Desarrolladora
Game Industry, publicación especializada en videojuegos, destacó el trabajo de Laia Bee. Aunque el reconocimiento llegó de manera inesperada, la uruguaya impulsa cambios en la industria.
Laia Barboza —más conocida como Laia Bee— es probablemente la mujer más destacada de la industria de los videojuegos uruguayos. Está en el rubro desde hace varios años, ya sea promoviendo a nuevos desarrolladores, organizando eventos o impulsando su difusión.
Esta semana la publicación especializada Game Industrydestacó su trabajo y la eligió como una de las game changers (expresión para referirse a las personas disruptivas) de la industria de los videojuegos.
A través de esta designación se subrayan sus aportes en su estudio de videojuegos, su rol en la Cámara de Videojuegos, Girls in Tech Uruguay, su trabajo como coordinadora en la Federación Latinoamericana de Videojuegos y su liderazgo en los eventos nacionales e internacionales en el rubro para brindar oportunidades a desarrolladores. Sobre el reconocimiento y su trayectoria, Laia Bee conversó con Eme.
— ¿Cómo te encontró este reconocimiento internacional?
— Me sorprendió. Desde 2016 formo parte de la Cámara de Desarrolladores de Videojuegos (Cavi), dos veces integré la directiva y en otras oportunidades colaboré con ella. Estando en Cavi tuve oportunidad de conocer y colaborar con personas de la industria. Creo que para mí es natural ayudar a otras personas. Ese trabajo se refleja en los eventos que hemos organizado. También me tocó ser coordinadora de la Federación Latinoamericana de Videojuegos. Me parece que este reconocimiento tiene que ver con dar visibilidad a lo que no es más hegemónico dentro de la industria. No todos son hombres blancos que están haciendo lo mismo, sino que la lista puso el foco en que hay mucho más allá. Comparto esta lista con historias divinas, como desarrolladoras de países árabes que están haciendo cosas muy interesantes aunque tienen todo en contra; también hay ejemplos de Estados Unidos, donde hay profesionales que trabajan en aplicaciones para dar a accesibilidad a personas en situación de discapacidad.
—¿Cómo te vinculaste con la industria de los videojuegos?
—Soy de Maldonado y empecé trabajando como DJ profesional de música electrónica. En ese entonces me conocieron de unos estudios de videojuegos y les gustó lo que hacía. Me propusieron hacer la música para algunos juegos y así fue mi primer contacto. Después, con Pablo Lancaster y Juan Manuel Pareyra, que son mis socios y amigos de toda la vida, creamos Pincer Games, un estudio independiente de desarrollo de videojuegos. Juntos participamos en el concurso nacional de videjuegos en 2015 y ganamos. A partir de ahí quedamos incubados en Ingenio (la incubadora del LATU) y nos graduamos. Ahora seguimos haciendo nuestros juegos. En paralelo surgieron estas actividades paralelas que tienen que ver con impulsar la industria y lo hice.
— ¿Encontraste resistencia en una industria considerada habitualmente tierra de hombres?
— En términos de jugadores al 50% audiencia masculina y 50% de audiencia femenina. Ahora, cuando hablamos de desarrollo en el mundo de la tecnología en general las mujeres están por debajo del 20% de participación; en el desarrollo de videojuegos, estamos mucho peor, con una cifra que ronda el 12% o 13%. Tengo claro estos datos porque trabajo desde hace muchos años con Girls in Tech Uruguay. Si analizamos las cifras en lo que es el liderazgo de empresas de computadoras etcétera, sólo el 3% tienen cofundadoras mujeres, un número que es similar en todo el mundo. La realidad es que al principio encontré resistencia, al principio. Pasé un poco mal porque aunque había gente genial que me ayudó muchísimo, también me encontré gente súper resistida que no me hizo la vida muy fácil. Lo que aprendí es que es importante rodearse que sí quiere ayudarte y tiene ganas de hacer cosas contigo; en eso hay que concentrarse.
— ¿Cómo te parece que está Uruguay en ese sentido respecto al resto del mundo?
—Creo que todos lados estamos igual, no es que haya más resistencia en Uruguay. En otros países los números son los mismos.
—¿Opinás que los uruguayos tienen una oportunidad en la industria de los videojuegos?
— Sí, basta ver la oferta educativa existen varias opciones; hay una pública que está en la Facultad Nacional de Bellas Artes, en la que soy docente y donde se están haciendo cosas hermosas. También está la Universidad ORT con una carrera y después cursos más cortos en Bios, A+ artes visuales y Senpai Academy. Además, otras universidades se sumarían, pero todavía no hay nada confirmado.
—¿Qué le dirías a una mujer que quiere incursionar en la industria de los videojuegos?
— Que se acerque. Uno de los motivos por los que me gusta poder contar mi historia es para que las mujeres sepan que habemos mujeres en la industria, que estamos acá para apoyarnos y ayudarnos a que sea posible. Existimos y estamos, es importante que sepan que, en general, la industria es muy buena onda y las empresas más importantes dan un apoyo enorme a todo lo que sea incentivo a la diversidad. Mi consejo es que se animen porque, hoy más que nunca, la industria de los videojuegos es más democrática y hay muchas personas o tutoriales dispuestos a ayudarte.
Pincer Games
Laia Bee, Pablo Lancaster y Juan Manuel Pereyra ganaron en 2015 el Concurso Nacional de Videojuegos. Desde entonces, Pincer Games es un referente en Uruguay y en la región. La firma estuvo en la Game Developers Conference de San Francisco, el evento más importante de la industria para desarrolladores y el año pasado recibió fondos de Google para explorar la pujante industria asiática con sus videojuegos.