Startup uruguaya de inteligencia artificial captó US$ 600.000 de inversión y desembarca en Paraguay

Flipando AI lanzará su plataforma FlipFlow de regtech (tecnología regulatoria) para la industria financiera, duplicará su equipo en Uruguay y preparará su llegada a México

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Equipo. Juan Diego Balbi (CTO), Micaela Wild (CRO), Maia Brenner y Martín Picovsky (COO) lideran Flipando AI.
Equipo. Juan Diego Balbi (CTO), Micaela Wild (CRO), Maia Brenner y Martín Picovsky (COO) lideran Flipando AI.
Foto: Leonardo Mainé

La startup uruguaya de inteligencia artificial (IA), Flipando AI, cerró una ronda de inversión de US$ 600.000 que le permitirá desarrollar su plataforma FlipFlow, un producto para la industria regtech (tecnología regulatoria) diseñada para automatizar las operaciones de compliance cross-border entre empresas.

«Es una extensión de la ronda pre semilla que comenzó el año pasado cuando levantamos US$ 300.000. La iniciamos en junio de este año, la completamos en un mes y medio y quedó oversubscribed (el interés de inversores superó el monto obejtivo). Con esto, cerramos US$ 950.000», indicó Maia Brenner, cofundadora y CEO de la startup.

De la ronda participaron los fondos Ithink VC (Paraguay), Nido VC (México y San Francisco) y Worthit VC, e inversores ángeles de Uruguay, Argentina, Israel y Bolivia.

Flipando AI.  Los emprendedores lanzarán su producto FlipFlow en octubre y buscarán duplicar el equipo antes de fin de año.
Flipando AI. Los emprendedores lanzarán su producto FlipFlow en octubre y buscarán duplicar el equipo antes de fin de año.
Foto: Leonardo Mainé

Además de Brenner, la empresa es liderada por Martín Picovsky (COO), Juan Diego Balbi (CTO) y Micaela Wild (CRO).

Según la CEO de Flipando AI, el capital se destinará a crear el equipo que desarrollará el producto. «Buscamos atraer talento de clase mundial en IA. El plan es contratar cinco personas este año. Además, buscaremos crecer en Uruguay, llegar a Paraguay y luego a México».

En octubre se lanzará la plataforma y apuntan a financieras, fintech y bancos, que realizan pagos transfonterizos y necesitan validar normas legales. «Por ejemplo, cuando alguien pide un seguro y tiene que darse de alta en una financiera se le pide la cédula, recibo de sueldo, comprobante de domicilio. En este caso, quien necesite chequear, escribe en lenguaje natural qué necesita y la herramienta lo hace. Además, genera reportes y notificaciones», resumió.

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