Los 36 segundos de aplausos fueron 120 ventas», dijoMarcos Galperin, entre risas. A las 10:45 del miércoles 30, el fundador, presidente y CEO de Mercado Libre, subió al escenario de la Transamérica Expo, en San Pablo. Unos 15.000 vendedores lo esperaban en el Mercado Livre Experience 2023, que en dos días reunió a 16.000 sellers, una pequeña muestra de los millones que poseen.

En compañía del cofundador Stelleo Passos y la canción Shake it off de Taylor Swift, de fondo, repasaron su historia empresarial… una que partió con notas de Galperin en la biblioteca de la Universidad de Stanford, luego se desarrolló en un garaje de Buenos Aires y hoy -24 años después- vale más de US$ 67.000 millones. Mercado Libre es la tecnológica más valiosa de la región, con presencia en 18 países. Demoró siete años en llegar al punto de equilibrio. Y ahora vende US$ 3.002 millones en un trimestre, y reporta un resultado operacional por US$ 558 millones en tres meses.

«La proyección era construir desde Latinoamérica y por latinoamericanos una empresa igual a las que veíamos en EE.UU.», comentó Galperin. Su modelo era Amazon. Y lo lograron. Hoy compiten con el gigante del comercio electrónico estadounidense y venden más que ellos en Brasil y México, por ejemplo.

Antes de volver a Montevideo, donde vive hace años, recibió a El Mercurio en la primera entrevista que da tras concluir la pandemia, que para Mercado Libre marcó el despegue definitivo en la región.

Isaac Fontana/EFE

-El covid-19 fue una buena crisis, duplicaron sus ingresos. ¿Qué significó volver a la normalidad?

-Es interesante. Cuando uno mira a EE.UU., el comercio electrónico se aceleró mucho durante la pandemia, pero después cayó. En Europa, pasó algo parecido. Pero en América Latina, se aceleró más que en EE.UU. durante la pandemia, nosotros duplicamos nuestro tamaño en esos dos años, pero luego continuamos creciendo a tasas similares a las anteriores a la pandemia. Al final, la pandemia ayudó a achicar la brecha entre la penetración de comercio electrónico en Europa, EE.UU. y China respecto de la región. Aún estamos por detrás, pero acortamos bastante.

-¿Por qué varios retailers tradicionales se acogieron a reorganizarse durante la pandemia y, a otros, la desaceleración los tiene en cifras rojas?

-Nuestro ADN es de tecnología no de retail tradicional. Somos una empresa de tecnología enfocada en generar soluciones para que los usuarios hagan de una manera distinta lo que hacían antes. Ese ADN nos impulsa a abrazar siempre el cambio. Eso nos ha ayudado a navegar estos tiempos muy cambiantes. Tenemos 16.000 desarrolladores enfocados exclusivamente en América Latina, tienen capacidad intelectual y habilidades técnicas para competir con los equipos de las mayores empresas del mundo, con las que competimos en Brasil y México.

-Americana en Brasil y Falabella pasan por un escenario financiero difícil. ¿Qué no han sabido ver?

-Hay un libro extraordinario, que se llama The Innovator’s Dilemma que debería ser mandatorio para todo empresario. El dilema que tiene el líder cuando aparece una nueva tecnología es si la abraza, aunque probablemente termine lastimando su negocio tradicional. El libro repasa 70 años de historias de empresas líderes que no pudieron adaptarse a las nuevas tecnologías. Es interesante ver cómo cada vez que hay un cambio, todas las empresas líderes, lo primero que hacen es abrazarlo. Todos estamos muy conscientes de que resistir el cambio es la receta para complicarse la vida.

-¿Cómo van evaluando las decisiones, en un continente que pasa momentos complejos?

-El escenario es complejo, más complejo que la geografía y la logística. Excepto Chile hasta hace dos años, la región no ha tenido mucha estabilidad. Pero nos enfocamos en los usuarios finales, en proveerle un servicio a gente que nunca lo tuvo. Tenemos 11 millones de personas con un crédito en cartera; para más de la mitad es el primero que obtuvo en su vida. La mayoría no se anima a entrar a un banco, porque trabaja en la economía informal, entonces no tienen los requisitos.

Isaac Fontana/EFE

-En un libro contó que el rugby le enseñó a «saber ganar y perder, algo que muchos empresarios no saben hacer»...

-Es así, en el deporte me tocó perder mucho y lo aprendí muy bien (ríe). Cuando mirás las estadísticas de Federer, en su mejor año, perdía siete partidos y se planteaba qué tengo que mejorar, qué hice mal y vamos a jugar el siguiente. A veces uno tiene la sensación de que los empresarios creen que perder es la muerte y empiezan a hacer acciones que no están bien, solo para no perder o no tener el riesgo de perder.

-¿Al empresario latinoamericano no le gusta competir?

-Hay menos capitalismo en América Latina en general, entonces hay menos competencia.

-En América Latina se realizan ocho compras en línea por año (per cápita), en EE.UU. llegan a 50 y en China a más de 100. ¿Cuándo vamos a llegar a esas cifras?

-En China los precios son mucho más baratos, los costos de envío son más económicos. En América Latina ese costo está más o menos en US$ 5; entonces comprar algo de US$ 2 y que te lo envíen por US$ 5 no es atractivo. Aunque algunas cosas estructurales hacen que no sean exactamente comparables, creemos que seguirá creciendo el número de compras por año.

Hay menos capitalismo en América Latina en general, entonces hay menos competencia

Marcos Galperín, CEO de Mercado Libre

-Acaban de entrar al streaming. ¿Qué les falta?

-Mercado Libre tiene muchísimo por crecer y mejorar, Mercado Pago lo mismo. Mercado Play tiene para 20 años de evolución, abre una oportunidad enorme, porque tenemos todo el tráfico, la relación con todos los proveedores de contenidos, que no nos ven como un rival, porque no generamos contenidos, tenemos la herramienta para generar publicidad y monetizar ese contenido.

-La empresa cumplió 24 años. ¿Dónde la ve en cinco años?

-Mercado Libre va a crecer muchísimo, igual que el comercio electrónico. La mayoría de la gente en América Latina no tiene acceso a los servicios financieros y a través de plataformas digitales se le puede ofrecer acceso a un costo que lo permite.

-Ha dicho que su último desafío es una transición exitosa en Mercado Libre. ¿Cómo va?

-Está en proceso. Va avanzando.

-¿Tiene fecha?

-No, no tiene fecha. ¿Ya me quieren jubilar? No sean malos.

-¿Seguirá en el día a día?

-El día que no lo haga, lo anunciaremos, pero me interesa una transición exitosa y dedicarme a jugar al golf, que es lo que más me divierte.