La startup uruguaya Fitit, que utiliza inteligencia artificial (IA) para recomendar el talle ideal de una prenda de ropa en tiendas de e-commerce, se encuentra en proceso de internacionalización. En los últimos meses entró en varios mercados de Latinoamérica como Chile, Argentina y México, y alcanzó su objetivo de obtener la mayor parte de su facturación a través de clientes en el extranjero. Hoy, el 70% de sus ventas corresponden a marcas en el exterior y el 30% a firmas que trabajan en Uruguay, cuando en 2023 el 100% de los ingresos provenían del mercado local.

«Desde el momento cero tuvimos el foco puesto en que (la startup) fuera internacional, por el tamaño de negocio y el potencial tecnológico que hay afuera», dijo Daniel Bella, cofundador de Fitit, junto a Alan Rytt y Dan Bzurovski. El trío coincidió en que el problema que atacan con su tecnología «es global», y eso les da oportunidades de crecimiento.

Su objetivo está puesto en crecer en la región, principalmente a partir de ventajas que ofrece, como la cercanía al momento de viajar y sus similitudes con la cultura uruguaya. Por eso, apuntaron especialmente a Chile y Argentina, donde consiguieron varios clientes. En esos países, además, los grandes e-commerce como Mercado Libre o Amazon «educaron mucho sobre la compra online, que está muy desarrollada, mientras que en Uruguay estamos en ese proceso. Por eso nuestra solución tiene mucho sentido allí», explicó Bzurovski.

Fitit trabaja con su modelo B2B2C (Business to business to consumer) en Uruguay, Argentina, Chile, Colombia, México y Panamá. Tiene más de 60 clientes y alcanza a más de 100.000 usuarios. Este año las ventas han crecido entre 20% y 30% al mes.

Brasil es uno de los mercados a los que Fitit quiere ingresar a futuro, pero sus cofundadores aclararon que su desembarco allí debería ser junto a un partner local, ya que ese país «es como un mundo aparte» en Latinoamérica, debido a su tamaño, idiosincrasia e idioma.

La startup tiene varias unidades de negocio, por ejemplo la de data, que es «fuertísima», indicó Bzurovski. A través de analítica, se procesa la información anónima de las búsquedas, compras y medidas, para brindarles a las tiendas datos sobre tendencias y relevancia de cada categoría de producto.

Fitit se divide en varias áreas -desarrollo, integraciones, ventas y finanzas-, y según adelantaron los fundadores, el equipo de integraciones crecerá porque se encarga de ingresar al sistema las medidas de las prendas de cada tienda; deslindándolas de esa tarea.

Los emprendedores indicaron que no descartan, a futuro, tener representantes de ventas en otros países, aunque hoy eligen ser ellos los creadores del producto y quienes salen a presentarlo al mundo.

Proyecto en moda y «retail»

Los emprendedores adelantaron que, en medio del proceso de expansión e internacionalización de Fitit, surgió en EE.UU. la oportunidad de desarrollar una nueva unidad de negocio vinculada al mundo del fashion y el retail. Por confidencialidad no pudieron comentar de qué se trata.

Leonardo Mainé

El sueño americano

«Nunca dejamos de ver el mercado norteamericano», indicó Bella, y destacó que han viajado varias veces a EE.UU. para reunirse con posibles clientes. Rytt destacó que están en conversaciones con empresas «grandes, grandes» y que la recepción ha sido muy buena y se ha visto interés en su herramienta, pero tienen claro que allí los procesos de ingreso al mercado son largos.

Según Rytt, no existe una tecnología que atienda el problema de los talles de la misma forma que Fitit, y eso ha interesado a las empresas de retail. La startup intenta mostrar los talles correctos de ropa y enfrentar el problema de la devolución, que implica un costo para las empresas y los consumidores y también a nivel medioambiental, dados los traslados necesarios para realizar el cambio de prendas.

La forma de vender Fitit en el exterior ha sido demostrando su uso, ya que viendo al sistema en acción «las tiendas toman conocimiento realmente de lo que hacemos», dijo Rytt.