Salteña, 52 años. Eliana Ribeiroes química farmacéutica y CEO de Scienza Uruguay y Chile. Bajo su liderazgo la empresa ha sido galardonada como una de las "Mejores empresas uruguayas en el sector de tecnología", destacando su capacidad para generar un impacto positivo en el área de la salud y contribuir significativamente a la agenda nacional. La compañía que dirige lleva medicamentos para tratamientos especiales a 150.000 personas sólo en Uruguay y ella destaca que actualmente uno de los mayores desafíos es generar equidad en el acceso a la medicación.

La industria farmacéutica camina a pasos agigantados y en Uruguay, la empresa Scienza intenta acompañarlos ofreciendo medicamentos para tratamientos especiales. La CEO de la compañía aseguró que Uruguay está muy bien posicionado en el sector de la salud, con buenos niveles de inversión y formación, y valoró: «Cuando hay una necesidad médica importante el país responde».

—¿Cómo se ha desarrollado la actividad de Scienza en el país?

—Scienza acompaña las tendencias internacionales. En el mundo de la salud hubo un avance enorme, tecnología y nuevas herramientas impulsaron la productividad de la manufactura y la investigación científica. No es sólo la producción, sino la eficiencia y la productividad de la misma, con qué tasa de éxito encontramos productos que logren mejorar la salud. Antes tratábamos la sintomatología, ahora la tecnología permite identificar sus causas. Esto ha hecho que hayan aparecido muchos productos nuevos. Hay personas que no tenían alternativas terapéuticas a sus enfermedades y hoy empieza un renacimiento enorme con nuevos fármacos para lograr que tengan una vida normal.

—¿A cuántos pacientes llegan con los medicamentos?

—En el país llegamos a 150.000 pacientes. Uruguay tiene solidez en su sistema de salud y en sus políticas de cobertura, que son un modelo en la región. Nuestro compromiso sigue siendo implementar estrategias de acceso basadas en atender las necesidades de las poblaciones desatendidas y mejorar la accesibilidad de los medicamentos a través de soluciones que permiten el equilibrio. La innovación farmacéutica, aunque auspiciosa, crea un importante gap de acceso. En un mundo donde el desarrollo de fármacos es continuo, sigue habiendo un gap de acceso significativo. Este no es un problema exclusivo de nuestro país, sino un desafío global que se intensifica con el rápido desarrollo tecnológico de nuevos productos. El valor de un medicamento tiene múltiples dimensiones, no se mide únicamente por su precio. Nosotros trabajamos fuertemente en resaltar otras dimensiones de beneficios, como el impacto positivo en la vida de los pacientes, la reducción de complicaciones y hospitalizaciones, y la mejora general en la calidad de vida. Todo esto se hace para que tengamos una mirada social que priorice a los pacientes, en vez de decidir solo por precio. Es esencial que el diálogo y la colaboración entre todos los actores sean constantes. Debemos planificar con anticipación y trabajar juntos para asegurar que el futuro sea más sostenible y que más pacientes tengan acceso a los tratamientos que necesitan, esta es nuestra responsabilidad” afirmó.

—¿Qué valora de su rol como CEO de Scienza?

—Me levanto todos los días sintiéndome orgullosa de nuestro propósito de mejorar la calidad de vida de las personas. Por eso, como CEO impulso la conexión con la innovación, con la búsqueda de empresas a la vanguardia en tratamientos médicos, el estudio de las tendencias de los mercados farmacéuticos y de los desafíos que tenemos por delante para brindar soluciones y alternativas que cumplan con nuestro objetivo, en un marco de estricto cumplimento. Ese es nuestro expertise.

—¿Qué desafíos implica ofrecer ese tipo de medicamentos?

—Estos productos tienen temas de cadena logística que hay que cuidar por la calidad. Cualquier variación en la cadena de suministro o en la temperatura puede tener una consecuencia enorme en la calidad y seguridad del medicamento. Tenemos el desafío de conseguir los productos que se lanzan en Europa y EE.UU. A nuestras latitudes no siempre las tienen en cuenta, y es importante demostrar la necesidad médica, ahí está nuestra interacción como plataforma para tender redes. Y el gran desafío es el acceso de los pacientes a los medicamentos. Estos productos tienen un costo alto, pero tenemos que tener en cuenta el valor o beneficio que dan para la calidad de vida. Son fármacos que tienen una inversión enorme, por lo menos de ocho años de investigaciones clínicas y ese costo está dentro del valor con el que salen al mercado. Hoy la aprobación de los fármacos va muy rápida, estamos en un gran momento para el ser humano. El mundo es muy prometedor y entusiasma el uso de la tecnología.

—¿Cómo es el acceso de Uruguay a estos medicamentos?

—El gran rol de Scienza es hacer que no perdamos protagonismo en los países donde estamos (Uruguay, Chile y Argentina). La globalización de la información médica y la educación han permitido que estemos alineados. Los profesionales en Uruguay están extremadamente formados. La formación médica es muy buena y permite que el paciente rápidamente pueda beneficiarse de los avances.

—¿Cómo evalúa los tiempos de habilitación de los productos?

—Tenemos el desafío de las regulaciones, porque empieza a haber otro tipo de terapias y plataformas distintas para las que no hay una regulación sobre cómo se registran. Igual, creo que, muy consciente de la evolución del mundo, el MSP ha priorizado ciertas cosas. Por ejemplo, la terapia génica en Uruguay fue aprobada hace seis meses y a pesar de no haber una legislación específica se encontró ese camino. Eso es valioso, si hay una necesidad médica importante el país reacciona, y con el diálogo y la apertura se logran cosas.

—¿Cómo ve al Uruguay y qué debería mejorar el país?

—El desafío es que es un país muy pequeño y empezamos a encontrar patologías cada vez más personalizadas. El principal desafío de Uruguay va a ser la escala. Pero están dadas las condiciones, el país tiene una preparación técnica estupenda y no hay inercia en el pensamiento en salud; Uruguay es uno de los países que más invierte per cápita en salud. Tenemos la mejor condición para seguir fortaleciendo el acceso a los medicamentos y ser un ejemplo para el resto de los países.

Leonardo Mainé