En Uruguay, el año pasado 21.846 personas adquirieron al menos una habilidad en TI, un 16% más que 2021, según reveló el estudio Uruguay: Informe de talentos en el sector TI de Microsofty la Cámara Uruguaya de Tecnologías de la Información (CUTI) de febrero de 2023.
Con 64 personas con habilidades en TI por cada 10.000 habitantes, Uruguay es el país con mayor proporción en ese rubro en la región. Sin embargo, labrecha de género sigue siendo amplia. El Informe Anual del Sector TI (CUTI, diciembre 2022), reveló que en 2021 los hombres representaron un 66% de los empleos de la industria y las mujeres un 34%. El lado positivo es que la diferencia se redujo frente a 2020, cuando la participación masculina era 72% y la femenina 28%.
Aún en ese escenario, y con el auge de la inteligencia artificial generativa (IAG) gracias a herramientas comoChatGPT, varias mujeres uruguayas se hacen su lugar y destacan en el área de la inteligencia artificial (IA). Algunas con proyectos propios.
Estos cinco testimonios cuentan su camino en el sector y dónde están hoy con sus proyectos. Con distintos recorridos, todas reconocen que aún es difícil hallar otras mujeres formadas en IA para sus empresas.
A modo de ejemplo, Victoria Suárez, de Codiversity, admite que es difícil encontrar colegas femeninas en tecnología aunque «las hay» y remarca que es clave la diversidad de las miradas en este rubro para que los productos tengan los menores sesgos.
Carolina Bañales, fundadora y CEO de Eyecue, coincide. «En mi empresa sigo teniendo un gap de desarrolladores hombres. Sin embargo, los ingenieros hablan con mujeres que nos orientan en los productos», afirmó.
Así, las emprendedoras en este sector dejan claro con sus proyectos que van por grandes conquistas.
Maia Brenner
Nació en una familia que se mueve en el mundo tecnológico (es hija de Pablo Brenner) pero aseguraba que no seguiría ese camino. Sin embargo, hoy está al frente de Flipando, startup que cofundó junto a Yves Fogel y Dana Terdiman, que ayuda a crear soluciones de IAG en pocos pasos. «Permite a cualquier persona sin experiencia técnica, construir una solución con IA generativa. A nivel de empresa permite tener en un solo lugar todas las soluciones que los equipos generen», resumió Brenner.
Bajo el modelo SaaS por usuario, ya más de 500 personas tienen acceso y más de 20 empresas están relacionadas con Flipando. El vínculo de Brenner con la IA no fue directo. Primero optó por la Facultad de Ciencias Sociales de la Udelar, si bien admite que le gustaban las matemáticas. De hecho, en su trabajo en el Plan Ceibal se encontró analizando datos y le picó la curiosidad por programar. Se mudó a Barcelona para estudiar data science y así aprender a usar datos y resolver problemas. Allí también incursionó en machine learning. Una vez en Uruguay, entró en la empresa de IA, Tryolabs, donde ocupó distintos roles.
En junio 2022 decidió tomarse un tiempo sabático para evaluar su futuro. En septiembre y de regreso en Uruguay, tomó trabajos independientes pero ya con la idea de emprender; solo le faltaba lo más importante: con quién. A fines de ese mes encontró a sus socios, armaron un grupo de WhatsApp llamado «Flipando», en octubre tenían la empresa y en enero, en Punta Tech, lanzaron su primer MVP (mínimo producto viable) y «ya estábamos flipando para el mundo».
Victoria Suárez
Codiversity, plataforma de aprendizaje con base en IA, es la tercera startup tecnológica que crea Victoria Suárez. La emprendedora tuvo la primera idea en 2018, mientras transitaba en su anterior proyecto ReservaTelo.
«Se me había ocurrido hacer una plataforma en educación con aprendizaje con IA, pero llegué temprano al mercado y fue uno de los factores por lo que no tuve éxito al lanzarlo. Pero me quedó en la cabeza y hace tres años lo retomamos y fundamos esta plataforma como SaaS», comentó.
La empresa ayuda a desarrollar habilidades digitales a personas que se están insertando en el mundo del trabajo. Apunta a empresas que están en plena transformación digital y que encuentran como una de las principales dificultades, incorporar estas destrezas. «Hace un año y medio hicimos el producto y luego firmamos un partnership estratégico con Microsoft que nos permite usar OpenAIy llegar a más clientes juntos», indicó.
El foco de su producto está puesto en empresas, organizaciones y fundaciones. Hoy en día suman 15 clientes, entre ellos Hilton en Uruguay y Lartirigoyen (agronegocios) de Argentina. «Tenemos módulos de diagnóstico de habilidades técnicas y habilidades emocionales. La IA toma los datos del perfil y de aprendizaje y brinda en qué formato darle contenido», explicó Suárez.
La empresa ofrece cursos propios, de terceros y ahora está sumando contenido gratuito de Microsoft. En su plantilla emplea a 10 personas (cinco mujeres) y tiene presencia en Uruguay, Argentina, Colombia y EE.UU. Su mercado es América Latina y ya prepara el aterrizaje en México.
Paula Martínez
En 2019, junto a su socio Rodrigo Beceiro, fundó Marvik, empresa de servicios a medida de IA como machine learning. Actualmente ya son más de 60 personas en Uruguay, Argentina y Colombia, y tienen clientes en EE.UU., Canadá, Inglaterra y países de la región.
Martínez destacó que la empresa creció en forma orgánica y recibió una inversión en 2020 de la tecnológica uruguaya Moove-IT. Entre sus servicios, trabajan con computer vision: con IAG crean imágenes que funcionan como «un probador virtual que permite al usuario ver cómo le quedaría una prenda. Lo hicimos para una startup de Brasil que le vende a diferentes marcas su tecnología», comentó la emprendedora.
En Marvik también generan soluciones de procesamiento de lenguaje natural y de analítica predictiva como motores de recomendaciones. «En llamados laborales para recomendar candidatos adecuados de acuerdo al CV y al empleo pedido», ejemplificó.
Otro servicio que ofrece la compañía es el de ingeniería de datos.
Martínez estudió ingeniera eléctrica y descubrió su «gusto» por la IA al final de la carrera cuando se topó con materias similares a machine learning. «Era un área que siempre disfruté y me llamó la atención, pero no había salida laboral», recordó. Sus primeros trabajos fueron en telecomunicaciones y en el Plan Ceibal.
En 2015 decidió cursar el máster en Gerencia de Tecnología (Universidad ORT) y ahí conoció a Beceiro, su socio. Ambos palpitaban ya que la IA era lo que se venía y su tesis final versó sobre eso. «Durante 2017 nos preparamos, en 2018 dimos cursos sobre machine learning e IA y en 2019 nos dedicamos a construir Marvik», remató.
Carolina Bañales
Cuenta con larga trayectoria en tecnología e IA. Comenzó con GlamST, y luego de salir del proyecto, y tras un año inactiva, en 2019 armó Eyecue junto a tres ingenieros. «Es una plataforma SaaS que, mediante un software propio de IA, analiza datos públicos de Instagram y TikTok en tiempo real y genera información para empresas sobre sus competidores», detalló.
«Veía un crecimiento del contenido en redes sociales, en imágenes y quería identificarlas pero sobre todo interpretarlas, es algo que siempre me interesó. Desde 2019 seguimos más de 300 marcas y el desafío de IA es la usabilidad práctica del producto, que acompañe las métricas de negocio de una compañía», analizó.
La pandemia hizo que el inicio de Eyecue, en 2020, fuera con consultorías; así llegaron al punto de equilibrio al año siguiente con 10 ventas, hasta que en 2022 levantaron US$ 870.000 de inversión y firmaron el primer contrato por su producto. Desde entonces comenzaron a crecer; la llegada de ChatGPT, hizo el resto.
«Este año comenzó una aceleración muy fuerte, las empresas salieron a buscar este tipo de producto. Uno de nuestros principales clientes aprobó un nuevo presupuesto que triplicó el que tenía con nosotros», dijo Bañales.
Eyecue trabaja para Chanel, Estée Lauder y una galería de arte de EE.UU., y está por cerrar con otro jugador «muy grande». Si bien sus clientes están en el sector belleza, Bañales aclaró que lo «robusto» del producto lo hace multi industria.
En su staff de 14 personas el 50% son mujeres, y se distribuye entre Uruguay, Argentina, EE.UU. y España.
Josefina Ruiz
En mayo, junto a su hermano Federico lanzó LangAI, una app (por ahora para iOS) que utiliza IA para la formación en idiomas.
Lo novedoso es que se aprende «conversando» en más de 20 idiomas, a través del chat o notas de voz. La plataforma genera conversaciones naturales y corrige al usuario si se equivoca.
Más de 2.000 personas se bajaron la app, de los cuales 200 son clientes registrados pagos, 50% anuales y 50% mensuales, principalmente de Reino Unido.
A diferencia de sus colegas, Ruiz no hizo carrera en la tecnología. «Trabajo en marketing en la tecnológica Light-IT y estoy en contacto con startups de Uruguay pero sobre de EE.UU. Eso me generó ganas de emprender. Mi hermano trabajó en Facebook y exploramos con ChatGPT. Él tuvo la idea y entre los dos armamos el proyecto, desde mi lado de agregar valor al usuario», contó.