Poco que perder y mucho para ganar. Con esa convicción en mente, hace 20 años, el uruguayo Bruno Salvadori resolvió partir de Uruguay y conocer una nueva realidad en Europa. Tenía 22 años y nunca había volado en avión ni visitado el Viejo Continente. Pero apareció una oportunidad y estaba decidido a tomarla.
Su objetivo era sencillo. Aprovechar una opción del gobierno italiano para hijos y nietos de ciudadanos de ese país, de cursar una beca en la Universidad de Trieste. En cuatro meses haría un curso de negocios, tendría una pasantía en una empresa y regresaría a Uruguay.
Pero la vida le tenía otros planes y no volvió más.
Hoy, a sus 42 años, es national business manager para todo España en Revlon Professional, multinacional estadounidense de cosmética, perfumería, productos del cuidado de la piel, del pelo y cuidado personal. Ocupa este rol desde agosto del año pasado y a su cargo tiene el negocio de la empresa para el sector peluquerías en todo el territorio español. Salvadori lidera un equipo de más de 40 personas.

Según comentó desde Gava, un pueblo de 47.000 habitantes ubicado en las afueras de Barcelona donde vive con su esposa catalana y sus dos hijas, nunca estuvo en su mente radicarse en Europa, sino que eso surgió de casualidad cuando visitó a su tía abuela en Barcelona. «En mi cabeza no estaba quedarme, sino volver. Terminé el 2 de diciembre el curso en Italia y como tenía una tía abuela en Barcelona, pensé visitarla y conocer esa ciudad antes de regresar a Uruguay. Mientras estaba ahí, tiré un currículum para trabajar de cualquier cosa y volver a Uruguay con algo de dinero. A la semana comencé a trabajar. Era un contrato de una noche en una fábrica. Luego me salió vender tarjetas de crédito, también por un día. Hasta que finalmente, a los 20 días entré en una empresa que le brindaba un servicio a Damm (marca de cerveza) para controlar los puntos de venta en supermercados. Me daban auto y tenía un buen salario. Hice clic y entonces decidí quedarme», relató.
De logística a negocios
Cuando Salvadori se fue de Uruguay, trabajaba en Grupo Repremar, empresa de comercio exterior donde controlaba los despachos de carga e importación, tanto aéreos como marítimos. Entró con 18 años, fue su primer trabajo y su expertise se centraba en ese rubro. Fue en Italia primero, en España después, que prendió su interés por los negocios y la veta comercial. Para Damm gestionaba los stocks en cadenas de supermercados. Se aseguraba que no faltara nada y que los contratos se cumplieran. Pero era un servicio tercerizado, así que, en 2005, al año y medio de entrar, decidió buscar algo más seguro y se presentó a un llamado de otra multinacional, Procter & Gamble (P&G). «Quería más estabilidad, me presenté a una candidatura de P&G, y me seleccionaron para gestionar puntos de venta en Cataluña. Tenía mejores condiciones laborales y fue una gran escuela para mí en la parte más comercial», enfatizó el ejecutivo.

"Los uruguayos en el exterior estamos muy bien valorados por el espíritu de sacrificio y trabajo".
En esa multinacional también comenzó a dar los pasos que delinearon su presente. «Empecé a llevar solo la parte de belleza, con Max Factor y Olay y al poco tiempo comencé a llevar todas (las marcas) que tenían en los hipermercados. En esa empresa pude crecer, desarrollarme como profesional de negocios. Pero nuevamente, una limitante me hizo buscar nuevos caminos. La central estaba en Madrid por lo que el techo de crecimiento en Barcelona estaba limitado. Siempre he estado activo, buscando cambios», explicó.
En 2008 se presentó a un llamado en Revlon; necesitaban un vendedor de productos de peluquería en Barcelona. Lo curioso es que Salvadori es calvo. «Usaba el hecho de que soy pelado como gancho de entrada con los clientes. Les decía que, claramente, no iba como cliente sino para hacer negocios», comentó con humor.
En 2016, una oportunidad se presentó en la empresa cuando su jefe se fue y dejó vacante su lugar. Según recuerda, preseleccionaron a cuatro personas para ese puesto y él era el único extranjero. «Nos hicieron pruebas con una empresa externa y quedé. Los uruguayos estamos muy bien valorados por el espíritu de sacrificio y trabajo. Aprendí de forma interna y en la misma calle, con mis clientes. Luego de las visitas me quedaba un rato en las peluquerías viendo cómo aplicaban el producto para aprender».
Según recordó, sus compañeros fueron los que más lo ayudaron cuando asumió, detalle que resultó clave en el desempeño del grupo. «Logramos años de crecimiento, incluso por encima de la media y también la premiación por zona con más clientes nuevos», destacó Salvadori.
Ese buen desempeño lo puso en el radar de la compañía a nivel nacional y en agosto de 2022 fue denominado en forma directa como responsable del negocio de peluquerías en toda España.