After Work
Homenajea a Bigote, un vecino del barrio y está ambientado en los años de la Ley Seca en EE.UU., cuando no se permitía vender alcohol
Don Bigote invita a probar una cocina gourmet que incluye preparaciones de parrilla, horno a leña y exquisiteces a la hora del almuerzo, merienda o cena.
Ubicado en Luis Alberto de Herrera 4249, esquina Vaz Ferreira, el restaurante se destaca en el Prado y conquista desde el vamos gracias a su puesta en escena.
«Está ambientado en los años de la Ley Seca en EE.UU., cuando no se permitía vender alcohol, por eso nuestros clientes lo primero que ven es un salón de té», contó Pablo Artigas, uno de los propietarios de este emprendimiento familiar que homenajea a Bigote, un vecino que vivía en esa esquina y se transformó en un personaje del barrio.
El salón de té -funciona entre las 16:00 y las 19:30- sirve sus delicias en vajilla de la época y es el ambiente que da paso al restaurante. Allí, antiguas Kombis y Fuscas integran la puesta en escena: mientras los frentes de las camionetas dan vida a una colorida barra, un Fusca negro y blanco adorna una de las paredes del salón. Los Volkswagen también se recuerdan con asientos instalados en un patio ideado para fumadores.

Otro de los grandes atractivos de Don Bigote es su espacio para niños. La presencia de animadores infantiles hace la diferencia a la hora de visitar el lugar con niños, sin riesgo a que se aburran. El playroom está equipado con pelotero y juegos electrónicos como Xbox.
«Este es un sitio pensado para toda la familia, tenemos una sala de lactancia con cambiador y pusimos énfasis en ofrecer un buen espacio para niños, así los adultos pueden estar tranquilos mientras los más chicos se divierten», agregó Artigas.
A la propuesta gastronómica se suman atractivos. Los martes y miércoles hay noches especiales: el 9 de abril Seba González y Shulay Cabrera harán stand up y el 24 se presentará Maxi de la Cruz. Todos los jueves hay karaoke con «Si lo sabe, cante». Los viernes y sábados son noches de música en vivo.