Son publicistas uruguayos, eran competencia, se unieron y ahora triunfan en una agencia en España

Leonardo Fernández Chaves y Mateo López Bravo trabajan en Ogilvy Madrid, a donde llegaron luego de "darse contra la pared" y persistir para mostrar su talento creativo fuera de fronteras

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Leonardo Fernández Chaves y Mateo López Bravo, publicistas uruguayos.<br/>

Leonardo Fernández Chaves y Mateo López Bravo se conocieron estudiando publicidad. Sus nombres quizás suenen familiares porque fueron los creadores del reconocimiento «El arco de Suárez». Sin embargo, su historia está llena de ideas previas.

Años atrás, trabajaban en agencias pero no eran compañeros, sino competencia: uno integraba el equipo de Cámara/TBWA, y el otro, el de Grey.

A pesar de ello, compartían una visión común: demostrar que la creatividad uruguaya está al mismo nivel que la de cualquier parte del mundo y que se puede competir internacionalmente representando al país. Por eso, comenzaron a conversar sobre festivales publicitarios para jóvenes. En 2021, empezaron a reunirse luego de sus trabajos y fuera del horario de estudio para crear juntos una idea competitiva. «Nos juntábamos a pensar hasta las cuatro de la mañana, por amor, por poder representar a Uruguay y porque amamos las ideas, que es lo que nos moviliza», contó Fernández Chaves.

Con la primera pieza que crearon juntos participaron en el festival Clio Sports. No ganaron, pero ese fue el primero de muchos pasos que dieron juntos hasta llegar al presente, trabajando en la agencia Ogilvy Madrid.

Trabajar por un sueño

La publicidad da la oportunidad de crear grandes cosas, pero también es fuente de frustración, reconoció la dupla de uruguayos. «Darte contra la pared al principio es complicado», comentaron. Pese a que podían haber elegido el enojo como reacción a la derrota, los publicistas siguieron el camino contrario. «Nos dimos cuenta de que jugando en equipo podíamos hacer cosas interesantes», dijo Fernández Chaves. Así, comenzaron a abrirse paso trabajando juntos.

Aunque Fernández Chaves continuó desempeñándose en Cámara/TBWA y López Bravo fue contratado por una empresa farmacéutica, decidieron seguir creando a la par. Su plan era «llevar a Uruguay a hacer ruido en los festivales internacionales». Escribieron una lista de todos los eventos publicitarios del año y comenzaron a trabajar para participar en ellos. Presentaron piezas en varios países, y en 2022 tiraron «seis ‘balas’ y las seis entraron y fueron Oro. Fue una locura», recordaron. Con una de esas «balas» ganaron el Oro en el One Show de Nueva York, un prestigioso festival donde, por primera vez en la historia, Uruguay recibió ese reconocimiento.

Aquello «les cambió un poco la vida». En solo una semana, López Bravo organizó un viaje para recibir el premio en EE.UU., mientras su compañero y Gabriela Pedreira -quien los ayudaba con la producción- seguían el evento online.

De a poco, fueron captando la atención de referentes publicitarios. La noticia de su victoria recorrió el mundo. Recibieron felicitaciones y muestras de interés desde varios lugares, como Chicago o Singapur, lo que, sumado al apoyo de la industria local, fue «un terremoto de sensaciones».

«Justicia poética»

Vista de la Gran Vía de Madrid
Vista de la Gran Vía de Madrid.
Foto: Archivo

Fernández Chaves no fue a Nueva York porque estaba de vacaciones en España, donde hizo un mini tour por agencias para conocer el mercado. Recorrió varias, sin saber que aquellas puertas que abría como visitante, tiempo después las abriría como local.

En febrero de 2023, la dupla recibió un mensaje que les cambiaría la vida. El director creativo de Ogilvy Madrid les comentó la disponibilidad de dos puestos en su agencia y el interés en que ellos tomaran esos lugares. La decisión no fue fácil: tenían buenos trabajos, López Bravo pensaba en comprar una casa y no estaba en los planes de ninguno migrar. Pero lo analizaron y meses después, decidieron aceptar el desafío, lo que consideran un «orgullo» a nivel profesional.

Vivieron juntos un tiempo, formaron sus rutinas en Madrid y continuaron creando como dupla. Como «frutilla del postre», y una suerte de «justicia poética», como lo definieron, este año, después de mucho esfuerzo con los pies en otra tierra pero parte de su corazón en Uruguay, ganaron por primera vez en el Clio Sports.

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