ASTROS Y REALEZA

Tras la muerte de la reina Isabel II hace poco más de un mes, es su hijo, el ahora rey Carlos III, quien ocupa su lugar. Con este cambio, muchas personas se preguntan cómo continuará la familia real británica y si este heredero se parecerá a su madre.

Para comprender esto, es posible observar la carta astral de estos dos integrantes de la monarquía. La posición del sol y luna, como también el signo en el que se ubique su ascendente, marcan su personalidad y la forma en la que se desempeñan con sus obligaciones.

Isabel II nació el 21 de abril de 1926, pertenece al signo de Tauro, y tiene luna en Leo y ascendente en Capricornio. Carlos III, por su parte, nació el 14 de noviembre de 1948, tiene el sol en Escorpio, la luna en Tauro y el ascendente en Leo. A continuación, una comparación de las cartas astrales de ambos.

El signo solar marca las cualidades más significativas de una persona. En el caso de la Reina Isabel del Reino Unido, su posición se encuentra en Tauro. Este signo del elemento Tierra se caracteriza por ser determinado y cauteloso. En línea con esto, la perseverancia y el sentido de responsabilidad son algunas de las cualidades que la gobernante ha demostrado desde que asumió su cargo, cuando tenía tan solo 25 años.

Con los pies sobre la tierra, la soberana ha permanecido en el trono por más de 70 años, en lo que se desempeñó activamente en su rol.

La reina Isabel tiene una mente brillante y analítica, y no teme tardar el tiempo necesario a la hora de tomar decisiones. Además, si bien se muestra amable y tranquila, puede tener un carácter fuerte al expresar su descontento ante ciertas situaciones. Por ello, sin perder los modales y la elegancia, ha sido capaz de debatir con los distintos Primeros Ministros del Reino Unido en reiteradas ocasiones.

A diferencia de su madre, Carlos III tiene el sol en un signo del elemento Agua. Esto le otorga una personalidad sensible, que prioriza sus sentimientos ante los pensamientos y críticas. Esto puede observarse en su divorcio con Lady Di y a que, luego de muchos años, estableció una relación con Camila Parker Bowles, considerada su amor desde la juventud.

Asimismo, las personas de Escorpio pueden ser obstinadas, tajantes y controladoras. En relación a esto, también les cuesta acatar órdenes, por lo que su relación con su madre muchas veces tuvo conflictos y desacuerdos.

A pesar de ser sentimentales, les cuesta expresar sus sentimientos. Por ello, Carlos III es un hombre reservado, mantiene una distancia con los demás, le cuesta confiar y nunca se sabe lo que está pensando realmente.

Este elemento de la carta astral determina la forma en la que una persona es percibida por otros. Son cualidades particulares que definen a un# individuo, aunque no siempre sean conscientes de estas. Isabel II tiene su ascendente en Capricornio, lo que le otorga una gran inteligencia y sentido de la responsabilidad. De esta manera, estas personas son vistas como astutas y excelentes líderes.

La autoexigencia es una de las características principales de esta posición astrológica. Eso hace que, muchas veces, se sientan poco suficientes o duden de sus capacidades. Sin embargo, gracias a su perseverancia y trabajo duro, podrán lograr todo lo que desean.

A pesar de parecer prudente y cauteloso, el ascendente en Leo de Carlos III lo convierte en un hombre impulsivo que desea tener el control de su vida. Asimismo, este signo del elemento Fuego brinda un carácter un tanto egoísta.

En línea con esto, el monarca prioriza sus necesidades por sobre las de los demás, motivo por el cual decidió romper ciertos protocolos de la corona británica para satisfacer sus deseos.

En la carta natal, la luna refiere a las emociones de una persona, su forma de sentir y de expresar lo que ocurre en su corazón. Cuando se ubica en Leo, la intensidad y carácter fuerte son de las cualidades predominantes.

En el caso de la Reina Isabel, esto se demuestra en su sistema de creencias. La luna en Leo genera una dificultad para cambiar de parecer. Son personas idealistas, que creen en la importancia de mantener ciertas conductas y protocolos. Esto puede observarse en su deseo por preservar las tradiciones de la corona inglesa e inculcar a sus hijos el respeto por estas.

Las personas con la luna en Tauro buscan encontrar la estabilidad y el confort en sus relaciones. Les cuesta expresar lo que sienten y esconden bajo su carácter rudo, una sensibilidad innata.

Además, les gusta sentirse seguros y, al momento de relacionarse con otros, manifiestan su cariño a través de bienes materiales. Como se ha visto con el Rey Carlos, el soberano tiene una personalidad reservada que esconde un ser susceptible.