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Seattle, que tuvo su momento de brillo en los años 90 en la liga, emerge como favorita para tener un equipo en la competencia
La NBA explora decididamente la posibilidad de ampliar la competencia al sumar nuevas franquicias. Seattle y Las Vegas son las ciudades que suenan como las principales candidatas a contar con equipos en la famosa liga de basquetbol estadounidense.
El «tíquet» de entrada no les será oneroso; la tarifa que maneja la NBA para que los nuevos equipos accedan a la competición es de US$ 2.500 millones por franquicia, según informó ESPN. El precio de venta sería el más caro en la historia del deporte profesional de EE.UU. (el récord en la NBA lo ostenta Brooklyn Nets, que pagó US$ 2.350 millones).
Si la idea de ampliar el número de participantes venía rumoreándose en los despachos desde hace algún tiempo, la pandemia invitó a liga a actuar con más premura. La NBA necesita una inyección de capital, luego de sufrir un duro golpe en sus ingresos a causa del coronavirus, que le privó de vender entradas, merchandising y otros activos.
Durante los últimos nueve meses, la liga aumentó su línea de crédito de US$ 650 millones a US$ 1.200 millones, luego acordó pedir prestados 900 millones para enfrentar las pérdidas durante esta temporada, y cada equipo recibió 30 millones en asistencia.
El "tíquet" para que ingrese cada franquicia a la liga costaría unos US$ 2.500 millones
El panorama no muestra señales de mejoría a corto plazo; el régimen de juegos a puertas cerradas continúa, lo que trae una nueva pérdida millonaria.
Tiene base
Frente a esa situación, la inclusión de franquicias a cambio de muchos millones podría ayudar a mejorar los balances. Según ESPN, si la operación se cierra de acuerdo a la tarifa prevista, los 30 equipos que hoy participan de la NBA recibirían casi US$ 170 millones como beneficio. No obstante, la medida tendría una contracara; los equipos verían reducir parcialmente sus ingresos por la venta de derechos de televisión al dividirse la torta entre más comensales.
El comisionado de la NBA, Adam Silver, dijo el mes pasado que la liga venía considerando la idea de ampliarse y que durante la pandemia se profundizó en esa opción. La expansión es «inevitable», afirmó Silver, a la vez que reconoció que el basquetbol en Seattle tiene un gran apoyo popular. La ciudad del estado de Washington ya tuvo su equipo de NBA, los Supersonics de 1967 a 2008, cuando se mudó a Oklahoma con el nombre del Thunder.
En línea con esos planes, la máxima autoridad de la NBA se reunió la semana pasada con la alcaldesa de Seattle, Jenny Durkan. Silver fue optimista sobre la posibilidad de que la ciudad albergue nuevamente un equipo en la NBA, reveló Durkan. Pero no sería pronto; en caso de confirmarse la decisión, pasarían al menos dos años para verlo en la cancha.
Fuertes intereses
La elección de Seattle como posible hogar de la franquicia número 31 de la NBA tiene sentido si se consideran los antecedentes de la ciudad con la liga de básquetbol, su base de aficionados y la presencia de empresas con muchos recursos, como Amazon, que tiene allí su sede central. De hecho, el gigante del e-commerce invirtió en la nueva arena deportiva de la ciudad, el Climate Pledge Arena, donde serán anfitriones los Kraken, la franquicia más joven de la liga de hockey profesional de EE.UU. (NHL). El estadio demandó una inversión de casi US$ 1.000 millones y estará listo para 2022.
La puja por relanzar a Seattle como plaza para la NBA atrae a empresarios con muchos millones en sus cuentas bancarias y afición por el baloncesto. David Bonderman, dueño del Kraken de la NHL, y Chris Hansen, nativo de la ciudad y director de un fondo de cobertura, son los principales interesados, indican los medios deportivos especializados. Hansen intentó comprar los Sacramento Kings para llevarlos a su ciudad Natal en 2012.
El precio de una franquicia varía según diversos factores, como el tamaño del mercado y el balance financiero. En el caso de los equipos de Seattle y de Las Vegas, al ser totalmente nuevos su valor se elevaría porque no cargan con «mochilas» sobre sus espaldas.