Se fue con 18 años, en Alemania aceptó un trabajo en un cargo que no existía y hoy triunfa en una productora global

Catherine Koche, head of sales & comms Berlin de Stinks Films para Alemania, Suiza y Austria, vendía lámparas para un diseñador hasta que aceptó liderar ventas en una productora audiovisual, algo que no existía en ese país

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Catherine Koche. Es Head of Sales & Comms Berlin de la empresa stinks Films
Catherine Koche. Es Head of Sales & Comms Berlin de la empresa stinks Films
Foto: Gentileza Catherine Koche.

Hace 15 años, y con tan solo 18 años, la uruguaya Catherine Koche decidió dejar su país natal y comenzar un nuevo futuro en París. Su plan era hacer Bellas Artes y dedicarse a la pintura.
Pero la vida la llevó por otros caminos.
Hoy vive en Berlín, Alemania, maneja cuatro idiomas, y desde fines de agosto, está al frente del área de ventas en Stinks Films (una productora audiovisual británica) para los mercados de habla alemana (Alemania, Suiza y Austria).
Lo curioso de su puesto, es que hace cuatro años atrás casi no existía en esa industria dentro del mercado europeo, recordó Koche desde Alemania, en diálogo con El Empresario.

«Desde 2016 vivía en Berlín, trabajaba para un diseñador de lámparas, había conseguido como primer cliente a Galerías Lafayette. En 2020, en un restaurante conocí al dueño de una productora alemana que se llama Rekorder. Me ofrecieron comenzar un departamento de ventas y marketing ahí, algo poco común en Europa porque los que hacen esa parte de venta son los productores. Decidí aceptar. Y me fue bien», relató.

En sus inicios debió afrontar varios cuestionamientos que pasaban por ser extranjera, mujer y no venir de la industria. «Me cuestionaron abiertamente, pero lo utilicé para esforzarme más y demostrar lo contrario. Ahora es un rol que varias productoras parecen necesitarlo, pero yo lo construí orgánicamente. Comencé vendiendo la productora a agencias y clientes. Recuerdo que la primera campaña que vendí fue para la marca de bebida Jägermeister. Comencé con un mensaje por LinkedIn. Luego le siguieron otras como la que hicimos para Deutsche Telekom que es una gran ‘telco’ alemana», recordó.

Catherine Koche es Head of Sales & Comms Berlin de la empresa stinks Films

"Me cuestionaron abiertamente, pero lo utilicé para esforzarme más y demostrar lo contrario. Ahora es un rol que varias productoras parecen necesitarlo, pero yo lo construí orgánicamente"

Durante sus cuatro años en la empresa, Koche tuvo la oportunidad de colaborar con varias productoras en diversos países, trabajó junto a directores y fotógrafos internacionales que han dirigido videos musicales de artistas como Dua Lipa. También participó de la firma de un acuerdo con la productora de Roman Coppola.

«Logré desarrollar mi carrera cerca del arte pero desde otro lado, desde la comercialización. Es algo que descubrí mientras estaba estudiando en París, pero también en un viaje que hice durante un año a la India. Descubrí que era buena en comunicación, en intercambiar, y decidí que ese sería mi camino», reveló Koche.

De hecho, ese descubrimiento personal y su espíritu inquieto han guiado su carrera, y es lo que terminó de convencerla para cambiarse a su actual empleo en Stink.

«Busco no quedarme quieta en una empresa, exploro nuevas oportunidades. Y mi trabajo en la productora durante estos años ayudó porque otras empresas comenzaron a ver que desde mi lugar agregaba valor. Así, varias productoras se acercaron para tener mi perfil ahí. De tres con las que estuve cerca, elegí Stink porque es global, tiene una oficina en Berlín pero tiene otras en todo el mundo, con talento y directores increíbles. Además, acá estoy más cerca del management y de marketing, con el equipo global. Soy responsable del mercado de habla alemana, o sea, Alemania y Suiza y Austria», detalló.

Cuestión de familia

La inquietud de Koche por salir al mundo tiene su explicación en la familia. Su abuelo y su padre son franceses -por lo que tiene esa nacionalidad-, y según dice, su «familia «siempre estuvo orientada al exterior». «Mi abuelo se vino a Uruguay hace muchos años y empezó su negocio de ferreteria industrial especializada en soldadura», dijo.

Cuando le tocó ir a París a estudiar en la Sorbona, donde realizó su carrera en Art and Visual Communications, lo hizo con un pasaje de ida, € 400 y un hospedaje en un hostal. Rápidamente, se contactó con un primo de su padre que la «adoptó», tuvo varios trabajos y reconoce que parte del éxito en su carrera se lo debe a la educación uruguaya. «Da herramientas y me formó para estar capacitada a vivir afuera», concluyó.

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