«Piensen en nuestro mundo si 100 millones de estudiantes pudieran acceder a la educación superior».
Con esta frase, Shai Reshef, fundador de University of the People (UoPeople), cerró las conferencias delPunta Tech Meetup, e invitó a los asistentes a reflexionar en lo que él persigue desde 2009: «ayudar a estudiantes con mejores calificaciones a superar barreras geográficas, políticas o personales a conseguir sus estudios universitarios».
Reshef, creador de la primera universidad estadounidense acreditada y online con títulos académicos gratuitos, estuvo este lunes enla edición número 15 de Punta Tech Meetup, el mega-evento tecnológico que comenzó como un «asado» entre amigos en la casa del empresario Sergio Fogel.
Organizado por Fogel, Pablo Brenner, y Carolina Kind y Bruno Gadea de Lucero Comunicación, la edición de este año confirmó la vigencia de esa idea al convocar a más de 1.500 personas, agotar sus entradas por anticipado, y reunir a emprendedores, empresarios, inversores, fondos de capital de riesgo y oradores de talla global.
Educación para todos
El creador de la UoPeople se explayó sobre la oportunidad que genera la universidad para habitantes de países de todo el mundo como forma de superar inequidades en el acceso a la educación. «Tomemos Nigeria, por ejemplo. Cada año 10,5 millones de estudiantes pasan el examen de acceso a la universidad. De ellos, 1,5 millones aprueban. En ciertos lugares se priva a las mujeres de la educación superior. En otros, la política se tensa hacia los refugiados, y si los aceptan difícilmente les dejan ir a la educación superior, así que prácticamente no tienen manera de salir de su situación», argumentó.
Hoy, la UoPeople tiene más de 125.000 estudiantes de más de 200 países, y «prácticamente se duplica cada año».
Además, es dirigida por líderes de instituciones como Columbia, la Universidad de California (Berkeley) y la Universidad Rockefeller. Cuenta con colaboraciones de Harvard Business School, New York University, University of Edinburgh, McGill University, Effat University y LIU University.
Reshef no comenzó con su proyecto desde cero. Posee una trayectoria de más de 20 años en instituciones con fines de lucro en EE.UU. y creó la primera universidad en línea en Europa.
Fue durante esta última etapa que descubrió que para la mayoría de las personas, si bien la educación online baja barreras, acceder a la misma «era un deseo que no podían permitirse».
Y la vendió.
Tras un «semi-retiro» en Nueva York, quiso devolver al mundo «algo con impacto» con la educación como centro. «Si educas a una persona puedes cambiar su vida, si educas a muchas puedes cambiar el mundo», subrayó.
Descubrió mucho contenido disponible en forma gratuita, tecnología de código abierto y una comunidad que «comparte, enseña y aprende de los demás gratis». «Y me dije: lo que tengo que hacer es juntar todo eso y crear una universidad gratuita. Lo hice en enero de 2009», recordó.
En ese mes le llegaron cientos de correos electrónicos de profesores dispuestos a ayudar. «La universidad se basa en voluntarios. Yo, los decanos y los profesores lo somos. Es una universidad que se hace para el pueblo, por el pueblo. Tenemos 36.000 voluntarios al servicio de nuestros alumnos», detalló Reshef.
En mayo de 2009 comenzaron a aceptar estudiantes y en setiembre iniciaron las clases con 177 estudiantes de 49 países, muchos sobrevivientes de Ruanda y del terremoto en Haití. «Era mucha gente sin hogar y refugiados. Por ello, para que fuera un éxito, teníamos que darles atención personal con clases pequeñas virtuales de 20 a 30 estudiantes».
En mayo de 2009 comenzaron a aceptar estudiantes y en setiembre de ese año iniciaron las clases con 177 personas. Hoy cuenta con más de 125.000.
Otro detalle importante es que dictan carreras «con más probabilidades de ayudar a encontrar un trabajo». Hoy, muchos de sus estudiantes se desempeñan en empresas como Google, Amazon, Microsoft, Apple y el Banco Mundial, entre otras, destacó Reshef.
A la hora de financiarse, reconoció que se apoyan mucho en la tecnología y que tienen costos bajos porque, por ejemplo, no cuentan con edificios. «Esto genera ahorro pero también algo más importante: no pone límite a nuestro crecimiento», indicó. Asimismo, al utilizar recursos gratuitos y abiertos disponibles en Internet, le evita a sus estudiantes tener que gastar en libros.
De todas formas, si bien los cursos son gratuitos, los exámenes tienen un costo. En total, hacer una carrera en la UoPeople implica invertir US$ 4.800. Para compensarlo, brindan becas que se financian con apoyo económico de personas y fundaciones como la de Bill y Melinda Gates.
Gracias Uruguay
Para Matías de Tezanos, creador de Hoteles.com y actual CEO y cofundador de Peoplefund, volver a Uruguay tuvo un sabor especial. El emprendedor costarricense abrió la noche de speakers confesando que le debe mucho de su presente a una visita que hizo al país en 1994.
«La primera vez que me conecté a Internet fue en Uruguay en 1994, antes de eso no sabía qué era esa red», recordó.
Esa experiencia fue la que le permitió entender que, con esa tecnología, podía hablar con gente de todo el mundo. Entonces, según comentó, se obsesionó con aprender a programar y al volver a Centroamérica comenzó a hacer sitios web. «La mayoría de los que pagaban eran los hoteles. Luego de hacer más de 100 sitios en toda América, me puse a pensar en que tenía una gran clientela de hoteles y decidí comprar el dominio Hoteles.com. Desarrollé un portal que al inicio era muy simple, no había tarjeta de crédito, la penetración era muy baja, todo era complejo. Eventualmente fue cambiando, en 2001 logramos integrar muchos hoteles, y en 2003 la empresa fue adquirida por Expedia».
Tras esa venta, comenzó su periplo por el mundo. Creó otras empresas que lo llevaron a vivir 10 años en EE.UU., luego en Japón, México y Argentina. Esa experiencia cosmopolita resultó clave para su presente. «Me he dado cuenta que esto de ser local es relevante, que se pueden lograr cosas increíbles desde cualquier lugar del mundo. A fines de 2011 fundamos un grupo inversor. En los últimos 10 años nos dedicamos a crear empresas de tecnología en diferentes sectores que son motivo para soñar mucho como reactores de plasma que crean diamantes, empresas que muelen paneles solares para reemplazar el grafito de las baterías y otras bastantes sofisticadas. Pero pasó el tiempo y me nació comenzar otro proyecto. Dejé de ser inversor y me enfoqué en tecnología que transforma el plástico en aceites para la industria agrícola. Pero lo más importante es que la globalización es cada vez más rápida y real, y es más fácil ingresar a mercados», señaló.
El poder del riesgo
Confiar en el instinto y arriesgarse. Esa fue la consigna de la brasileña Deborah Palacios, cofundora de Tuvis, una plataforma israelí-brasileña que conecta WhatsApp con sistemas de gestión de la relación con clientes (CRM) como Salesforce y Microsoft Dinamycs.
«Hay que animarse a arriesgar, uno nunca sabe si la persona que te va a dar una oportunidad está al otro lado del planeta. No lo conoces, pero puede estar ahí para decirte ‘ven conmigo en esta oportunidad’», resaltó.
Palacios avala esta máxima con su propia historia. «Con mi socio Yanir Calisar empezamos una empresa sin conocernos. Un día estaba en mi casa -había trabajado en multinacionales, tuve mi propio negocio y lo vendí- y recibí una invitación por LinkedIn de una persona de Israel. No tenía a nadie en común con él. Miro y digo, ‘¿quién me escribe de una empresa con una sola persona del otro lado del mundo?’ Pero decidí comenzar porque si bien no sabía quién era, me gustaba lo que íbamos a construir juntos», relató.
Su instinto tenía razón. Después de tres o cuatro meses tenían unos 50 clientes, entre ellos XP, una de las financieras más grandes de Brasil. Luego dieron el paso de escalar y salieron a captar inversión; levantaron US$ 11 millones a fines de 2021. Y ahí finalmente los socios se conocieron. «Lo interesante, es que nuestros inversionistas no nos conocían en persona», contó Palacios.
Hoy superan los 100 clientes en 35 países.
«Uno nunca sabe dónde están las oportunidades. Empezamos la empresa con dos personas y hoy le vendemos a Petrobras, Pinterest, muchas grandes globalmente. Todo se puede si uno está apasionado, si cree en sus sueños», remató.