Liderazgo

Siete claves para diseñar tu futuro laboral con una nueva carrera en la segunda mitad de la vida

La mediana edad puede encontrarnos desencantados, aburridos o sin propósito a nivel laboral, pero antes de encarar un cambio de carrera es necesario hacerse algunas preguntas

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Canva

Graciela Foggia
Directora de Up Coaching
La última vez que vi a Juan, ex jefe de cobranzas de una empresa uruguaya, me comentó que luego de 20 años en la compañía, había dejado su trabajo para montar su taller de artesanía en madera, que le estaba yendo muy bien y que estabafeliz con la decisión.

Por su parte Julieta, ex gerenta de marketing de una multinacional, radicada hace más de 15 años en Brasil, había hecho un curso de peluquería y había instalado su negocio de belleza. «Desde chica era una apasionada por los salones de belleza. Visitaba a mi tía que era peluquera y soñaba con dedicarme a eso, pero a la hora de elegir qué rumbo darle a mi vida, no tuve el apoyo necesario de mis padres y finalmente me formé en Marketing. Hoy a mis 47 años no me arrepiento de nada. Me apasiona lo que hago y capitalizo mi experiencia empresarial», concluyó.

En los últimos tiempos me he cruzado con varias personas de más de 40 años que con una vida laboral «encaminada» y «exitosa» en el ámbito organizacional, dieron un giro de 180 grados. Esto incluye a quienes aún sin dejar la seguridad económica que les ofrece el trabajo formal, deciden repartir su energía entre la empresa (que no necesariamente les desagrada) y su auténtica pasión.

Cuando llegamos a la mediana edad, que suele coincidir con la mitad de la carrera profesional, podemos llegar a sentirnos cansados, aburridos, sin propósito o darnos cuenta que aquello que nos imaginábamos que iba a ser, no coincide con lo que creemos que es. Esto genera que salgan a la luz las expectativas no cumplidas, el desencanto y/o la necesidad imperiosa de un cambio. Parecen malas noticias, sin embargo, si se canaliza adecuadamente puede impulsarnos a un cambio rotundo o a revalorar la vida poniendo las cosas en perspectiva y encontrándole un sentido.

Acumular cosas vs editar la vida

Chip Conley, fundador de la Modern Elder Academy y autor del libro Aprender a amar la mediana edad, dice que antes de los 40 años las personas acumulamos elementos para el currículum: cosas para la casa, tenemos hijos, amigos, entre otras.

En la segunda parte de la vida, nos dedicamos a editarla. Definimos qué queremos hacer hacia el futuro, nos damos cuenta que es importante estar con quienes elijamos y dejar ir a quienes ya no suman a nuestra evolución. Ya empieza a dejar de importarnos tanto como antes lo que otros piensen, digan, hagan… Es cuando comenzamos a poner las cosas en perspectiva y a priorizarlas.

Por eso es importante darle un sentido positivo a la incomodidad, detenernos en la duda para analizarla y de ahí conectar con lo que realmente queremos. Un excelente instrumento es la pausa, para darle espacio a la incomodidad que antecede a la inspiración y esta a la acción.

Casi la mitad de nuestro tiempo lo vivimos en "piloto automático"
Persona pensativa en el trabajo.
Foti: Drazen Zigic. Freepik

Te comparto algunas preguntas, que sumadas a otras que puedan surgir, podrían ayudar a diseñar el futuro deseado.

  1. Vinculadas a mi pasión. ¿Qué actividades disfruto más en mi tiempo libre? ¿Qué me motiva?, ¿Qué de lo que hago hoy disfruto y podría extenderlo a mi nueva carrera? Si tuviera todo el dinero que necesito para vivir, ¿qué haría aún sin cobrar?
  2. Vinculadas a mi competencia técnica y habilidades. ¿Cuáles son mis principales fortalezas? ¿Qué nuevas habilidades necesito desarrollar? ¿En qué necesitaría capacitarme?
  3. Lo importante para mí. ¿Qué valores son importantes en mi vida? ¿Qué impacto quiero generar con mi trabajo? ¿Qué equilibrio busco entre mi vida personal y laboral en la nueva etapa? ¿Qué no estoy dispuesto a negociar?
  4. Perspectivas de mi opción. ¿Cuáles son las perspectivas laborales y el potencial de crecimiento en los campos que estoy evaluando? ¿Qué dicen los profesionales/empresarios que actualmente están en el sector? ¿Qué oportunidades veo? ¿Cuál podría ser mi valor agregado?
  5. Mis recursos. ¿Cuál es el costo asociado a la transición de cambio de carrera? ¿Cómo podría afectar ese cambio en mi economía? ¿Cuál es el marco que regula la actividad? ¿Tengo una red de contactos que pueda apoyar la iniciativa? ¿Qué sucede si no consigo lo que me propongo? ¿Tengo un plan B?
  6. Manejo de la frustración. ¿Qué tan dispuesto estoy a enfrentar los desafíos que se vienen? ¿Cómo podré manejar los momentos difíciles y la incertidumbre inicial? ¿Cuál será mi red de contención? ¿A qué estrategias podría recurrir para mantener en alto mi motivación en el proceso?
  7. Mi autoevaluación. ¿Cómo me siento emocionalmente acerca de hacer este cambio? ¿Tengo la disposición para dedicarle tiempo y esfuerzo para lograr mi objetivo? ¿Cómo se alinea esta nueva carrera con mis metas a largo plazo y mi visión de vida?

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