Aunque escasean, avanzan en las selecciones de personal y ganan terreno en posgrados, maestrías y doctorados; cinco testimonios ilustran el impulso femenino a un sector que necesita mano de obra.
En agosto de 2009, la tapa de El Empresario era protagonizada por el uruguayo José Décurnex, quien hoy es gerente general de IBM para América Latina. La escasez de personal calificado en la industria del software y la necesidad de innovar para subsitir se reflejaron en el informe de enero de 2012. La reconversión de los cybercafés tras a la ampliación del acceso Internet se destacó en abril de 2011. Años después (febrero de 2014), un mar de apps llegaba al mundo empresarial.
Hacen falta ingenieros. La novedad es que el sector de Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC) está cambiando el género al problema para solucionarlo: hay que incentivar la formación de más mujeres. En posgrados, maestrías y doctorados en Uruguay la relación es de tres hombres por mujer, algo mayor que en las carreras de grado (de cinco a una), según datos de la Cámara de Tecnologías de la Información (Cuti).
Esto se traduce con claridad en el mercado laboral. El sitio de clasificados Gallito.com registra más de 11.000 perfiles con conocimientos de TIC. De 2.800 con formación académica, solo un 18% son mujeres. Algo similar observan las consultoras de recursos humanos. En KPMG, las candidatas durante el último año fueron "pocas, pero sólidas" y logran avanzar en los procesos de selección, indicó la supervisora María Laura Volpi. El Empresario contactó a cinco ingenieras que se destacaron en el sector. Aquí están sus historias.
Mariel Feder - Responsable de sistemas en HRU.
Tiene 43 años y un máster en Computación y Sistemas de la Información. Es responsable de sistemas de Hípica Rioplatense, una empresa de 1.000 funcionarios con cinco casinos y cinco hipódromos. Ingresó en 2003 con el desafío de armar "toda la estructura de la empresa de cero, con fechas límites de apertura". Esto incluyó seleccionar el equipo y las soluciones para un negocio nuevo, cuando no había muchos expertos a nivel local. La clave fue dar con soluciones innovadoras, atractivas y seguras, porque se manejan transacciones económicas conectadas con entidades financieras. Además, los sistemas son complejos, porque reciben apuestas del exterior vía satélite. Antes, trabajó como consultora en Soluziona, con proyectos de tecnología en países como España, Filipinas y Argentina. En 2002, cuando el Internet era incipiente en Uruguay, la ingeniera cofundó www.saliracomer.com, que nuclea información gastronómica y se volvió un referente para el sector.
Paula Gallotti - Gerente de servicios en dVelop.
Con un máster en Gerencia de Empresas de Tecnología, esta ingeniera de 30 años de edad renunció a un trabajo con buenas perspectivas en la empresa Quanam —donde se especializó en business intelligence y big data— para fundar en 2008 su propia empresa, dVelop. Comenzó con tres socios, pero en la actualidad son un equipo de 25 personas cuyo trabajo es reconocido dentro de la comunidad GeneXus. Con esa tecnología, dVelop desarrolla aplicaciones a medida del cliente (web y mobile). El 70% de la facturación proviene del extranjero, con llegada a 28 países. Tiene presencia muy fuerte en Japón y Brasil, con clientes de la talla de Sony, Mitsubishi y Panasonic. También trabajó para Macy’s (EE.UU.) y a nivel local para República AFAP, Saceem y Summum, entre otros. Además de los sistemas que desarrolla, vende licencias de tres productos propios, que elevan la productividad y la flexibilidad de los desarrolladores y tienen más de 3.000 usuarios en el mundo.
Rosario Monteverde - CEO en PRO Internacional y GPS Gay.
Trabajó un lustro en Tata Consultancy Services y a sus 32 años cuenta con un máster en Gestión de Empresas de Tecnología. Con apoyo de la incubadora Ingenio, fundó PRO Internacional, empresa que desarrolló más de 500 proyectos web para clientes en 15 países. Brinda servicios que van desde la creación de sitios con diversas funcionalidades hasta campañas de marketing online. Su premisa fue brindar servicios rápidos en base a plantillas y de bajo costo.Realizó trabajos para el Poder Judicial, el LATU, algunos centros educativos (universidades, UTU) y la Asociación Uruguaya de Fútbol. La empresa fue galardonada en 2009 por Cartier Women’s Initiative Award como la mejor iniciativa femenina de América Latina. La trayectoria emprendedora de esta ingeniera no se detuvo allí. El año pasado lanzó junto a su socia la aplicación GPS Gay, una plataforma con éxito en el turismo LGBT: tiene más de 300.000 usuarios y crece a razón de unos 3.000 por día.
Karina Santo - CEO de K2B y GeneXus Consulting.
Tiene más de 20 años de experiencia en la dirección de empresas de tecnología y amplia trayectoria como líder de opinión en la comunidad GeneXus. Está al frente de la dirección estratégica y operativa de dos spin off de Artech (GeneXus Consulting y K2B). Ambas empresas surgen de su pasión por la arquitectura de sistemas y de una filosofía de trabajo que fomenta la innovación, que le permitieron gestar esas unidades de negocio. Los equipos de GeneXus Consulting realizaron unos 250 proyectos "de misión crítica", algunos muy reconocidos a nivel internacional, como el de trazabilidad para la carne y el de factura electrónica dentro de la Dirección General Impositiva (DGI). Ha trabajado para clientes de México, EE.UU., Venezuela, Argentina y Chile, entre otros. Incluso, la compañía cuenta con una fábrica de software en EE.UU. que produce aplicaciones para ese país. En tanto, K2B comenzó siendo un sistema integral de gestión empresarial que se instaló en grandes organizaciones (como Universidad de la República, DGI y casinos), que luego terminó incorporando servicios de consultoría.
Lorena Veiga - Directora de Xternum, coordinadora de la ventanilla única de comercio exterior.
Al iniciar su carrera se inclinó más por las áreas de gestión antes que las técnicas, por lo que luego realizó un máster en administración de empresas. Tiene 32 años y hace 10 que se desempeña en consultoría. Luego de trabajar en la Dirección de Aduanas, comenzó en 2012 a coordinar el proyecto de ventanilla única de comercio exterior en el instituto Uruguay XXI, que automatiza e informatiza los procesos en que interviene algún organismo dando permisos. Así, por ejemplo, la ventanilla evita a los importadores de teléfonos celulares hacer papeleos personalmente en Ursec para homologar los aparatos y luego presentarlos en Aduana. Esta ingeniera coordina a un equipo de 10 personas en este proyecto, que involucra a más de 20 organismos del Estado. Se busca hacer los trámites más predecibles y ágiles, lo que redunda en mejoras en el clima de negocios. Ya más de 30 trámites se realizan por esta ventanilla, que se ampliarán a un centenar. Con su consultora Xternum, Veiga también asesora a empresas en cómo ser competitivas en su cadena de valor, con clientes grandes como Forestal Oriental.
EL EMPRESARIO 10 AÑOS | Tendencias Marcela Dobal | mdobal@elpais.com.uy