Las olas constantes y masivas de turistas uruguayos que viajan a Argentinapara aprovechar ladiferencia cambiaria están provocando un fuerte dolor de cabeza al comercio uruguayo, que ve cómo los clientes que antes visitaban sus locales están gastando el dinero del otro lado del charco. Uno de los sectores que ve con claridad este fenómeno son las farmacias.
«En general, (la brecha cambiaria) está impactando bastante fuerte, sobre todo en los productos de cosmética y en los de higiene personal», comentó Gonzalo Miranda, director de Pigalle y representante de la Cámara Uruguaya de Farmacias y Afines (CUFA), que congrega a las cadenas del rubro. Las empresas con más espalda financiera sienten menos el golpe, aunque observan que el impacto comercial, que estaba más focalizado en el litoral con caídas en las ventas de entre 20% y 40%, «se está contagiando» a otras zonas del país, incluido Montevideo, amplió Miranda.
Para San Roque, uno de los mayores jugadores del rubro, el litoral -donde tiene 11 locales- representa casi el 20% del total de la facturación de la empresa. En esa región sus ventas han caído un 20% y ya no solo afectan a los productos de tocador -que mermaron más de un 30%- como ocurría el año pasado. «En los últimos meses, con creciente intensidad, se nota una retracción en las ventas tanto a nivel de rubros como de regiones», evaluó Nicolás Stanham, gerente general de la compañía. «Las más afectadas son las categorías donde la industria argentina es fuerte y las diferencias de precio son mayores (como cuidado personal) pero también hay un impacto significativo en dermocosmética, cosmética y también en medicamentos».
Ante la consulta de El Empresario, Farmashop, otro de los actores clave del rubro, se remitió a la CUFA. En tanto, el Centro de Farmacias, que reúne a negocios independientes de Montevideo, se excusó de participar de la nota.
En Farmacity, la cadena argentina que desembarcó el año pasadoa través de un acuerdo con IBF Negocios -empresa propietaria de la cadena FarmaGlobal-, aseguraron que los niveles de venta se han mantenido en «constante crecimiento» a pesar del actual contexto. «Sin perjuicio de ello, es cierto que nuestro sector está sufriendo un importante impacto producto de la coyuntura cambiaria con Argentina», reconoció Matías Silva, gerente de Farmacity Uruguay.
Las farmacias del interior enfrentan un panorama más complicado que las grandes cadenas.
El «efecto Argentina» es «impresionante» y «nos da incertidumbre porque sabemos que esto no va a terminar en noviembre con las elecciones» en el país vecino, señaló Ivonne Moreno, presidenta de la Asociación de Farmacias del Interior (AFI), gremial que reúne a 400 socios. «No hay solución para frenar lo que entra desde Argentina», recalcó.
«En algunos lugares se ha incrementado hasta un 70% (la caída) en medicamentos y perfumería», indicó Ivonne Moreno, presidenta de la Asociación de Farmacias del Interior.
Según Moreno, el pasaje de productos a través de la frontera con Brasil es otra preocupación para los comerciantes uruguayos.
De acuerdo con un relevamiento de la AFI realizado a mediados del año pasado entre sus afiliados, las ventas de medicamentos habían disminuido un 20%. Para diciembre, en un segundo análisis, constataron que la evolución del rubro perfumería y cosmética se había estancado. Desde entonces, la situación no repuntó. «En algunos lugares se ha incrementado hasta un 70% (la caída) en medicamentos y perfumería», indicó Moreno.
Esas ventas se trasladaron a Argentina. Moreno explicó que los turistas uruguayos están habilitados a traer productos comprados en el exterior por un valor de hasta US$ 300, lo que «en este momento es una fortuna» en Argentina.
Algunos consumidores ni siquiera salen del país. En el litoral se dan «pedidos a domicilio a Argentina desde el lado uruguayo», contó Miranda.
Revertir la tendencia
Las farmacias uruguayas intentan paliar la situación con descuentos y promociones, entre otras acciones. Farmacity destacó también su oferta con más de 1.000 productos de marcas propias que apuntan a una «excelente relación calidad-precio», dijo Silva. Mientras, Stanham, de San Roque, acotó que «la trayectoria de la marca y el vínculo prolongado en el tiempo con los clientes son un paliativo ante esta situación tan desfavorable».
Pero, estrictamente al comparar precios, las diferencias hoy son insalvables, con variaciones que llegan hasta un 300% o 400% menos. Esto incentiva a los uruguayos que cruzan a Argentina a comprar stocks suficientes para cubrir el consumo de varios meses o incluso de un año, según el tipo de producto.
En Uruguay, unas gotas para la presión ocular pueden costar unos 1.500 pesos, mientras que en Argentina se consiguen a 50, entonces cubrir el consumo de un año es mucho más barato que comprar una sola caja para un mes en el mercado local, ejemplificó Moreno. «¿Con qué vamos a competir contra eso? No hay manera», se lamentó.
Las dificultades que afrontan las farmacias suman un fenómeno que se potenció con la diferencia cambiaria con Argentina: el contrabando de productos no para consumo personal, sino como negocio. El catálogo abarca desde dentífricos y cepillos de dientes a cremas, jabones y desodorantes.
«El problema más grande es la mercadería que pasa para ser revendida», enfatizó Miranda.
Como muestra de este avance del contrabando, en el mercado local se venden medicamentos que vienen en presentaciones y con marcas distintas a las que se comercializan en Uruguay.
Más allá del impacto comercial, las farmacias subrayan los riesgos a nivel sanitario que implican esos productos.
«La principal preocupación respecto de los productos de contrabando es la falta de controles con la que llegan los medicamentos. La mayoría de los que ingresan son de laboratorios que no están registrados en nuestro país, se desconoce la trazabilidad de dichas drogas, cómo han sido almacenados y mucho menos de qué origen proceden», advirtió Silva.
Por eso, las farmacias tienen como principal planteo que las autoridades apliquen mayores controles al contrabando y, en particular, al ingreso de medicamentos no registrados en el país. Con esa intención han tenido contactos y reuniones con el Ministerio de Salud Pública (MSP) y la Dirección Nacional de Aduanas (DNA) con el apoyo de la Cámara Nacional de Comercio y Servicios (CNCS).
Las empresas ven señales positivas en esa dirección y citan un reciente operativo realizado en Atlántida por el Grupo de Respuesta e Inteligencia Aduanera (GRIA), que contó con la ayuda de la AFI y permitió incautar medicamentos argentinos ingresados de contrabando por valor de 400.000 pesos.
En el mediano plazo, las farmacias estiman que la diferencia cambiaria seguirá siendo significativa por al menos un año más.
Mientras, la caída del negocio hace que algunos actores estén trabajando con el mínimo personal indispensable y no incorporen personas a sus equipos, ni siquiera para llenar vacantes.
Moreno comentó que la AFI planteará al Ministerio de Trabajo (MTSS), la posibilidad de que se instrumente un seguro de paro especial para los trabajadores de farmacias, con especial foco en los de las fronteras.
Miranda concluyó que la actual coyuntura «está afectando más a las farmacias chicas y seguramente van a quedar actores por el camino».
Receta Digital Nacional
Las farmacias ven una creciente competencia en la venta de medicamentos. Nicolás Stanham, gerente general de San Roque, marcó que «las mutualistas han limitado la entrega de las recetas médicas a los pacientes, lo que hace más difícil que la dispensación termine en las farmacias, aún cuando en muchos medicamentos ofrecemos mejores precios que el sistema mutual». El mutualismo concentra más del 60% de la venta de medicinas (excluyendo los entregados desde ASSE), acotó.
«En ese sentido, estamos expectantes a lo que suceda con el proyecto de Receta Digital Nacional (RDN), que aportaría mayor transparencia al sistema, daría libertad al paciente a la hora de elegir y permitiría una mejor trazabilidad de los medicamentos dispensados», señaló el ejecutivo.
La RDN funcionaría en base a «la nube», adonde los prestadores de salud subirían las recetas médicas digitales y luego las farmacias (comunitarias y de mutualistas) accederían al sistema para dispensar el medicamento al paciente.