Seguridad online, un negocio silencioso que gana terreno entre empresas en Uruguay

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Ciberseguridad

INFORME

A nivel mundial, las empresas invertirán más de US$ 100.000 millones en ciberseguridad, un 9,4% más que el año anterior. El negocio crece y a nivel local son más de 40 las compañías dedicadas a este negocio, según la CUTI

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En mayo pasadose conoció un nuevo«unicornio» argentino (empresa valuada en más de US$ 1.000 millones): Auth0, una empresa proveedora de una plataforma de autenticación y autorización, usada al momento de registrarse en aplicaciones web, móviles y legales, que fue creada hace tan solo ocho años y hace dos meses atrás no figuraba dentro del radar corporativo tecnológico. Es que su expertise, el de ciberseguridad, hasta hace unos cinco años casi no figuraba en el radar.

El panorama cambió a raíz de que más rubros digitalizaron sus negocios. A otros más tradicionales como el financiero y el gobierno se sumaron salud, telecomunicaciones, servicios legales e industrias, entre otros.

Y la tendencia no se detiene. Según la consultora International Data Corporation (IDC), para 2022 se digitalizará más del 50% del PIB de América Latina. Si a eso le sumamos el crecimiento del Internet de las Cosas, tendremos un ecosistema perfecto para los ciberataques, que en los últimos años no solo aumentaron en cantidad sino en complejidad, explicó Adriana Berlingeri, a cargo del área de ciber riesgo de Deloitte e integrante de la comisión de ciberseguridad de la Cámara Uruguaya de Tecnologías de la Información (Cuti). «Ya no es suficiente con tener un firewall o antivirus, esto requiere de empresas y expertos en el tema», dijo, lo que explica el crecimiento de empresas en este rubro.

El gasto mundial en ciberseguridad tendrá una tasa de crecimiento anual compuesta (CAGR) del 9,2% durante el período de 2018-2022 y totalizará US$ 133.000 millones en 2022, según la consultora IDC.

Y la realidad la respalda. IDC prevé que a nivel global el gasto en hardware, software y servicios relacionados con la seguridad alcanzará los US$ 103.100 millones en 2019, un 9,4% más que 2018. También predice que ese ritmo de expansión continuará durante los próximos años a medida que las industrias inviertan fuertemente en soluciones de seguridad. Prevé que el gasto mundial en ellas tendrá una tasa de crecimiento anual compuesta (CAGR) del 9,2% durante el período de 2018-2022 y totalizará US$ 133.000 millones en 2022.

Negocio local

En Uruguay, si bien no hay datos concretos de inversión, el número de empresas con foco en ciberseguridad aumentó en los últimos años. En la CUTI hay 43 empresas registradas, de las que 30 son uruguayas.

Arcanus es una de ellas. Pablo Giordano la creó en 2003 con foco en soluciones en consultoría y ahora centralizó su negocio en su propio software de seguridad: Hacknoid. «El mercado está creciendo, en 2003 éramos unas tres empresas, hoy superamos las 20», reconoce y asegura que ahora «es más fácil vender ciberseguridad». «Se ha mejorado y que haya normativa hace que facilite un poco la entrada de lo que uno vende», agregó.

En la CUTI hay 43 empresas registradas relacionadas a la ciberseguridad, de las que 30 son uruguayas.

Su empresa crece entre 15% y 20% por año de la mano del mercado local y extranjero (Chile y Perú). «Facturamos 50% en Uruguay y 50% en el extranjero, con unos 20 clientes como Conaprole, Farmashop, República AFAP y Falabella en Chile. Crecemos más en el exterior y el plan es abrir más mercados», adelantó.

Una situación similar vive la empresa Datasec, una de las más antiguas del rubro. Está en el mercado hace 30 años y según recuerda su CEO, Reynaldo de la Fuente (segunda generación liderando la empresa) antes era «muy raro hablar de esto en Uruguay».

Eso llevó a que hace unos años el 60% de su facturación llegara del exterior. «Desde 2014 vemos un fuerte crecimiento en Uruguay. Desde entonces crecimos un 34% y ahora un 70% de las ventas son en el mercado local», detalló. La empresa cuenta con 40 clientes activos entre gobierno, instituciones financieras, salud y empresas de software, pero De la Fuente asegura que el crecimiento llega también «a impulso de otros sectores como estudios de abogados, que hace seis años tenían todo en papel y ahora digitalizaron». Para el empresario una mayor concientización facilita vender sus servicios. «Antes teníamos que educar al cliente», aseguró.

"Desde 2014 vemos un fuerte crecimiento en Uruguay. Desde entonces crecimos un 34%", dijo Reynaldo de la Fuente, CEO de Datasec.

Esa facilidad para la venta también la experimenta la empresa Security Advisor, otra de las más antiguas del sector, dedicada a brindar servicios y productos de protección a empresas desde el año 2000.

La firma amplió su mercado a Buenos Aires y Santiago de Chile en 2007 y según Leonardo Berro, su director, «hoy es normal decir que se puede trabajar de esto». «Y no solo es más fácil vender en verticales como banca, finanzas y gobierno, sino también en salud, laboratorios, industria y comercio, estudios contables y abogados», destacó.

La empresa emplea unas 45 personas y la exportación representa la mitad de su facturación, que crece a un ritmo anual de un 30%, detalló. Con un portafolio de más de 400 empresas centra su negocio principalmente en el sector financiero y gobierno (70% de la facturación) y la perspectiva a futuro «es buena» por lo que el plan es crecer en Sudamérica.

"Y no solo es más fácil vender en verticales como banca, finanzas y gobierno, sino también en salud, laboratorios, industria y comercio, estudios contables y abogados", aseguró Leonardo Berro, director de Security Advisor

La ampliación de rubros y la exportación de servicios explican el crecimiento de la firma TIB, creada en 2010, con foco en servicios relacionados a seguridad informática. «A los sectores tradicionales, y a las propias software factories, se han sumado otros que hasta hace un tiempo no tenían nada que ver, como por ejemplo los frigoríficos. Son empresas donde los problemas de la información pueden tener un impacto grande», explicó Maximiliano Alonzo, su fundador.

«Hace 10 años esto era considerado un costo, hoy es un mercado al que le falta gente que lo atienda», dijo el responsable de la empresa, que crece en Uruguay, pero más en el exterior. En 2016 desembarcó en Ecuador de la mano de un socio local y hoy ese mercado es el 70% de la facturación.

«Hace 10 años esto era considerado un costo, hoy es un mercado al que le falta gente que lo atienda», dijo Maximiliano Alonzo, fundador de TIB.

Emprendedores

Pero no solo las empresas de siempre aprovechan el momento. El auge seduce a emprendedores, que se animan a crear negocios en este rubro como el caso de GuardiaN, proyecto que Alejandro Martínez incubó en Ingenio y ya hace dos años «camina solo».

una herramienta que gestiona y controla en tiempo real el uso de Internet en las empresas. Se integra a la red de datos de las empresas y hoy son unas 20 que lo utilizan. Si bien aún falta concientización, ahora es más fácil vender el producto», reconoció Martínez, quien detalló que entre sus clientes hay empresas del sector salud, notarial, financiero, TV para abonados, y ya están con las primeras pruebas en Chile.

Más novel es Tilo Cybersecurity Services, de Ana Lucero, dedicada desde febrero de este año a brindar servicios de consultoría y auditoría en ciberseguridad con foco en la gestión de riesgos. «Uruguay tiene potencial para llevar este negocio incluso hacia afuera. Yo comencé con la idea en 2014, era consultora en tecnología en información y ya ahí comenzó fuerte el tema de la seguridad de la información. Este año me lancé con mi propio proyecto, tengo tres clientes y ya es sustentable», dijo.

A tal punto ha madurado el ecosistema en Uruguay que Technisys, empresa argentina de software para el sector bancario, eligió su filial uruguaya para desarrollar SafeWay, su nuevo producto de ciberseguridad. «Lo creamos desde cero acá» explicó Mauro Flores, experto en esta temática, quien se desempeña como arquitecto de seguridad de Technisys y responsable de SafeWay. «Ahora lo estamos evolucionando a una herramienta más integral de seguridad que se puede aplicar en otros rubros. La idea es lanzarlo a fines de este año o principios del 2020», dijo.

Si bien el tema ya está en la agenda de las empresas, aún falta llegar a más. Pero esto que se plantea como una amenaza solo significa que para las TIC «aún hay más espacio para crecer», finalizó Berlingeri.

Preparación y crecimiento

Pese a que los ataques crecen año a año en Uruguay -en el primer semestre de 2018 se registraron 786 incidentes, 78% más que mismo período del año anterior, según el Centro Nacional de Respuesta a Incidentes de Seguridad Informática (Certuy)-, falta concientizar a las empresas. Según un estudio de la consultora Radar y DataSec que abarcó a 600 empresas en Uruguay, un 39% dijo «no estar preparada» ante un incidente de ciberseguridad y otro 12% «no sabe» si lo está. Solo 22% aseguró estar «completamente» lista, mientras que el 27% se definió como «parcialmente». Eso se explica en parte por la escasez de profesionales preparados. Según Maximiliano Alonso, de TIB, quien además es docente de seguridad informática en la Universidad Católica «aún hay déficit de preparación en perfiles como desarrollo de software. Ahora cambia porque salen profesionales de grado con conocimiento de seguridad informática; en 2010 no se daba».

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