Súpermujeres
Vopero, la startup uruguaya revolucionó el mundo de los second-hands, quiere cambiar la forma en cómo se piensa la moda recircular; hoy el emprendimiento está en vías de expansión en la región.
Maggie Ferber (29) es uruguaya pero vivió y estudió durante 10 años en Miami. Se especializó en branding y ayudó a muchísimos emprendedores a vender sus ideas para hacerlas realidad. Sin embargo, algo faltaba: tirarse al agua para tener su propio negocio.
De esa inquietud surgió Vopero, una startup uruguaya que es noticia desde su creación porque supuso una revolución en la industria de la moda circular en Uruguay y busca cambiar el vínculo con la ropa en América Latina. Ahora, instalada en México y trabajando intensamente con sus socios Alejandro Esperanza e Ignacio Cattivelli, Vopero quiere imponerse en todo el continente.
—¿Por qué elegiste hacer un emprendimiento de moda circular?
— Estaba trabajando bien, pero un día mi esposo me mostró artículos que salían en distintas publicaciones vinculadas con la industria de la moda de empresas que se enfocaban en lo circular, sustentable y re-moda. Estaba familiarizada porque siempre compré segunda mano en Estados Unidos. Usaba plataformas como ‘The real-real’, entre otras. Cuando empezamos a preguntar en Uruguay si comprarían algo de segunda mano, nos dimos cuenta que la gente todavía no estaba lista para que esta modalidad fuera un boom. Empezamos a pensar el modelo para que la propuesta de valor tentara a personas que nunca antes habían vendido a vender y, al mismo tiempo, fuera atractiva para quienes nunca antes habían comprado así. Salimos a buscar nuevos socios. El primero fue Alejandro Esperanza, un emprendedor con mucha experiencia, y luego contactamos a Ignacio Cativelli, para tener un enfoque tecnológico. Así surgió Vopero.
—¿Por qué fue importante apostar a la moda circular?
—Soy mamá, tengo un hijo de 2 años y medio, y realmente creo que está en nuestras manos el futuro que le dejamos a nuestros hijos. Siento que la industria de la moda tuvo una evolución espectacular, desde que se hacían los trajes a medida hasta que apareció el pret a porter. En la nueva era de la moda, más que el fast fashion o super fast fashion, creemos que alguien tiene que hacer algo con los 100.000 millones de productos que se producen anualmente en la industria de la moda. ¿Cómo diseñamos una solución para esto? Pensando en los usuarios y en sus necesidades, ¿por qué caemos en tener el closet lleno y que nada nos convenza? ¿Por qué compramos sin estar conscientes? Con Vopero tocamos una parte muy sentimental de las mujeres, cuando reconocemos que cambian nuestros gustos, cuerpos, mentalidad, identidad y hábitos y nuestro armario tiene que cambiar. Entonces queremos que ese cambio esté bien visto y sea un hábito. Tenemos que limpiar eso y pensar en el futuro. Después de Vopero, mi propio clóset se volvió más inteligente. Creo que la misión de Vopero y la moda circular es sacudir un edificio que lleva miles de años construyéndose y eso no se mueve solo, tenemos que construirlo para que las personas adopten nuevos hábitos.
—¿Cómo se construye ese futuro?
—Solo no se hace. No se logra esperando que las personas tengan que hacer un esfuerzo, sino poniendo a disposición una solución a sus problemas y, también, soluciones donde la sustentabilidad no sea sinónimo de que se trata de un servicio más caro. Dar un servicio más barato que la industria tradicional es lo que construirá al futuro.
—¿Cómo Vopero aporta a la sostenibilidad?
—Tiene que ver con cómo nos planteamos, pensando en nuestros clientes, en crear un producto que tiene una mejor experiencia, con un mejor precio y una calidad chequeada, en tiempo récord no tiene por qué no competir, es un valor muy importante. Nos sentimos bien, haciendo el bien. El usuario siente que se hizo un bien a sí mismo y a su billetera y además le hizo un bien al planeta y a las fundaciones con las que trabajamos. Somos virales porque venimos a hacer el bien.
— ¿Qué desafíos encontraste como mujer en el mundo emprendedor y qué ayudas?
—Me considero una emprendedora con mucha suerte. Soy mamá, tengo un esposo y un hijo y me considero afortunada de tener una familia que me apoya constantemente. En mi camino como emprendedora mucha suerte, como encontrar a Alejandro e Ignacio, que no es fácil cuando salís a buscar. Tenemos una sinergia y cada uno sabe que es el mejor en lo que hace. Al mismo tiempo fuimos los tres muy afortunados en que nos acompañaron Ariel Burschtin y Alvaro García, fundadores de Pedidos Ya, quienes desde el día cero nos ayudaron a crecer muchísimo y esa adrenalina que nos aportaron se volvió contagiosa. Hoy somos 180 personas trabajando, pero hace un año y cinco meses, éramos tres y motivar a las personas es lo fundamental y que todo lo que hagamos sea para construir juntos.
—¿Y en la tecnología?
— En realidad el 45% de nuestro equipo de tech son mujeres. Es increíble como vamos atrapando a las joyitas de la industria, así como lo hacemos con las joyitas de los closets. Considero que Vopero es un gem finder (localizador de gemas). Tenemos otro punto interesantísimo que es de nuestro equipo tech, nunca nadie se fue y solo crece. Creo que ese espíritu o sinergia nos plantea en la industria como un espacio interesante donde la diversidad, apertura y la forma de colaborar en tecnología, operaciones o marketing, crea un ecosistema muy intuitivo porque estamos desarrollando para mujeres y somos mujeres que lo estamos haciendo.
—¿Qué le dirías a una emprendedora que recién arranca?
— Nunca te des por vencida. Hay que ser dura e ir a lo rudo. Se complica, pero hay que ver con claridad el norte aunque encontremos dificultades. Entender que eso la realizará como mujer y nos hará irradiar a otras mujeres que necesitan que las inspiren. Además les aconsejaría que busquen apoyo en otras mujeres y, también hombres, que tengan puntos fuertes que nosotras no.
Igualdad de género hoy para un mañana sostenible
Para el 8 de marzo de 2022, Día Internacional de la Mujer, ONU Mujerespropuso el lema: “Igualdad de género hoy para un mañana sostenible”. ONU advierte que niñas y mujeres sufren el impacto de la crisis climática porque la situación amplifica las desigualdades de género y pone sus vidas en peligro. “Sin igualdad de género hoy, el futuro sostenible y equitativo seguirá estando fuera de nuestro alcance”, remarca la consigna.