En 2023, cuatro emprendedores (tres uruguayos y un argentino) decidieron crear un producto para combatir el daño provocado por la radiación solar. ¿Lo innovador? Utilizar una enzima que proviene de organismos de la Antártida. Así nació DNAzyme, que en 2024 y tras captar inversión de la aceleradora regional GridX primero, y de la Agencia Nacional de Investigación e Innovación (ANII) después, llamó la atención de IndieBio, el inversor número uno en biotecnología en etapa temprana del mundo. La empresa aceptó incluir a la startup en su programa de aceleración de cinco meses y, además, le inyectó una inversión de unos US$ 200.000.
«Es la culminación de la ronda de validación técnica de la enzima que comenzó con el fondo de la ANII. Es concretar un MVP (siglas de ‘Minimun Viable Product’) con todas las validaciones necesarias, como los ensayos de seguridad y la escala piloto de producción que hicimos en ATGen, donde estamos ubicados. Validamos el potencial de escala global de la tecnología», explicó Stefano Valdesolo, CEO de DNAzyme y cofundador, junto a Célica Cagide, Betania Martínez y Juan José Marizcurrena.
El CEO destacó que, de esta forma, lograron probar que su activo cumple el objetivo buscado —prevenir la acumulación del daño mutagénico que se genera por la radiación UV en la piel— y está listo para ser utilizado por los laboratorios en sus productos. Entre otras aplicaciones, este desarrollo trabaja en la prevención del daño mutagénico que lleva al fotoenvejecimiento y a enfermedades asociadas.
Lanzamiento a la vista
Valdesolo comentó que el desembolso de IndieBio se hizo en etapas. Un 40% se destinó a terminar los estudios de validación en piel humana en un modelo ex vivo —los requeridos para un producto cosmético— en Kosmoscience, una empresa brasileña de investigación especializada en eficacia y seguridad de cosméticos. El otro 60% se utilizó para solventar parte de la operación de 2024 y la de este año, que incluye entender el segmento al que apuntarán primero y dónde buscar dinero para financiar los siguientes pasos. Esto último se realizará junto a IndieBio, porque el programa culmina en marzo con la presentación de la startup ante inversores.
«El plan es lanzar la ronda de inversión de US$ 2 millones en 2025, para lo cual nos apoyaremos en IndieBio, que hará de nexo con inversores de EE.UU. relacionados a la industria. El dinero se destinará a financiar dos años de operaciones en el camino hacia la salida al mercado. El objetivo es que sea en países de Latinoamérica, EE.UU. y dos países más, uno en Europa y otro en Asia», adelantó el CEO.
Para ello, la startup transitará dos caminos. Por un lado, firmará contratos de manufactura con empresas que elaboran productos para grandes laboratorios globales. Por otro, establecerá acuerdos con compañías medianas que se enfocan en buscar ingredientes innovadores para sus productos de lujo.
Según Valdesolo, el plan es lanzar el primer producto al mercado a fines de 2025 o principios de 2026, y «hay posibilidades que sea en Uruguay con un laboratorio con el que ya estamos trabajando», concluyó.
DNAzyme fue creada en agosto de 2023 con la finalidad de reparar el daño que causa la radiación UV en la piel. Su innovación radica en que, para ello, la empresa biotecnológica utiliza enzimas que provienen de organismos de la Antártida que trabajan directamente en el ADN de las células afectadas por la radiación. La startup está instalada dentro de la empresa ATGen, en el LATU, y el plan, por ahora, es seguir trabajando desde Uruguay para el mundo, aseguró Stefano Valdesolo, su cofundador y CEO.