The New York Times

Más de tres años después de que Elon Musksorprendiera a la industria automotriz con Cybertruck, una camioneta eléctrica que parecía más un avión caza furtivo que un medio de transporte para civiles, Teslaanunció a fines de enero que la producción del vehículo comenzará oficialmente a fines de 2023.

El anuncio ha ayudado a impulsar una recuperación en el precio de las acciones de Tesla, pero también revivió un debate sobre si la camioneta, cuyo inicio de producción fue varias veces pospuesto, es una obra de genio o evidencia la arrogancia de Musk, el famoso CEO de la compañía.

Con su cuerpo angular de acero inoxidable, la Cybertruck es un intento de redefinir radicalmente el concepto de camioneta. En su presentación, la compañía confirmó que una de las versiones del vehículo tendrá la capacidad de remolcar cerca de 6.500 kilos, y acelerar más rápido que un Porsche 911. Además, sus puertas se abrirán automáticamente cuando el conductor se acerque.

La camioneta es un proyecto importante porque será el primer vehículo de pasajeros nuevo de Tesla en tres años y podría ayudar a dar vida a una línea de modelos que algunos compradores consideran anticuada. Los fabricantes de automóviles establecidos como Ford, General Motors y Hyundai han lanzado varios modelos eléctricos nuevos desde que el Modelo Y, el automóvil más reciente de Tesla, salió a la venta a principios de 2020.

Pero la Cybertruck está tan atrasada que algunos expertos en automóviles se preguntan si es otro caso de la inclinación de Musk por llevar los límites tecnológicos al borde del desastre. En 2018, su determinación de construir una línea de ensamblaje altamente automatizada para el sedán Model 3 lo llevó a un «infierno de la producción», al punto que consideró cerrar la empresa en lugar de optar por prácticas de fabricación más estándar.

Esta vez es el uso de acero inoxidable para la carrocería del Cybertruck lo que tiene a los expertos desconcertados. Este elemento resiste la corrosión y no necesita una capa de pintura, lo que elimina costos y la necesidad de recubrimientos químicos tóxicos para el medioambiente. Pero también es caro y difícil de moldear y soldar. Además, suele ser más pesado que el acero utilizado en la mayoría de los demás autos.

Solo una compañía de automóviles ha intentado producir en masa un vehículo con una carrocería de acero inoxidable: DeLorean, que quebró después de construir menos de 10.000 autos y que son mejor conocidos por en las películas de Volver al futuro.

«La insistencia en el acero inoxidable es una manifestación de la creencia de Musk de que tiene una comprensión única del mercado y que le comprarán cualquier cosa que él ofrezca porque proviene de su mente», dijo Patrick McQuown, director ejecutivo de emprendimiento en la Universidad de Towson en Maryland.

El acero inoxidable cuesta más que el utilizado en la mayoría de los automóviles porque contiene cromo y, a menudo, otros ingredientes, como níquel y molibdeno, que tienen una gran demanda. La tendencia del acero inoxidable a recuperar su forma original significa que no se puede estampar en los guardabarros y otras partes tan fácilmente como el acero más flexible que usan la mayoría de los autos. Además requiere técnicas especiales de soldadura.

Tyrone Siu/REUTERS

Estos desafíos probablemente ayuden a explicar por qué Tesla lleva dos años de retraso en la fabricación del Cybertruck.

«Tesla cree que puede resolver cualquier problema y no tiene que aprender de nadie más, y luego se quedan atrapados en un rincón», criticó Raj Rajkumar, profesor de ingeniería en la Universidad Carnegie Mellon.

Tesla dijo en un informe de ganancias en enero que comenzaría a producir el Cybertruck antes de finales de este año. Pero Musk matizó esa declaración durante una conferencia telefónica con analistas e inversionistas, diciendo que no se fabricará en grandes cantidades hasta 2024. Cuando Tesla presentó el Cybertruck, dijo que saldría a la venta en 2021.

La empresa casi no ha dado detalles sobre cómo superará los desafíos de trabajar con acero inoxidable, que incluyen la seguridad. El acero utilizado en la mayoría de los automóviles está diseñado para deformarse en caso de choque, absorbiendo energía y protegiendo a los pasajeros. El acero inoxidable no se arruga tan fácilmente, lo que los expone a una mayor fuerza del impacto.

Hay indicios de que la Cybertruck utilizará una fórmula de acero inoxidable igual o similar a la utilizada porSpaceX, la compañía de cohetes de Musk. Charles Kuehmann, vicepresidente de ingeniería de materiales de SpaceX, tiene el mismo cargo en Tesla. Antes había cofundado QuesTek, una empresa de diseño de materiales, y trabajó en el área de diseño de Apple. Su reputación en el uso de nuevos materiales da confianza a algunos expertos en ingeniería de que Tesla superará los retos del acero inoxidable.

Como la única empresa que produce carrocerías de acero inoxidable en masa, Tesla no podrá aprovechar las economías de escala que comparten otros fabricantes. Eso podría hacer que el modelo sea más caro de producir.

Cuando Tesla presentó el Cybertruck, dijo que el precio inicial sería de poco menos de US$ 40.000. Pero se espera que el valor final sea mucho más alto.

Tesla está tomando reservas, que cuestan US$ 100, aunque no ha dicho cuántas consiguió.

Más marcas piden pista

Los compradores están clamando por camionetas eléctricas. Ford dejó de aceptar reservas para su F-150 Lightning, una versión a batería del modelo más vendido, porque no puede hacer que los vehículos sean lo suficientemente rápidos. La startup de vehículos eléctricos Riviantambién está luchando por satisfacer la demanda de su modelo R1T.

Mientras, GM está vendiendo una camioneta Hummer, pero en cantidades reducidas. Y se espera que Chevrolet comience a entregar una Silverado eléctrica este año.

«La ventaja de ser el primero en moverse que Tesla podría haber aprovechado ha desaparecido por completo», dijo Raj Rajkumar, profesor de ingeniería en la Universidad Carnegie Mellon. «Es una gran oportunidad perdida».