la mira del inversor y las que reciben mayor apoyo por lo menos de los organismos internacionales y del Estado", aseguró el director del Centro, el ingeniero Luis Silva Domingo.

Es en este contexto que el Banco Santander compromete un activo apoyo al CET instalado en la ORT. En una primera etapa, que se extiende por dos años, los montos comprometidos por ambas instituciones alcanzan U$S 1,2 millones. Para el Santander, "el apoyo a las universidades es el principal puntal en sus programas de responsabilidad social, en el entendido y la convicción de que se trata de una apuesta al crecimiento y desarrollo individual y social. El Programa Universidades del banco -señaló su director Fernando Díaz-, está dedicado, además, muy especialmente al trabajo con centros de emprendedores, "ya que son éstos en quienes se reflejan e identifican los valores de innovación y liderazgo propios de la institución".

La estrategia de la ORT, trazada incluso a nivel curricular en las distintas facultades, procura reforzar la promoción de profesionales emprendedores, para los cuales el propio emprendimiento no sea una opción secundaria a la de ser empleado. "El plan de negocios comercial, real, económicamente viable, se experimenta en el propio Centro a través de localizar y trabajar con un cliente real", explicó Silva Domingo.

En la etapa de preincubación, se arman planes de negocios efectivamente comerciales, no académicos o teóricos, subraya animado el ingeniero, quien asegura que las empresas preincubadas quedan, tras su experiencia, prontas en la pista de lanzamiento para poder ser incluidas luego en una incubadora propiamente dicha, integrar un polo tecnológico, o concursar por un capital semilla, de riesgo, o financiamiento bancario.

Las propuestas que podrán presentar equipos integrados con al menos un estudiante o graduado de la ORT se presentarán en forma cuatrimestral en la Oficina de Vinculación Universidad-Empresa de la Facultad de Ingeniería. La fecha límite en esta primera instancia es el 3 de setiembre y, dada la demanda prelanzamiento, será limitada.