En 2019, Fabián Curzio decidió aprender lengua de señas. El único lugar donde podía hacerlo, el Centro de Investigación y Desarrollo para la Persona Sorda (Cinde), no tenía horarios donde él pudiera concurrir. Intentó formarse por su cuenta, viendo videos, pero no eran atractivos. Se lo comentó a su hermano Martín y decidieron que era hora de hacer algo al respecto. Ese fue el disparador de ELdes, «la primera plataforma del mundo en permitir la enseñanza de lengua de señas de forma autoadministrada e interactiva mediante el uso de inteligencia artificial y detección de movimientos».
Ambos hermanos tienen baja visión y se habían cruzado con que pocos lugares estaban aptos para atender a sordos mediante lengua de señas. «Con mi hermano tenemos baja visión, los dos llevamos una vida normal pero no siempre fue así. Nos pusimos a investigar para tratar de solucionar un problema de muchas personas y que nos toca de cerca», confesó Martín.
Lo que era una investigación decantó en un proyecto cuando él, en 2020 y por la pandemia, se quedó sin empleo. «Perdí mi trabajo de arquitecto, estaba en seguro de paro, y decidimos tirarnos al agua. Nos presentamos en la ANII (Agencia Nacional de Investigación e Innovación) y nos designaron el fondo para desarrollar la versión beta. Contratamos una empresa de software y así comenzó la startup ELdes. En abril de 2022 sacamos la primera versión que detectaba las manos y obtuvimos los primeros clientes», relató el cofundador. Tras este primer paso, se volvieron a presentar en la ANII para seguir desarrollando el producto y llegar a nuevos mercados. «En marzo de este año lanzamos una actualización con detección de ciertas facciones en la cara y sumamos más clientes. Hasta que, hace un mes, terminamos la última versión que puede reconocer las señas de manos y caras. También creamos una plataforma educativa que genera contenido», detalló.
La herramienta trackea los puntos de las manos a través de la cámara web, localiza dónde están los dedos, los ojos, y mediante machine learning aprende qué es lo que va detectando. Y el análisis es en tiempo real.
De empresas a gobierno
Desde el inicio, aclaró Martín, la idea fue proponer una plataforma con diseño estético y funcional. El objetivo era atraer una amplia variedad de usuarios. Hoy, entre quienes acceden a los cursos hay desde docentes, niños y jóvenes hasta personas de más de 70 años. Cerca de 2.000 clientes ya compraron sus cursos, entre usuarios finales, empresas, instituciones públicas, Gobierno y colegios.
El precio del curso al usuario final es de $ 3.900 y para el sector corporativo varía entre $ 900 y $ 1.900, dependiendo de la cantidad que adquieran. Incluso, intendencias y entes públicos tienen un costo menor. Además, como este proyecto tiene un fin social, si alguna empresa o institución de gobierno decide comprar para donar, la startup cederá la misma cantidad de cursos para alguna institución.
Por su perfil social, si alguna empresa o institución de gobierno decide comprar para donar, la startup cederá la misma cantidad de cursos para alguna institución.
Para utilizar la plataforma solo es necesario registrarse sin costo, y tras abonar el curso, se accede sin límites para «hacer el curso cuando lo desee», dijo Martín. El certificado final es avalado por Cinde, aliado del proyecto, y ELdes ha sido declarada de interés por el Ministerio de Educación y Cultura y ANEP.
Desde la presentación de su versión más avanzada, en marzo de este año, el crecimiento del negocio ha sido exponencial. «El segundo trimestre duplicamos la facturación con respecto al primero, pero el tercero triplicamos el segundo», comparó.
Si bien al inicio el usuario final era su principal fuente de ingreso, el canal corporativo ya tomó la delantera y es cerca de un 70% de la facturación.
En el sector corporativo lo sumaron clientes como Mosca, el BCU, Agrupación Médica de Pando, Fundación Bensadoun Laurent, Danone y Nuevocentro Shopping, colegios como el Ivy Thomas y están por cerrar con un gran banco privado. Las intendencias de Maldonado, Rocha, Rivera y Soriano también han comprado los cursos.