Coca-Cola cumplió 80 años en Uruguay, un mercado pequeño pero «clave», de acuerdo con Pedro Massa, vicepresidente de Coca-Cola Company South Cone Latam. «Es un buen mercado para hacer piloto porque tiene una población muy diversa», acotó en entrevista con El Empresario en el marco de la celebración de este hito.

Coca-Cola, junto a FEMSA -su socia embotelladora local-, lleva invertidos unos US$ 90 millones en los últimos cinco años, de los cuales alrededor de un 10% fueron destinados a renovar de manera integral las dos líneas de producción de envases retornables. La sostenibilidad representa uno de sus mayores desafíos y es hacia donde han dirigido gran parte de sus esfuerzos, invirtiendo en optimizar los procesos productivos para reducir el consumo de agua, la emisión de carbono y la reutilización de desechos industriales.

Al mismo tiempo, Coca-Cola se enfocó en «poner al consumidor en el centro» y amplió su portafolio de productos. «Hoy estamos con categorías de jugos, de aguas saborizadas, aguas, isotónicos, las gaseosas. Hay una gama de portafolio mucho más amplia, enfocada en consumidores, ese es nuestro objetivo final», resumió Nuria Varela, directora de Operaciones de Coca-Cola FEMSA Uruguay.

La multinacional tiene en el país 620 colaboradores directos, 27 centros de distribución, 26.000 puntos de venta y un portafolio con 40 productos. A pesar de su tamaño, la innovación constante es su misión, coincidieron sus ejecutivos.

Foto: Juan Manuel Ramos/Archivo El País

-¿Qué balance hacen del desempeño de Coca-Cola FEMSA en Uruguay?

-Pedro Massa (PM): Tener 80 años de operación en un país es un motivo de orgullo muy grande para nosotros. En los últimos cinco años hubo mucha inversión de ampliación del portafolio y de ampliación de los centros de distribución (ya llevamos 27). Hemos invertido casi US$ 90 millones en la ampliación de la fábrica y en botellas retornables. Esa es la botella más sostenible que tenemos en América Latina hoy, tiene la mejor huella de carbono, e invertimos US$ 12 millones en ello. Este volumen de inversión responde a que vemos mucho potencial en el país para seguir creciendo: Uruguay para nosotros es un país clave para el crecimiento de Coca-Cola en América Latina. Lanzamos muchos productos también en este período. Por ejemplo, Vitale, la primera botella 100% hecha de otras botellas. Hay un compromiso de seguir desarrollando el portafolio, no solo por variedad, también conectado con las prácticas de ESG (NdR: sigla en inglés de ambientales, sociales y de gobierno corporativo).

Hemos invertido casi US$ 90 millones en la ampliación de la fábrica y en botellas retornables

Pedro Massa, vicepresidente de Coca-Cola Company South Cone Latam.

-En 2018, en el marco de los 75 años, manifestaron su intención de «transformar el portafolio para convertirse en una compañía integral de bebidas». ¿Cómo crecieron en esa dirección?

-Nuria Varela (NV): El consumidor cada vez exige más: variedades, empaques, con azúcar, sin azúcar, jugo, un agua. Entonces, en ese sentido, las inversiones fueron también dirigidas a cómo satisfacer esas necesidades. Y empezamos a jugar en categorías que no traíamos, como isotónicos, por ejemplo, con nuestra marca Powerade. Como sistema estamos muy abiertos a las tendencias de consumo. El mercado de Uruguay es pequeño, pero muy diverso. Eso hace que tengamos que tener un contacto (con el consumidor) cada vez más completo, justamente para poder satisfacer esas necesidades.

-¿Es un desafío continuar innovando siendo una empresa líder en el mercado?

-PM: Colocar al consumidor en el centro y la innovación constante es la fórmula secreta de Coca-Cola para seguir siendo relevante para el consumidor. Queremos estar en todas las ocasiones donde una persona necesita refrescarse. Ahí se abren algunas oportunidades. Estamos empezando con las bebidas alcohólicas prontas para beber. Entonces, en algunas operaciones lanzamos Jack & Coke (NdR: whiskey Jack Daniels y Coca-Cola), Schweppes con gin, y estamos aprendiendo con esto.

Foto: Juan Manuel Ramos/Archivo El País

-¿Qué inversiones tienen en carpeta y a qué áreas van a ir destinadas?

-NV: Continuamos trabajando mucho en lo que tiene que ver con las tecnologías, en las inversiones que nos permitan tener un portafolio cada vez más completo, en este camino de ser una compañía integral de bebidas. Estamos atentos a otras categorías también, eso nos exige tener cada vez más líneas más flexibles, capacidad de almacenamiento. En esa línea seguimos trabajando.

-En los últimos años la marca ha tenido varias iniciativas de sostenibilidad. ¿Qué transformaciones han hecho a nivel productivo y cuáles son las que se vienen? ¿Cuáles son sus metas en reciclaje de plástico?

-NV: Gran parte de estas inversiones que mencionaba Pedro tuvieron que ver con nuestras líneas de producción y en tener cada vez más empaques retornables. Se facilitó la logística inversa, el ida y vuelta de los envases, ahí hay otras eficiencias. Y cuando la botella retornable termina de dar las vueltas en el mercado (unas 25 aproximadamente), es reciclable, lo mismo que la etiqueta de papel. Todas las modificaciones que se están haciendo en las plantas tienden a traer tecnologías que nos permitan ser más eficientes tanto en el uso de aguas, de energía, en la emisión de carbono. Estamos muy enfocados en todos los procesos productivos a cómo hacemos más eficientes, tanto los recursos que tomamos para producir, como los desechos. Y ahí también hay un trabajo muy grande de cómo reciclamos esos desechos, que son industriales, y los reutilizamos. El año pasado la planta cerró con el 93% de sus residuos de procesos industriales reciclables, para ser reutilizados en otras etapas. Son compromisos muy grandes que se asumen desde el lado de la planta, más allá de los que se asumen desde el sistema (post-industrial).

PM: Coca-Cola globalmente tiene un programa que se llama Mundo Sin Residuos y Uruguay tiene un rol muy importante en él, porque hoy 100% de los empaques acá ya son reciclables, y más o menos el 20% del portafolio de Uruguay ya es retornable. Venimos reduciendo muy fuertemente la cantidad de agua que se usa para producir cada litro de bebida. Toda la innovación y toda la inversión que viene está muy conectada con esta temática. Y además de la parte ambiental hay una parte social, que es muy importante también.

Gentileza Coca-Cola

-Algo que ha cambiado mucho también es la tecnología en cuanto a la producción. ¿Cómo impactan estos avances en el trabajo de las personas que se desempeñan en la planta? ¿Tienen proyectado algún cambio?

-NV: Las inversiones que hemos hecho en tecnología tienen que ver, por un lado, con la eficiencia, porque venimos creciendo en variedad y en portafolio y eso exige que cada vez seamos más productivos. Pero por el otro lado, nos permitieron mucho trabajar sobre la seguridad de nuestra gente en los procesos productivos. Eso es crucial y es uno de los compromisos más grandes que tenemos.

-James Quincey, CEO de Coca Cola Company, dijo a la revista Fortune que se preparan para un «futuro sin calorías». ¿Cómo es ese futuro? ¿Están haciendo énfasis en productos más «saludables»?

-PM: Tenemos que estar listos para satisfacer a cada consumidor. Entonces, lo que estamos haciendo es dar opciones para los distintos consumidores en las distintas ocasiones de consumo. Uruguay es uno de los países del Cono Sur con uno de los mix más grandes de bebidas sin calorías. Esto es una característica del mercado uruguayo. Es diferente de otros países en los que opero.

-NV: Cada vez más el consumidor demanda opciones, y nuestro desafío es dárselas, con buenas fórmulas, buenos productos y buenas marcas.

-¿Cómo se han comportado las ventas en Uruguay después de la pandemia?

-PM: El martes 24 reportamos el resultado global, que para América Latina fue muy bueno, y Uruguay sigue esta tendencia. Y pospandemia fue un período de buen crecimiento. Seguimos invirtiendo, diversificando el portafolio. Seguimos creciendo la oferta de bajas calorías y ampliando para otras categorías también.

-NV: Como en todas las industrias, nos vimos afectados. Pero fue crucial el acompañamiento de la población en ese momento. Nuestros camiones no dejaron de salir a repartir. Después de la pandemia, hay un oasis para las industrias porque volvió todo un poco a la normalidad y a crecer. Y ahí venimos acompañando los resultados de Latinoamérica.