No necesitó cumplir 18 años para demostrar que llegó a la madurez. El Punta Tech Meetup, el mayor evento tecnológico de Uruguay, celebró su 17° edición el lunes 13 de enero y demostró que ya juega en las grandes ligas. Unas 2.000 personas concurrieron (500 más que el año pasado) al main event llevado a cabo en el Museo de Arte Contemporáneo Atchugarry (MACA). La jornada empezó a las 16:00 con W Meetup, un espacio con perspectiva de género que en su tercer año convocó a más de 200 profesionales y destacadas speakers como Gabriela Sant’Anna, head de startups de Cubo Itaú y Natalia Jiménez, directora de negocios para Hispanoamérica de Deel.
Luego, desde las 18:00 y hasta pasadas las 23:00, líderes en tecnología, emprendedores, directivos de empresas, fondos de inversión, representantes de gobiernos y centros educativos, que llegaron desde todo el mundo, llenaron al Parque de las Esculturas del MACA.
Pero no fue todo. Durante la semana se organizaron más de 25 eventos satélites al Punta Tech Meetup y en todos se apreció el mismo fenómeno: una mayor convocatoria de lo habitual. Por caso, para el IA Salon, encuentro sobre inteligencia artificial realizado el sábado, se esperaban 80 personas. Finalmente, se inscribieron 300 y pudieron aceptar 150. O el encuentro Welcome to Punta: Cocktail and Vibes, organizado por la aceleradora OurCrowd LATAM Labs y Mana Tech (hub de Miami enfocado en innovación y tecnología que busca ser puente entre la región y EE.UU.) se desarrolló el domingo por la noche y debió cambiar de locación al pasar de 200 a 450 asistentes.
Otra muestra es la presencia de fondos de inversión globales como el japonés Softbank, Bicycle, Kaszek, Valor Capital, Monashees, entre otros.
Startup, IA y educación
Además de las instancias de networking descontracturado que distinguen a Punta Tech Meetup, otro de los puntos fuertes fue la presencia de destacados speakers internacionales.
La primera en subir al escenario fue la experta rusa en capital de riesgo Olga Maslikhova, creadora y conductora del podcast The J Curves, líder en contenidos de emprendimientos de América Latina. La experta compartió su historia desde su salida de Rusia hasta sus inversiones en los cinco continentes, y reflexionó sobre cómo, a veces, las oportunidades «se esconden en un completo caos». Para graficar ese concepto, hizo referencia al paralelismo entre el momento que vivió cuando su país salió del comunismo con la situación de algunos países de América Latina. «Es la historia que argentinos y brasileños conocen muy bien. Nuestra inflación llegó al 2.500%. Todo era impredecible y aprendí una cosa: no esperes a que el mundo tenga sentido, aprende a adaptarte, a moverte rápido y a crear tus oportunidades», recomendó.
Maslikhova, que comenzó en el sector de inversiones en 2008 y en 2013 creó su primer fondo de US$ 5 millones, vivió en varios países de los cuales incorporó diferentes enseñanzas. «En Singapur vi un sistema basado en la confianza y la eficiencia; en India a escalar para comercializar a más de mil millones de personas, y en Japón, que la mayoría de las veces los acuerdos comerciales se cierran por cenas largas y borracheras cuando el último en pie ganó. Y, lo que es más importante: aprendí lo que realmente se necesita para tener éxito en los mercados. Me refiero a la resiliencia, la determinación, la flexibilidad mental y la capacidad para buscar las oportunidades donde el mundo aún no está mirando».
En 2019, y radicada en EE.UU., decidió poner foco en América Latina y sus emprendedores, a los que destaca frente a otros del mundo. «Emprenden en un entorno de alta volatilidad en base a la resiliencia como ningún fundador de Silicon Valley lo ha hecho. La resiliencia en América Latina no es solo una característica; es una forma de vida», aseguró.
Finalmente, compartió cinco consejos para emprendedores. El primero es que los mercados «siempre ganan». «Puedes tener el mejor equipo, la mejor idea, el mejor producto, la estrategia más inteligente, pero si eliges el mercado equivocado, te ganará». La segunda es la necesidad de una venta efectiva. «Incluso con excelentes productos, si no sabes cómo persuadir a tu cliente para que compre, tu empresa no irá a ninguna parte. Y en América Latina el arte de vender a veces se trata de generar confianza», indicó. El tercero es equilibrar una clara visión a corto plazo con un sentido de urgencia a corto plazo. La cuarta lección se centró en la necesidad de ser resilientes y la quinta en que «las historias importan». «Inspiran a la gente, atraen capital y generan impulso», resumió.
La segunda oradora de la tarde fue la periodista y escritora española Marta Peirano, quien abordó los desafíos y los peligros que trae la inteligencia artificial. Según Peirano, una de esas amenazas es la generación de productos que no condicen con la realidad. «Los modelos alucinan, predicen cadenas de palabras que tienen sentido de forma estadística y a veces inventan cosas que no pasan, libros que no existen, autores que no han nacido, acontecimiento de que no ocurrido».
Además, Peirano apuntó a problemas relacionados a la alta demanda energética que repercute en el medio ambiente y la concentración de poder en pocas empresas tecnológicas. «Esa interfaz nos va a acompañar a todas partes y, sin embargo, la va a controlar una sola empresa. A mí esto me parece el gran problema. Estamos en un momento en el que podemos comprar la tecnología de esas grandes empresas y hacer modelos de inteligencia artificial abiertos, compatibles con nuestros sistemas, con nuestra comunidad», reflexionó.
A su vez, adelantó que a raíz de los contenidos falsos, prevé que se disuelvan las grandes redes sociales y se apueste a pequeños grupos donde las personas se relacionen con conocidos. «No habrá un cambio de tecnología, sino de interfaz», opinó.
El último orador fue el armenio Chris Shahinian, director internacional del Centro Tumo para Tecnologías Creativas. En su charla, compartió la filosofía del programa educativo cuyo método se extendió por el mundo, basado en el autoaprendizaje de los alumnos, talleres con tutores y laboratorios de proyectos.
«Ofrecemos cursos en la intersección de la tecnología y el diseño. En diseño, en áreas de habilidades como la realización cinematográfica, la fotografía, incluso la escritura creativa. En tecnología, en robótica, programación y animación, entre otros. Pero lo más importante es que Tumo es un programa gratuito», explicó.
Su filosofía se basa en la «pedagogía de la autonomía» para lo cual aplican dos principios clave: elección e hiperpersonalización. «Ofrecemos suficientes opciones para que descubran cuál es su pasión. Y con el software personalizamos el camino de cada alumno aunque tengan la misma edad y estén sentados uno al lado del otro. En función de sus preferencias, su velocidad, su desarrollo a lo largo del tiempo, nuestro software se adapta a sus necesidades. Y nuestra filosofía es que queremos sacar a relucir el potencial de cada adolescente», subrayó. Otra herramienta es un entrenador de aprendizaje de IA que recopilará millones de datos de alumnos, ofreciendo recomendaciones personalizadas y optimizando los resultados del aprendizaje, mencionó.
Finalmente, Shahinian sostuvo que su plataforma se podría adaptar a la región y adelantó que trabajan en desembarcar en Uruguay el próximo año.
Pasadas las 22:30 del lunes, llegó la hora de la tercera edición de Crypto & Beer, un panel de debate sobre criptomonedas y blockchain. En la primera edición, que se llevó a cabo en 2018, el bitcoin llegó a US$ 19.000, en la segunda (2019) se había desplomado a US$ 3.500. En la pasada jornada, rondaba los US$ 93.000. En esta oportunidad participaron Albana Rodríguez (Ethereum UY y BoulderTech), Lucía Cardellino (cofundadora de Ethereum Uruguay y Proyecto Kuhn), Sebastián Serrano (fundador y CEO de Ripio), Gabriel Kurman (fundador de RSK) y Marcelo Cavazzoli (creador y CEO de Lemoncash). Moderado por Miguel Santos, fundador de Technisys (vendida en US$ 1.100 millones en 2022), el evento cerró con una proyección creciente del valor de la principal moneda cripto. Mientras Rodríguez y Serrano estimaron que llegará a US$ 200.000, Cardellino subió la apuesta a US$ 250.000, Cavazzoli ironizó que estará en US$ 0, en tanto que Kurman lo estimó en US$ 255.000.
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