Un bar de tapas y cafetería en pleno Palermo. Una gastronomía cuidada y una atención impecable. Todo esto está en Raguso bar.

Situado en Gonzalo Ramírez 1459, el emprendimiento familiar conquista en un barrio que crece en propuestas y se consolida como un polo gastronómico.

«La idea de este restaurante surgió mientras vivíamos en EE.UU., y planificábamos nuestro regreso a Uruguay», contó Andrea Raguso. Ella había estudiado en la escuela Carlos Rosario de Washington D.C. y se entusiasmó con la idea de reciclar su casa de estilo colonial y transformarla en una cafetería.

En el proceso de la obra, cobró fuerza la participación de su hijo, Bruno Lanza, que estudiaba con el chef Mario del Bo, en el Instituto Uruguayo Gastronómico. Ambos sumaron fuerzas y saberes.

«Bruno desarrolló la idea de platos para compartir y yo me concenté en los postres», revela Raguso.

Las delicias llegan a la mesa de la mano de Sofía Romero Raguso, quien además de ponerse la camiseta del emprendimiento familiar, muestra en la cancha toda la experiencia que adquirió en el rubro gastronómico. Ella es atenta con los clientes, pero no invasiva en el trato. Llega en el momento exacto y con la sugerencia justa. Es un gran plus de la casa.

Al visitar Ragusoy elegir en el menú, vale considerar algunos imperdibles. El boniato asado en cremoso de queso de cabra y cebolla crispy con una reducción de naranjas; el hummus con zattar y pickles o las empanadas de carne cortada a cuchillo con salsa Llajua no fallan. A la hora de los dulces, la torta San Marcos y la pavlova con frutas de estación son de los postres más pedidos.

La experiencia gastronómica puede disfrutarse en un ambiente cálido, que se propone rescatar la identidad del barrio, no solo a través de su fachada, sino de la exposición fotográfica de Carlos «Chino» Pazos sobre las llamadas o el tambor que pintó el artista Martín Mendizabal, con el que suelen divertirse los visitantes.

Hoy viernes, en la casa se brindará por el 8M con vino Raguso, un tannat reserva 2021 que pasó 12 meses por barricas de roble francés y americano y fue elaborado por Artesana Winery. «Venimos trabajando desde nuestros inicios con esta bodega y me enorgullece decir que está liderada por Analía Lazaneo y Valentina Gati, dos mujeres muy buenas en lo que hacen y eso se nota en su producto», acota Andrea quien invita a celebrar a «las mujeres que abren caminos».