Negocios

Un caso "de película", una "mirada optimista" y tres desafíos que trae la inteligencia artificial a los negocios

Eduardo Mangarelli, presidente del Directorio de Endeavor, disertó en la Cena de Gala de la organización sobre los impactos de esta tecnología en el mundo empresarial

Compartir esta noticia
Eduardo Mangarelli, presidente del Directorio de Endeavor.jpg
Eduardo Mangarelli, presidente del Directorio de Endeavor.

La película Destino emprendedor: el secreto del éxito cuenta la historia de cuatro jóvenes amigos neoyorquinos, decididos a embarcarse en la aventura empresarial de sus vidas. El espíritu osado de los protagonistas se refleja en el póster donde aparecen contemplando el horizonte de la Gran Manzana en plena noche. Pero, en realidad, la película no va a estrenarse, tampoco es un proyecto real. Es tan solo un ejemplo de lo que lainteligencia artificial (IA) puede crear en 10 minutos con una serie de instrucciones precisas.

El ejercicio sirvió para ilustrar el enorme potencial de la IA, según demostró Eduardo Mangarelli, presidente del directorio de Endeavor y decano de la Facultad de Ingeniería de la Universidad ORT, durante su charla en la Cena de Gala de Endeavor. El evento, celebrado el jueves 14 en el Centro de Eventos del LATU, reunió a más de 750 empresarios, emprendedores, inversores y representantes del gobierno.

Convivimos con la IA desde hace 20 años, señaló Mangarelli, que mencionó usos diarios como los motores de búsqueda de Internet, la optimización de rutas en servicios como Waze o Google Maps, y los pagos digitales.

Eduardo Mangarelli.jpg
Diego Battiste

Pero el último punto de inflexión en este campo ocurrió hace unos 10 meses cuando la IA agregó una letra a su sigla, la G de generativa. «Es tecnología con la capacidad de aprender de grandes volúmenes de información para, en base a eso, crear contenido único y original», resumió Mangarelli.

Una vista inédita de Punta del Este, una melodía ultrapersonalizada o la premisa de una película creada a partir de una base de datos, son algunas de las posibilidades que abre la IAG, con la plataforma ChatGPTal frente, según lo que mostró Mangarelli.

«El fenómeno relevante es cuando el lenguaje, la inteligencia y la tecnología se cruzaron en el mismo camino», señaló respecto al hito que marcó el inicio del uso masivo de ChatGPT. «Esto es como tomar un robot y sentarlo a estudiar todo el contenido disponible de Internet, unos 350 billones de palabras. Pero lo interesante no es analizar o almacenar palabras, el desafío es haber analizado esos 350 billones de palabras y haber combinado el conocimiento para generar uno de mayor nivel», analizó. Este avance, le permitió a la IA evolucionar y pasar de recibir y devolver texto a ser capaz de entender el contexto de sus interacciones con los humanos.

Copiloto de negocios

Analía Migues, directora ejecutiva de Endeavor.jpg
Analía Migues, directora ejecutiva de Endeavor, ofició de maestra de ceremonias de la velada.

El «impacto transversal» de la IAG impulsa a cada vez más empresas y sectores a adoptar esta tecnología, explicó Mangarelli.

«¿Cuáles son los múltiples escenarios de negocios en los cuales puedo integrar y aprovechar este tipo de tecnología?», planteó al auditorio. La respuesta es que el universo de rubros y posibilidades de uso es inabarcable. «Lo clave es cuando esto se transforma en experiencia de usuario, en valor para los usuarios», remarcó el presidente de Endeavor.

Por ejemplo, Microsoft y Google -dos de las empresas que lideran en el campo de la IAG junto a OpenAI (ChatGPT) y Anthropic- anunciaron que integrarán la tecnología a herramientas como Word y Google Docs, respectivamente. Esto permitirá a los usuarios crear contenidos, corregir o traducir documentos con mayores facilidades.

«Cuando pensamos desde la mirada de cada uno en sus empresas, este tipo de tecnología es integrable en nuestros procesos de negocios», aseguró el experto.

La «tecnología tipo GPT» ya se está implementando en los CRM (sistemas de gestión de la relación con clientes) de modo que «pre-arma» correos electrónicos de los agentes de venta en base a la forma de escribir del usuario y del perfil del cliente-destinatario.

«¿Eso sustituye el trabajo de la persona de ventas? Absolutamente no. Eso resuelve el 80% de la tarea y mejora la experiencia y la productividad de esa persona», aclaró Mangarelli.

La IAG también encuentra campo fértil en la redacción de contratos. Un estudio legal, dijo el experto, puede crear documentos con tecnología entrenada con contratos anteriores y conectada a la base de datos de la empresa. El resultado es un texto «óptimo, probablemente no terminado, pero con un extraordinario nivel de avance».

En marketing, publicidady realización audiovisual se pueden automatizar y generar contenidos específicos ya no en base a una gran audiencia, sino a partir de los perfiles y las características de los individuos, apuntó.

Ese comentario dio pie al ejercicio en el que Mangarelli cargó en ChatGPT una base de datos de películas y la plataforma terminó generando la sinopsis de un nuevo filme, una PPT sobre la cinta dirigida a inversores, entre otras tareas, y creó la descripción en base a la cual la herramienta Midjourney creó el póster promocional. Todo en solo 10 minutos.

Tres desafíos

Gala Endeavor 2023.jpg
La Cena de Gala de Endeavor convocó a más de 750 empresarios, emprendedores y representantes de gobierno.

Mangarelli reconoció que el avance de la IAG trae aparejados desafíos. La falta de garantías en la privacidad de los datosprovocó que a fines de marzo Italia bloqueara el uso de ChatGPT. Sin embargo, a mediados de abril, OpenAI agregó una funcionalidad por la que el usuario puede evitar que la plataforma guarde sus datos. Ese cambio desactivó la prohibición en Italia.

Este caso despertó dos reflexiones en el experto: «la velocidad a la que suceden las cosas, y la importancia de tomar en cuenta qué es lo que sucede con la privacidad de los datos». Mangarelli remarcó que «existen razonables herramientas para poder integrar información interna cuidando la confidencialidad y privacidad de nuestra información».

Cómo evitar que la IA reafirme los sesgosque contiene la información histórica con la que es entrenada constituye otra dificultad. A ello se suma la necesidad de actualizar la legislación para adaptarla al avance de la IAG.

«Las tecnologías y herramientas que estamos generando dependen de nuestro ingenio pero también de nuestra empatía y ética», señaló Mangarelli, y acotó: «El impacto (de la IAG) tiene una amplia relevancia en múltiples aspectos de nuestra vida personal y profesional. Por eso, creo que la tecnología hoy empuja los límites de las capacidades humanas».

Ser responsable no implica ser apocalíptico. «Tengo una mirada sumamente optimista partiendo de que seremos capaces de tomar esta tecnología y darle el uso adecuado», concluyó el experto.

¿Encontraste un error?

Reportar

Temas relacionados

inteligencia artifficial

Te puede interesar