Nació en San Pablo, Brasil, hace 57 años. En 2017 y tras casi tres décadas en la marca automotriz estadounidense, General Motors. Su gerente general, Claudio D’Agostini, llegó a Uruguay para hacerse cargo de la operación de local de la compañía. Su estrategia ha dado resultados llevando a la marca Chevroletal liderazgo del mercado en el país, donde además tiene planes de incorporar nuevos modelos, especialmente en híbridos y eléctricos. Está casado, tiene dos hijos. “Me encanta caminar, jugar fútbol y andar en bici”, cuenta sobre sus hobbies fuera de la oficina.

D'Agostini explica cómo la compañía pasó del cuarto lugar del mercado a liderar el sector y asegura que este será un año “récord de ventas, seguramente” gracias a las fortalezas del Uruguay. No obstante, advierte que los autos podrían ser más económicos si se abordara la carga fiscal. También cree que es un “mercado pequeño para acomodar tantas marcas” y que varias de ellas “van a desaparecer”. Por ello, insiste en que los consumidores deben evaluar a las marcas no sólo por el vehículo en sí, sino por el respaldo y el valor de reventa que ofrecen. El ejecutivo sostiene que “el futuro son los autos eléctricos” pero que es necesario hacer una transición hacia los híbridos. Aquí un resumen de la charla.

-Llegó a Uruguay en 2017 para dirigir la operación de GM. ¿Con qué escenario se encontró? ¿Cuál es la realidad hoy?
-Nos encontramos con un escenario bien complejo. La industria era otra, era más baja, y también teníamos un portafolio muy diferente. El rubro automovilístico viene en transformación, y necesitábamos una transformación urgente. Consideramos varias posibilidades de cambios, pero creo que elegimos la mejor opción, porque la marca está muy bien parada, lidera el mercado con un 17%, según los datos de la ACAU (Asociación del Comercio Automotor), cuando en 2017 éramos la número cuatro. Además, el nivel de satisfacción de los clientes hoy en Uruguay es uno de los más altos (de GM) en el mundo.

-¿Cuáles fueron los pilares de esa estrategia para crecer?
-Uno de los cambios más importantes fue a nivel de portafolio, que hoy tiene un altísimo nivel de seguridad, con varios autos muy bien clasificados en esa materia.
Tenemos también la parte de tecnología y equipamiento muy desarrolladas. Otro cambio importante fue que cambiamos el portafolio pero logramos posicionar muy bien nuestros productos; por ejemplo, tenemos el auto turbo mas accesible del mercado. Además del cambio de portafolio hicimos un cambio de gestión en Uruguay. Antes había decisiones muy desconectadas de la realidad de mercado, porque no teníamos un debido acercamiento con la red de concesionarios. Hoy tenemos un modelo de gestión donde la toma de decisiones es en conjunto con la red y los concesionarios participan de las decisiones.

-Cada vez llegan más marcas al país, ¿hay mercado para tantos jugadores? ¿Qué futuro les ve?
-No, claramente. El mercado de Uruguay es, comparado con otros países, más pequeño, pero por otro lado es muy interesante, porque por ejemplo si hacemos una relación de ventas por habitante, a nivel de Sudamérica es el país que tiene el mejor indicador (de ventas). En Uruguay, el año pasado se vendió un auto nuevo cada 58 personas, un indicador muy parecido a Europa (un auto cada 50 personas). En Brasil se vende un auto nuevo cada 90 personas y en Argentina uno cada 100. Por otro lado, la población es de 3,5 millones de personas, lo que marca un límite. Uruguay hoy está cerca de las 80 marcas, una cantidad muy parecida a Chile, que tiene 85 y es un mercado abierto y con una carga impositiva distinta. Uruguay es un mercado pequeño para acomodar tantas marcas. Si me preguntas qué va a pasar con varias marcas que hay en el mercado, digo que van a desaparecer.

-El año pasado se vendieron unos 60.000 autos 0 km, una cifra récord. ¿Cuáles son las perspectivas para este año?
-Va a ser de récord histórico de ventas, seguramente. La industria debería andar en los 62.000 o 63.000 autos. Esto refleja lo bueno que tiene Uruguay como gestión del gobierno y lo que se ha logrado a lo largo de las décadas: es un país estable, independientemente del partido político que gobierne, no hay polarización, tiene estabilidad jurídica y excelentes indicadores macroeconómicos.

Leonardo Mainé

-¿Y para 2025 qué proyecta?
-Estabilidad. La industria va a seguir muy bien, quizás esté en los 60.000 autos, lo que es muy bueno. El único punto que podríamos tener como una duda es el plebiscito (de la reforma jubilatoria). Pero estoy súper confiado que no va a pasar (la aprobación).

La industria va a seguir muy bien, quizás esté en los 60.000 autos, lo que es muy bueno. El único punto que podríamos tener como una duda es el plebiscito (de la reforma jubilatoria). Pero estoy súper confiado que no va a pasar (la aprobación).

Claudio D'Agostini

-¿Qué cosas le falta a Uruguay para avanzar en su desarrollo?
-El punto uno es la cuestión tributaria. Tenemos una carga impositiva súper elevada comparada con los demás países. Creo que podríamos hacer un estudio para aplicar incentivos, sacar los autos con más de 10, 15 años de las calles y hacer una renovación del parque circulante. Hay un espacio importante ahí, con una posible contribución del gobierno, los concesionarios y las marcas. Es interesante ver que un auto 1.0 paga menos impuestos que uno 2.0, porque se entiende que genera menos emisiones. Eso está muy bien, pero qué hacemos con los autos viejos que emanan tanto humo en las calles, con los que tienen poca seguridad... podríamos impulsar iniciativas para sacar estos autos de la calle y promover más seguridad a la población, menos emisiones. Pero eso pasa por una cuestión tributaria también. En resumen, los autos podrían ser más accesibles en Uruguay. Por ejemplo, acá son 20% más caros que en Brasil.

-¿GM tiene planes de inversiones en Uruguay?
-La marca está siempre abierta a analizar oportunidades. Hoy, considerando el escenario de Sudamérica, la compañía ve a Uruguay como un país para una posible inversión futura. Tenemos planes que están siendo considerados, pero es muy pronto para mencionar alguna cosa.

-¿En qué punto está la evolución del mercado de autos eléctricos en Uruguay?
-A nivel de autos eléctricos, Uruguay hoy es el país de Sudamérica que tiene la mayor cantidad de puntos de recarga por kilómetro, entonces está bien cubierto. Veo que el gobierno, la UTE, están involucrados en tener cada vez más puntos de carga, lo que es muy bueno. Eso permite que tengamos planes de lanzar nuestros eléctricos muy pronto. Creemos que el futuro son los autos eléctricos. Antes vamos a lanzar híbridos también para llegar a la total electrificación del portafolio.

-¿Qué factores pesan en la compra de un auto eléctrico?
-El cliente que decida comprar un auto eléctrico debe considerar varios elementos. Un factor es el ahorro del combustible, pero hay un punto importante a considerar que es el valor de reventa. Muchas veces la elección puede pasar por una marca que en tres o cuatro años va a tener una depreciación muy importante y entonces se pierda todo el ahorro que se logró. Otro aspecto es el respaldo que da la marca -repuestos, posventa, taller-, porque los eléctricos necesitan de un menor mantenimiento pero tienen una serie de componentes que se deben considerar. Y luego está la batería, que hoy es el 50% del costo de un eléctrico. Muchas veces la gente comenta que la tecnología viene tan acelerada que el costo de las baterías va a bajar. Es cierto, pero el punto es a qué velocidad bajará. Antes de la pandemia, de la guerra Rusia-Ucrania, el escenario era distinto y se decía que en 2035 todos los autos serían eléctricos. Globalmente, tenemos la visión de que el futuro son los eléctricos y seguimos apostando a esto, pero se necesitará una transición, que son los híbridos.

-Las marcas chinas de eléctricos están creciendo en Uruguay, ¿cómo ve a esa competencia?
-Las marcas chinas han desarrollado muchísimo la tecnología, entonces son una competencia real y los veo con total respeto. Pero veo también un punto que es súper importante: nosotros como marca ofrecemos más que un auto, ofrecemos respaldo, tranquilidad en el costo de mantenimiento, en los precios de reventa, y hoy seguramente las marcas chinas están muy lejos de ofrecer algo como lo que ofrecen las marcas tradicionales. De nuevo, les tengo total respeto, pero son algo muy diferente.