Lucas Parera
La Nación / GDA

La idea fue simple, pero efectiva. ¿No te gustaría revivir tu partido de fútbol con amigos? ¿Compartir un video con un gran gol, un caño elegante, quizás también un blooper o una patada sanguinaria? Ocho amigos pensaron una solución, la llevaron a la práctica y hoy en día facturan US$ 900.000 al año.

La empresa argentina Beelup, que se dedica a grabar encuentros deportivos amateur y compartir los videos en su plataforma, nació en 2018, después de un intento fallido.

«Al principio quisimos grabarnos con cámaras GoPro», cuenta Mariano Coronas, uno de los fundadores de la empresa. «Pero no funcionó».

Después de esa experiencia, simplificaron: instalaron un sistema de cámaras en una cancha de fútbol 5 e idearon la plataforma para poder buscar y compartir los contenidos. Para 2020, la empresa ya tenía cámaras en más de 100 canchas.

«Pero vino la pandemia (de coronavirus) y eso obviamente nos frenó. Nosotros seguimos vendiendo cuando empezó, creíamos que eventualmente la actividad iba a reabrir, pero demoró más de la cuenta», dice el emprendedor.

Al recomenzar la actividad, Beelup aceleró y colocó más de 300 cámaras, ya no solo en canchas de fútbol, sino también de tenis, pádel, básquetbol y otros deportes. Además, el servicio cruzó la frontera y llegó a otros países de América Latina, Europa y Asia. Hoy en día, la empresa tiene instaladas alrededor de 5.000 cámaras en 17 países -más allá de Argentina, Beelup se encuentra en Uruguay, Chile, Colombia, Costa Rica, España, Grecia, Chipre, Malasia y Qatar, entre otros-.

«Grabamos más de 20.000 partidos por día y se descargan 40.000 jugadas; tenemos más de 1 millón de usuarios únicos que visitan nuestro sitio o nuestra aplicación», destaca Coronas.

Para acceder al servicio de Beelup, se puede ingresar al sitio web de la empresa, buscar el predio, la cancha y el horario en el que se jugó un partido y así ver el video. Además, un sistema con inteligencia artificial (IA) identifica las mejores jugadas de los encuentros -ya que la tecnología reconoce los aplausos- y arma un compilado con las imágenes de los mejores momentos del juego.

En Argentina, Beelup vende los equipos directamente a las canchas -y una empresa especializada los instala-; las personas pueden simplemente entrar en la aplicación y descargar el contenido. En otros países, en cambio, la firma entrega los equipos en comodato y cobra un alquiler a las canchas, que pueden decidir a su vez si trasladan el costo al precio por hora o cobran el servicio aparte. Y en otros casos, la empresa entrega e instala los equipos, y le cobra después al usuario por cada video.

De los ocho socios iniciales, actualmente Beelup pasó a contar con un plantel de más de 50 personas en el staff.

El objetivo de la empresa de cara al futuro es poder dar el salto desde los deportes amateurs a otras actividades, artísticas por ejemplo. «Nos contactan de algunos salones o lugares para eventos y lo estamos pensando. Nosotros queremos instalar ‘abejas’ por todos lados (el nombre de la empresa contiene la palabra bee, abeja en inglés)», comenta el socio de la firma.

Y concluye: «Hacemos una analogía con un cambio histórico que hubo en los complejos, que fue cuando hace 20 años atrás empezaron a poner el césped sintético. Las canchas cambiaron céspedes, pelotas, redes. Ahora, el próximo cambio es la gran modernización, tan importante como esa, que viene de la mano de la tecnología».