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La tradición, que impulsa el tráfico a los centros comerciales y grandes tiendas, se vuelve online y a distancia a causa de la pandemia de coronavirus
Con la llegada de la Navidad en medio de una pandemia creciente, puede que no sea la época más maravillosa del año para una visita en persona a Papá Noel. Y, sin embargo, los centros comerciales, hospitales y otros lugares donde el Sr. Noel tradicionalmente dispensa alegría están luchando por encontrar formas creativas de preservar alguna versión de esta preciada y lucrativa tradición.
Será cualquier cosa menos la típica experiencia navideña.
Sentarse en regazos está fuera. Las listas de deseos, una vez susurradas al oído de Santa, son online. En algunos lugares, los corpulentos Santas recibirán a los niños desde el interior de estructuras que se asemejan a globos de nieve gigantes. Las filas de familias se extenderán aún más para adaptarse al distanciamiento social.
Santa Claus no es solo el material de los sueños de la infancia. También es un gran negocio. Las visitas a Papá Noel impulsan el tráfico hacia los centros comerciales y las tiendas que ya estaban luchando por competir con los minoristas online antes de la llegada de la pandemia de coronavirus que ha enfermado a más de 11 millones de estadounidenses.
Al menos 134 de los más de 150 malls y centros comerciales operados por Brook-field Properties albergarán a Papá Noel esta temporada navideña, lo mismo que el año pasado, dijo la compañía. Pero el Polo Norte está siendo reformado. Habrá estaciones de desinfectante de manos. Los elfos de Santa asumirán un trabajo adicional como limpiadores. El mismo Santa estará disponible solo con cita previa y a distancia.
Debido a la pandemia, los centros comerciales están recurriendo a las videollamadas, visitas restringidas y con cita previa y experiencias online para mantener la tradición navideña
La colección SoNo en Norwalk, Connecticut, colocará a Papá Noel dentro de una bola de nieve. En el centro comercial Park Meadows en las afueras de Denver, estará sentado en un asiento elevado en la parte trasera de su gran trineo. Otros complejos de Brookfield lo colocarán detrás de un marco grande o pondrán cajas de regalo como una barrera festiva para mantener a los niños ansiosos a una distancia segura.
En el Mall of America en Bloomington, Minnesota, los niños necesitarán una cita para visitar a Papá Noel, quien interactuará con ellos desde detrás de la ventana de una cabaña especialmente construida. El mall, el más grande de EE.UU., también ofrecerá recorridos online del taller de Santa.
Bass Pro Shops está erigiendo «Magic Santa Shields», o barreras transparentes, en sus tiendas para separar a Papá Noel de sus admiradores. Los elfos se movilizarán como el «Escuadrón de Saneamiento de Santa» para desinfectar superficies y objetos, indicó la compañía, y se controlará la temperatura de las familias. Se les dice a los clientes que sigan las pautas de salud pública locales cuando se trata del uso de mascarillas.
Santa Claus no aparecerá en persona en las tiendas de Macy's este año, rompiendo una tradición que se remonta a 1861. En cambio, la compañía señaló que organizaría visitas interactivas online con Santa desde el 27 de noviembre hasta el 24 de diciembre. Los elfos guiarán a los niños en un viaje digital por el pueblo del Polo Norte de Santa y un taller que finaliza con una visita en línea con el personaje en la que las familias pueden tomar y descargar una fotografía.
Grupo de riesgo
No solo los minoristas y las familias están haciendo ajustes. Los Santas profesionales que pueden ganar hasta US$ 1.800 por un compromiso de ocho horas en temporada alta, según Real Santas, una agencia de reservas, se están adaptando a las restricciones de salud para evitar el riesgo de infección.
«Todos marcamos la mayoría de las casillas», dijo Stephen Arnold, de 70 años, que vive en Memphis, Tennessee, pero afirma tener su «base en el Polo Norte» y ha trabajado como Santa Claus durante décadas. «Casi todos somos ancianos, casi todos obesos y con algún tipo de problema de salud», se sinceró Arnold.
«Así que todos tenemos que tener mucha precaución», afirmó. «Y para hacer eso, nos unimos a nuestros clientes anteriores y tratamos de ser creativos».
Los Santas profesionales que pueden ganar hasta US$ 1.800 por un compromiso de ocho horas en temporada alta, ahora están viendo afectados sus ingresos
Muchos Papás Noel todavía harán apariciones en vivo, pero la pandemia ha introducido nuevos accesorios en su juego de roles. Los sombreros de Papá Noel personalizados con protectores faciales, con un precio de US$ 75, se están publicando rápidamente en la web de Planet Santa, que vende equipo a los Santas profesionales.
Arnold es uno de los afortunados. Con el virus desatado, muchos Santas se encuentran sin trabajo este año.
Timothy Connaghan realizó una «Encuesta de traje rojo» de muchos de los aproximadamente 4.500 graduados de su Universidad Internacional de Santa Claus y descubrió que cerca del 20% de los 361 Santas que respondieron no esperaban trabajar en todo este año.
«Debido a sus problemas de salud, no van a salir o no hay trabajo para ellos porque todo se ha reducido», explicó Connaghan.
Apuesta segura
De los Papás Noel que están trabajando, muchos están jugando a lo seguro al conectarse en línea.
Uno es Steve Gillham, un Santa profesional que en años anteriores visitó a niños en hospitales. Este año ha transformado una habitación de invitados en su casa de Chapel Hill, Carolina del Norte, en un estudio para visitas virtuales.
Gillham, de 65 años, se sentará en una «silla de Papá Noel», un banco unido a un perchero, frente a una serie de pantallas de computadora. Cuando los niños aparezcan online, su esposa, Debra Gillham, estará fuera de la pantalla, dándole pistas en secreto para que pueda hablar con ellos como si los conociera, utilizando la información proporcionada por sus padres.
También contará historias y sacará sorpresas de un bolso.
Estas «visitas inteligentes» cuestan US$ 75 por 15 minutos o US$ 200 por una hora.
Para muchos niños que han aceptado las máscaras y el distanciamiento físico como parte de su vida diaria, la perspectiva de un Papá Noel enmascarado o una visita virtual con él puede no ser sorprendente.
Ese fue el caso de Tammie Burdick de Fuquay-Varina, Carolina del Norte, quien en años anteriores había llevado a sus hijos, Harper Mae (9) y Asher (5), a ver a Santa en el Umstead Hotel and Spa en la cercana ciudad de Cary. Después de meses de educación a distancia, dijo, entendieron por qué estarán en una llamada de Zoom con Papá Noel este año.
Pero todavía hay espacio para un poco de magia. Se les ha dicho a los niños que Papá Noel podrá pasar por su casa en Navidad mientras duermen, usando polvo de hadas para transformar su chimenea de gas en una normal.
«Preguntan si Papá Noel va a venir», dijo Burdick, «y yo digo, ‘Sí, él estará aquí’».