Un café-librería amerita una visita y sus delicias pueden disfrutarse en desayunos, almuerzos o meriendas.
Selva café y libros está en la Ruta 101, frente al aeropuerto de Carrasco, en el paseo de compras Via Disegno. Un salón espacioso, una galería techada y distintos ambientes propician desde un encuentro laboral a un rato con amigos.
«Nuestro diferencial es que Selva está instalado en un lugar privado, cómodo, seguro y con amplio parking, todo en contacto con la naturaleza», enfatizó Iván Viera, su gerente general.
El verde predomina dentro y fuera de Selva y el sol se cuela por sus amplios ventanales. Los días más templados invitan a instalarse al aire libre en cómodos puffs.
Los alimentos se piden en el mostrador y de ahí se llevan a las mesas. Una vitrina exhibe algunas exquisiteces que, desde el vamos, tientan a cualquiera. A la puesta en escena, se suma un dato no menor: la casa elabora todo casero.
«Contamos con más de 60 ítems de alimentos, una variedad que asegura que podemos atender a todos los gustos», agregó Viera.
A la hora del desayuno o merienda, hay preparaciones saladas y dulces. Medialunas (comunes o rellenas de jamón y queso), tostados, chipá, bocatas rellenas o huevos revueltos (ideales para compartir) son parte de la carta.
Budines, muffins, cookies, tortas y postres individuales (tienen opciones veganas y libres de gluten) destacan en la propuesta de dulces. Un imperdible de la casa es la carrot cake, que ranquea alto.
A la hora de elegir la bebidas hay cafés de especialidad de Foragida, ocho variedades de tés, además de jugos y licuados. Los materos pueden pedir mate preparado con yerba común o saborizada con blends de hierbas y especias.
Para el momento del almuerzo las tortillas son vedettes del menú, pero no se quedan atrás las empanadas, las milanesas o la variedad de ensaladas.
Además de deleitar el paladar, la casa cuenta con una tienda de cerámicas (que abre todos los días menos los domingos) y ofrece libros, tanto para leer ahí o comprar para llevarse a casa.